"Intriga"

miércoles, 24 de septiembre de 2014 · 19:41
MÉXICO, D.F. (apro).- Estimado lectores: les escribe Natalio Comte, persona que descubrió que en ese mundo en el que se mueven y los mueven, en esa su globalidad, es producto de un complot… o sea, según el diccionario, de un acuerdo de determinadas voluntades dirigido contra el Estado, el soberano u otras autoridades… maquinación que bien puse al descubierto en el libro titulado “La conspiración de los idiotas”, del argentino Marcos Aguines. El hecho no es nuevo, ya de antiguo ha sido tratado por otros individuos, pero según parecer de servidor, se ha recrudecido en la globalidad en la que se respira, la cual, desde los 80’s del pasado siglo, fue publicitada, vendida, comprada en algunos lugares y en estos días se está imponiendo ayer aquí y hoy allá como panacea de los males sociales… ¿Pero qué ocurre en la realidad?... pues que en esos 30 y pico de años que lleva de existencia muestra y demuestra que si bien propicia el flujo de capitales e impulsa el crecimiento de los indicadores macroeconómicos… por otra parte y al mismo tiempo reduce al mínimo posible la presencia del Estado… y con ello las soberanías de las naciones… Lo mismo hace con las prestaciones del servicio público… ¡con la pretensión que con ello se llegará a una sociedad de iguales!... cuando la realidad es que donde se ha aplicado las reformas de la doctrina neoliberal, propia de la globalidad actual, ha crecido el desempleo, ejemplo: España, Grecia, Portugal, Irlanda… y eso ha ocurrido hasta en los propios USA… el desempleo ha crecido y la pobreza… ¿Pues no los indicadores internacionales como los de las Naciones Unidas y el Banco Mundial informan que la riqueza se está concentrando cada vez más en menos manos?... Índices como los anteriores demuestran que la globalidad neoliberal provoca desolación en una franja social cada vez más amplia… y eso ocurre en los tiempos del llamado “modelo neoliberal”… tiempos en los que gracias a los adelantos agropecuarios técnicamente podría alimentarse a toda la población de la Tierra… ¡y es cuando cunde la desnutrición!... y hasta se dan trágicas hambrunas, en particular, en ciertos países de África y Asia. También acontece que en estos tiempos de globalidad neoliberal. Cuando los adelantos de la medicina, las enfermedades parasitarias e infecciosas podrían controlarse… no ocurre tal hecho posible… igualmente pasa que después de 30 y pico años de preocuparse de la educación y de sucesivas reformas educativas con la afirmación de que esta se es la buena… pasa, digo… que las mismas se vuelven obsoletas, inoperantes de un día para otro… dejando al garete con ello a la única energía capaz de producir valores… a la energía humana. Esos hechos, sin siquiera añadirles otros, muestran, demuestran y confirman por sí mismos que la globalidad en la que nos movemos y nos mueven, quiera o no, le gusto o no le guste, genera la desigualdad social o, lo que es lo mismo, a polarización… Verdad es que se están dando protestas aquí y allá a causa de esa polarización… pero lo que hasta este momento impera es el conformismo de las mayorías, un silencio de corderos… ¿dije corderos?... carneros son más bien, pues se parecen a los de Panurgo, de risible memoria… ¿lo recuerdan?... carneros que por seguir su instinto ovino, por no tener voluntad ni iniciativa propia… siguieron mansamente a su líder al mar… donde murieron ahogados juntos con él. Lo hasta aquí expuesto… y otros hechos parecidos que serían largos de numerar… han llevado a este servidor de ustedes a descubrir… como escribí en el libro que soy protagonista… “que el mundo está vertebrado y regido por una conspiración de minoritarios idiotas, que ejercen un dominio hipócrita, haciendo creer que la historia la determinan los más, por aquello de la democracia representativa… Pero esos más son prisioneros de las idiotas órdenes de los que deciden… esos idiotas en el poder han inventado todo… el capitalismo y el comunismo, el sionismo y la masonería… todos los ismos… porque los ismos sirven al propósito de confundir, crear la ilusión de que uno quita poder al otro… En realidad es el mismo poder bajo diferente capa”… y servidor ha llegado a la conclusión de que es un poder idiota… ¿pues no la depredación de la globalidad en la que nos movemos y nos mueven no está amenazando con un desastre ecológico que puede acabar con todos… incluso con los idiotas del poder? Que Dios nos proteja a todos y nos guíe en los días venideros. NATALIO COMTE

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