Old Boy: Un Spike Lee desangelado
MÉXICO, D.F. (apro).- Basada en la cinta coreana Oldeuboi, el filme Old Boy es una historia mediocre: no es lo suficientemente violenta para engancharnos a través del morbo y la adrenalina, ni lo suficientemente jocosa como para hacernos reír. Old Boy (EU-2013), de Spike Lee, se queda a medio camino.
La película gira en torno a Joe Doucett (Josh Brolin), un publicista alcohólico, engreído y patán, quien parece mantener en abismal descuido a su hija de 3 años. Un buen día Joe es raptado sin causa aparente, únicamente para ser liberado 20 años después.
El incidente ocurre el día del cumpleaños de la hija de Joe: nuestro protagonista falta al evento de ella --lo que desata una horrible pelea con su exesposa-- debido a una importante junta de negocios. En dicha reunión, Joe se le insinúa a la esposa del cliente, lo que echa a perder las cosas.
Avergonzado y ebrio, Joe deambula por las calles de la ciudad hasta que una seductora mujer asiática se cruza en su camino, no sin antes comprarle un pequeño buda a su hija y visitar a su amigo Chucky (Michael Imperioli) --el dueño de un bar--, quien decide no abrirle las puertas pues sabe de su problema de alcohol.
En fin, luego del encuentro con la asiática seductora, Joe despierta en lo que parece ser el cuarto de un motel, sólo para descubrir que dicha habitación es una especie de prisión.
Joe está a punto de enloquecer: no sabe nada de nada; su raptor no da respuestas, sólo proporciona alimentos de manera recurrente. Las cosas se complican cuando Joe descubre que su exmujer fue violada y asesinada y que todo apunta a que él es el culpable.
Ahí comienza otra aventura de la que no hablaremos, baste decir que Joe buscará respuestas y sobre todo venganza. Como aliados, Joe tiene a su amigo Chucky y a una linda chica llamada Marie (Elizabeth Olsen), quien trabaja en una clínica móvil que da atención médica gratuita.
Sobresalen las participaciones de Samuel L Jackson como un mafioso llamado Chaney, y de Sharito Copley, quien interpreta a un excéntrico millonario que responde al nombre de Adrian.
La trama está en segundo plano de tal manera que las inconsistencias importan poco; el personaje principal de Old Boy es la violencia, sin embargo, como se dice al principio de esta reseña: no es lo suficientemente violenta para atrapar a los que gustan de esta estética, pero la trama tampoco es lo suficientemente absurda.
Todo el tiempo parece que Old Boy está a punto de atraparnos, de enamorarnos, pero ese momento nunca llega. El resultado es bastante desabrido.