Ajedrez: ¿Cómo llegar a ser un jugador de élite?

martes, 15 de diciembre de 2015 · 19:19
MÉXICO, D.F., (apro).- Por muchos años me he topado con gente que dice jugar bien al ajedrez. Pronto me retan a una partida y se demuestran como principiantes. No se dan cuenta incluso de lo mal que juegan realmente y piensan -ingenuamente- que bastaría con dedicarse un poco más a estudiar el juego para así tener el desempeño de un gran maestro. La realidad es, desde luego, diferente. Un gran maestro ha dedicado infinidad de horas frente al tablero. Su trabajo ajedrecístico es constante y se compara probablemente con el trabajo que hace un músico en el día a día. Por ejemplo, mi padre era guitarrista clásico. Estudiaba por decir lo menos, unas seis horas en la mañana. Después iba a dar clases de guitarra y muchas veces volvía a estudiar a su regreso, después de cenar. Si iba a dar un recital incrementaba su trabajo de estudio mucho más. Desde que tuve uso de razón y hasta incluso antes de que enfermara gravemente, mi papá estudió todos los días como un poseso. La música lo tenía atrapado. Platicando con el Maestro Internacional Kenneth Frey, él decía que el nivel de elite era demasiado duro. Esa gente trabaja muchas horas por día. Yo añadía que Fischer estudiaba entre 10 a 14 horas por día y así, ¿cómo no iba a jugar bien? Y aquí Frey replicó algo interesante: “Cierto, pero Fischer nunca parecía aburrirse del ajedrez”. Esto parece ser clave para avanzar en el juego. Se vuelve tan obsesivo que nunca uno se aburre de tomar los trebejos. Judit Polgar, en una entrevista para el Diario Telegraph (http://www.telegraph.co.uk/women/life/on-the-black-and-white-battlefield-with-the-worlds-greatest-fema/), indica: “Si se quiere ser verdaderamente grande en este deporte, entonces todo lo demás debe pasar a un segundo plano”. Y en la parte final de la entrevista da este tip: “Ama lo que haces. Los grandes jugadores pueden entrenar 10 horas por día sin distracciones. Y aunque ser apasionado no garantiza el éxito, es sin duda el gran motivador”. Pero la mayor pasión por el ajedrez debe sopesarse con las obligaciones cotidianas. Hacer un modo de vida el dar jaques en el tablero es una decisión complicada. Vishy Anand, excampeón del mundo y a decir de sus propios colegas “una leyenda del tablero”, da los siguientes consejos: “No se apuren (en hacer del ajedrez una profesión) demasiado pronto. Quiero decir, es muy lindo soñar en ser un profesional pero no hay necesidad de apurar la decisión. Juegue para divertirse y trate de mejorar. Intente obtener solamente metas por la mera diversión de hacerlo. Hay una profunda satisfacción en ponerse una meta y lograrla. “No deje la escuela o tome decisiones demasiado pronto. Ya llegará el momento en que estas decisiones podrán tomarse más relajadamente”. Y concluye: “Los títulos y la fama pueden ser muy glamorosos pero el luchar por ellos no lo es. Algo que se hace por diversión bien podría ser diferente a hacerlo por obligación”. Así pues, ser de la elite, en el tema que sea, no es un asunto fácil. Requiere de muchos años de trabajo, amén de tener un entorno que pueda promover esta realidad. Sin embargo, muchas veces hay un sinfín de problemáticas a resolver para mantenerse en el camino de buscar ser uno de los grandes jugadores de todos los tiempos. Conocemos las historias de éxito en este sentido, pero probablemente por cada gran ajedrecista haya muchas, miles de historias de jugadores que intentaron el camino y fracasaron.  

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