Gilberto Santa Rosa, 'El caballero de la salsa”

miércoles, 2 de diciembre de 2015 · 19:22
MÉXICO, D.F. (apro).- Una mañana gris y lluviosa, en su reciente paso por su disquera Sony Music de la capital mexicana, Gilberto Santa Rosa ofreció una entrevista a este reportero pocos días antes de ser ganador de otro Premio Grammy en su carrera por mejor álbum de pop latino Necesito un bolero. A continuación, reproducimos aquella charla telefónica para nuestros lectores. --¿El caballero de la salsa? -- O lo que queda de él… --¿Le gusta que le digan así, maestro? -- Sí señor, me gusta que me digan así. Es un título que todavía puedo defender –ríe--. “Me bautizó así un colega suyo que se llama Rolando Sánchez, vive en Puerto Rico y él fue el de la idea de ponerme El caballero de la salsa.” --¿Qué siente usted de estar en este país tan gris y lluvioso? --Yo he venido a México en diferentes estaciones, he tenido frío y he pasado agua, he gozado del Sol pero sobre todo: he tenido mucho cariño. Así que yo me siento bien estando el clima como esté. Y agradezco mucho a los mexicanos porque ya hace más de 20 años que empecé a visitarlos. --¿Hace falta un bolero? –se le pregunta en alusión al título de su álbum de 2014 Necesito un bolero (Sony Music), Grammy Latino 2015. --Sí, todo mundo siempre necesita uno… Ya sea porque está feliz o porque no lo está; porque está despechado o si está enamorado. Así que el bolero que necesitan, yo creo que lo tengo yo –ríe--. --Y ahora comparte este canto con otras artistas en un paquete de Sony Music, ¿de qué tratan estos plato láser? --Hicimos una filmación en un estudio y con músicos en vivo. Ahora estoy mejor acompañado, y por tres mujeres magníficas: Eugenia León, Natalia Lafourcade y Lena Burke, tres extraordinarias cantantes, tres estilos diferentes y con el mío son cuatro estilos distintos que se unen a través de un bolero. “El resultado es muy bueno y hemos hecho esta filmación para presentar el disco en una edición de lujo con el disco y un DVD. Para mí ha sido un gran proyecto pues yo soy fanático de ellas. No conocía a Natalia  ni a Eugenia y ahora pude conocerlas, sin conocernos logramos una afinidad musical muy bonita.” --¿Dijo usted además Lena Burke, cierto? -- Es nieta de Elena Burke. Su mamá es Malena, una gran cantante de enorme tradición de intérpretes boleristas de Cuba, y ella le puso broche de oro a esa herencia pues es además una pianista espectacular. --Ahora podrá usted ir a Cuba. ¿O quizás ya había ido antes…? --No, no he ido a Cuba antes. Hay un mejor ambiente ahora para ir, vamos a ver cuándo me toca ir… “Yo tengo mucho respeto por los cubanos porque la música que yo hago nació allí. Y a través de la historia, desde los comienzos hasta ahora, los cubanos tienen mucho talento para el arte y mucho de ese talento lo hemos conocido porque Cuba ha estado presente en el desarrollo de esta música que me ha gustado desde mi infancia. --¿Quisiera hablar sobre su infancia? Nos piden en Proceso que nos cuente cómo conoció al Gran Combo… --Número uno: mi infancia fue muy feliz. Nací en Puerto Rico el 21 de agosto de 1962… Y número dos: sí, quien le pide eso tiene razón, era un niño cuando vi en la televisión puertorriqueña al Gran Combo de Puerto Rico que mantenía un espacio diario en la televisión. “Ellos hacían televisión y radio, se presentaban de 12 a 12 y cuarto en la televisión, y de una a una y cuarto en la radio, que era radio teatro pero yo no podía asistir a verlos. Luego tuve la dicha, a través de un tío mío, de disfrutar esa parte. Yo veía el programa de la televisión y después salíamos a verlos en el radio teatro –ríe-- de la estación de radio. Mi tío se llamaba Luis Rivera y no tenía ningún vínculo con la música, pero seguramente era un fanático musical y se dio cuenta que yo tenía cierta inquietud. Yo tendría unos seis años de edad.” --¿En qué ciudad? --Vivíamos en San Juan (de Puerto Rico), pero en un sector que se llama Santurce que los salseros y los soneros han escuchado mucho de él porque muchos de los nombres grandes de esta música salieron de ahí. Así es como empezó mi afinidad con esta música… “Tú sabes que los puertorriqueños servimos al ejército de los Estados Unidos y mi tío venía licenciado por parte del ejército cuando estaba técnicamente libre, no tenía ningún empleo todavía, y él simplemente cuando vio que yo tenía ese interés esperábamos la sesión de la televisión, y luego entonces agarrábamos el autobús y llegábamos a tiempos para ver al Gran Combo en el radio teatro. ¡Imagínate, era para mí un doble banquete diario! A eso añádale la música que se escuchaba en mi casa, yo pensaba: ‘Parece que mi camino va a ser por aquí…’” --¿De chamaco llegó a escuchar también a la Sonora Ponceña? --Muchas, muchas veces… Es una de las grandes orquestas de la ciudad más importante del sur de Puerto Rico, de hecho es la capital allá. Ya para finales de los sesentas esta música empezó a llamarse salsa, la Ponceña fue una de las figuras más importantes del estilo, allá en Puerto Rico. Fue cuando yo empecé a cantar profesionalmente y tuve la oportunidad de verla muchas veces trabajando. “La voz”, “Eddie”, “Willie”…       --¿Cómo recuerda a Héctor Lavoe (Ponce, 1946-Queens, 1993)? --A Héctor tuve la oportunidad de verlo muchas veces también. Todos los muchachos de la época admirábamos a Héctor por su manera de cantar. Yo luego tuve la oportunidad de ya siendo cantante con la orquesta de Willie Colón y viajar a Nueva York, nosotros trabajamos con la misma firma de representantes con la que trabajaba Héctor, cantábamos en los mismos lugares así que yo veía a Héctor muy muy a menudo. “Era un tipo muy sencillo, no me quiero presentar como amigo de Héctor Lavoe porque únicamente yo lo conocí como un compañero y él siempre tuvo la amabilidad de tratarme como tal, él era una estrella y nosotros estábamos comenzando pero él nunca hizo diferencias. Muy sencillo, siempre compartía su tiempo con nosotros… “Dato curioso, ya al final de sus días cuando yo era ya el cantante solista y por medio del señor Héctor Maisonabe que fue siempre su representante –y que hoy día está representando a La India-- me dijo a mí que lo acompañara para visitar a Héctor en el hospital, fui con él y fue un tipo muy amable conmigo. Inclusive estaba muy al tanto de todos los movimientos de la música. Fui y se portó conmigo muy bien allí en su lecho de enfermo, lamentablemente no estaba muy bien de salud pero con todo y eso tuvo la cortesía de tratarme con gran gentileza.” --Otro notable personaje de la música salsera es Eddie Palmieri (Harlem, 1936)… --Sí, bueno, yo recientemente acabo de grabar algo con Eddie, hará como un mes… Desde que yo conocí al maestro Palmieri, siempre ha sido un tipo muy elegante conmigo. En una ocasión trabajando en Virginia, en Estados Unidos, me dijo: “Yo quisiera algún día grabar con usté”, cosa que fue para mí un halago muy grande, y por fin se nos dio esa oportunidad. --¿Ha visto recientemente a Willie Colón (Bronx, 1950)? --Hemos estado juntos en muchas ocasiones… No soy amigo personal de él pero para mí Willie Colón representa el proyecto que define esto que se llama salsa. No estoy hablando de son ni de otra cosa, el proyecto de Willie Colón con Héctor Lavoe es el proyecto que mejor define el sonido, el carácter y el estilo de lo que llaman salsa. “Willie Colón ha sido reconocido en todos estos años como un innovador, una gran figura de esta música y eventualmente desarrolló una gran carrera como cantante. Yo respeto mucho a Willie Colón.” --¿Se nacionalizó usted dominicano? --Sí porque me casé en 2013 con mi ahora esposa (Alexandra Malagón) y el gobierno de la República Dominicana me hizo la gentileza de darme la ciudadanía dominicana, una cosa que yo le agradezco mucho porque no hay cosa mejor que sentir que te quieren en algún lugar. Para mí es un gran honor. “Yo creo que la música siempre va a ser un oasis en el desierto. “Alguna gente siente una gran motivación escuchando una canción, o define alguna posición política o social en determinado momento por alguna pieza que escucha. Sí, yo creo que la música puede ayudar mucho a los momentos difíciles que viven los países de América Latina, uno puede comprometerse más a causas oyendo música de corte social que va más directo a eso. Cuando la música está bien hecha y se canta con cariño, aporta y ayuda al desarrollo de cualquier persona en el mundo.”

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