Presenta INAH denuncia por demolición ilegal de capilla en Tlaxcala

martes, 28 de julio de 2015 · 21:47
MÉXICO, D. F. (apro).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quien resulte responsable por la demolición total de la histórica Capilla del Santo Cristo, ubicada en el municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala. En un comunicado, autoridades del INAH y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) calificaron la destrucción con maquinaria pesada de ese centro religioso, consumada durante el pasado fin de semana, como un “acto de barbarie” que afecta el legado cultural de los mexicanos. “El conjunto arquitectónico de gran valor patrimonial, fue demolido entre el sábado y el domingo del pasado fin de semana con uso de maquinaria pesada. Se trataba de un bien propiedad de la Nación, catalogado e inscrito en el Registro Público de la Propiedad Federal con folio Real 15609”, precisa el comunicado. Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, indicó que ese instituto ya presentó denuncia penal ante la delegación de la PGR en Tlaxcala contra quien resulte responsable del hecho, tipificado como delito federal y cuya sanción se establece en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Raúl Delgado, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, dijo que las tres esferas de gobierno investigarán la demolición de este bien nacional, que estaba en custodia de las autoridades religiosas. “Es un hecho insólito, no hay un fenómeno similar que se haya dado en México; las comunidades son muy celosas de la conservación e integridad de estos bienes que le son entrañables, de alta significación y referenciales de su identidad”, fustigó. El templo se ubicaba en la comunidad de Vicente Guerrero, municipio de San Pablo del Monte, a las faldas del volcán de la Malinche, donde hay una serie de monumentos históricos como la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida en 1620. Balandrano explicó que la Capilla del Santo Cristo constituía un ejemplo de arquitectura tradicional religiosa con antecedentes virreinales; que poseía elementos de mampostería en muros y contrafuertes, además de una bóveda de cañón corrido y dos torres campanario añadidas en el siglo XIX. El edificio destruido en su totalidad era una antigua capilla de visitas franciscana del siglo XVIII, transformada en el siglo XIX y en el XX, cuando se le insertó la cúpula del presbiterio y se construyó un nuevo templo regulado por las disposiciones normativas federales, de tal forma que las dos edificaciones, histórica y contemporánea, convivían de manera armoniosa. Balandrano señaló que la capilla, que se seguía utilizando en las festividades tradicionales, tenía en la barda atrial unos pináculos que eran ejemplo de un tipo de arquitectura defensiva que se construyó en los conventos de la orden franciscana. “Era una construcción sólida en buen estado de conservación, sólo tenía unas pequeñas fisuras pero que no comprometían su estabilidad”, afirmó. Las torres añadidas en el siglo XIX se hicieron con una arquitectura ecléctica, neoclásica, que armonizaba con la estructura virreinal, y en el siglo XX se construyó una sacristía y una bóveda. Añadió que el INAH realiza también una investigación para saber dónde están resguardados los monumentos históricos muebles de la capilla, donde se veneraba al Santo Cristo. La Capilla del Santo Cristo estaba en el antiguo trazo del camino que unía al Puerto de Veracruz con la Ciudad de México, ya que durante la época virreinal, se pasaba por la ciudad de Tlaxcala, donde se localizaba el primer arzobispado. Balandrano expresó que el tema de la preservación del patrimonio cultural ha sido interés generalizado en las comunidades de Tlaxcala, por lo que es incomprensible cómo una comunidad haya cometido este acto de barbarie, “del que se tuvo conocimiento cuando ya no era posible hacer nada por defender la integridad del inmueble”. En donde estaba la capilla, quedó sólo el terreno baldío, sin escombros. Entrevistados por los medios locales, los lugareños respaldaron la determinación de demoler el antiguo edificio, pues aseguraron “representaba un peligro” para los niños que tomaban ahí sus clases de doctrina.

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