GUADALAJARA, Jal. (proceso.com.mx).- Los restos del escritor Juan José Arreola Zúñiga (1918-2001) ingresaron este mediodía a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en una ceremonia solemne que coincide con el 97 aniversario de su nacimiento. El oriundo de Zapotlán El Grande, conocido también como Ciudad Guzmán, fue homenajeado previamente en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara, donde acudieron el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Luis Carlos Vega Pámanes, el presidente del Congreso del Estado, Juan Manuel Alatorre Franco, y el rector de esta casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla. También asistieron el escritor Fernando del Paso, y los hijos del literato: Fuensanta, Claudia Berenice y Orso Arreola. La concurrencia en el interior del recinto fue tan nutrida que debieron conformarse cinco guardias alrededor del féretro. La institución universitaria instaló una pantalla gigante en el exterior del Paraninfo para que los cientos de estudiantes de preparatoria que acudieron y los transeúntes pudieran presenciar el homenaje. Se dio lectura a los galardones y reconocimientos que lo distinguieron a lo largo de su trayectoria en el mundo de las letras, entre ellos el Premio Jalisco de Literatura por su obra ‘Confabulario’, el Premio del Festival Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Premio Internacional de Literatura Juan Rulfo (actualmente Premio FIL) que se entrega en la apertura de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Tras concluir esa ceremonia, los restos mortales del autor fueron trasladados hacia la Rotonda a bordo de un automóvil dorado modelo GTO Pontiac que recorrió la Avenida Juárez. Orso Arreola habló a nombre de su familia y recordó la gran admiración que sentía su padre por el poeta Ramón López Velarde. "Desde niño aprendió a amar a su querido Zapotlán, El Grande. En la mejor etapa de su vida aportó una cuota adicional de esfuerzo en beneficio de Jalisco y México", dijo Orso, quien posee un gran parecido físico con su padre. "Hoy me despido de mi padre. Hoy pasa él a la posteridad", añadió. Además de sus restos mortales, la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres resguarda una escultura de Arreola -obra del artista Rubén Orozco- con su nombre en letras doradas sobre el pedestal, la cual fue situada entre las del militar Marcelino García Barragán y el Dr. Leonardo Oliva. Es una figura esbelta, que de acuerdo con su hijo Orso, corresponde al Arreola de los años cincuenta, cuando estaba en su mayor plenitud literaria.