MÉXICO, D.F. (apro).- Sundance Channel estrenará para América Latina la tercera temporada de su serie australiana ‘El juego de la ley’, el próximo 30 de noviembre. De nuevo, en ella aparece el abogado Cleaver Greene, conocido como Rake, interpretado por el actor Richard Roxburgh. Este personaje es autodestructivo, con un portafolio de clientes muy peculiar: todos son culpables. Su sed de poder y su adicción por los placeres de la vida --mujeres, drogas, dinero-- llevan a Cleaver a una espiral de descontrol, donde su única salvación será tomar los casos judiciales más controversiales. Son casos que ningún abogado se atrevería a defender. En los nuevos capítulos, este abogado no ha cambiado nada. Al contrario, está peor. Como un auténtico adicto, Cleaver va en una constante búsqueda por drogas más duras y experiencias más fuertes. La primera temporada de ‘El juego de la ley’ estuvo nominada en 2013 a mejor serie de televisión de drama por el Australian Film Institute, y, como se recuerda, para la segunda Cleaver defendía a la esposa de un hombre musulmán recién convertido que se inmoló afuera del Parlamento de New South Wales (al que confundió con el Parlamento Federal), en un intento de matar a la primera ministra. Sin embargo, fue el único muerto. La esposa del musulmán fue acusada de conspiración por cometer actos de terrorismo. Entre tanto, Cleaver es captado por la cámara sosteniendo una aventura con la primera ministra de New South Wales (Toni Collette), lo que provoca que el esposo de ésta, el fiscal general (Damien Garvey), haga cuanto esté en su poder para destruir al desventurado abogado. También forman parte del reparto Caroline Brazier, Danielle Cormack, Matt Day, Russell Dykstra, Geoff Morrell y Adrienne Pickering. Este proyecto nació en 2010 desde el otro lado del océano, y en la tercera y última temporada cada episodio abordará una historia diferente de defensas, caracterizadas por la personalidad autodestructiva de su protagonista. El actor Roxburgh ha estelarizado importantes películas en Australia y un gran número de producciones de Hollywood. Su primer papel importante para una cinta internacional fue en ‘Misión Imposible II’ del año 2000, y un año más tarde alcanzó la fama cuando interpretó al villano de ‘El molino rojo’, dirigida por su compatriota Baz Luhrmann. Hacia 2005, dirigió su primer largometraje: ‘Romulus, my Father’, que estrenó en 2007.