'Mis Américas”, de Kevin Johansen, enamora a México

sábado, 29 de octubre de 2016 · 21:22
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Hacia un profundo viaje sonoro por la bohemia, el romanticismo y sabor latino, llevó a sus fans mexicanos el cantante argentino Kevin Johansen, quien se presentó anoche en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris para compartir su reciente discografía “Mis Américas Vol. ½”. Acompañándose del ensamble The Nada, el carismático intérprete ofreció un recorrido por cada uno de los temas que contiene la producción “Mis Américas Vol. ½”, además de aquellas canciones que lo han llevado al reconocimiento y en donde explora por diversos géneros, que van desde el bolero, la cumbia, y el rock pop. Un halo de romanticismo se sentía dentro del foro ubicado en el centro capitalino cuyo show arrancó a las 20:55 horas con “Es como el día”, mientras el escenario se iluminaba de luces tenues multicolores. Aunque el Teatro de la Ciudad no se llenó en su totalidad, la buena energía y la entrega tanto del público así como de Johansen, se palpó de principio a fin; incluso el artista calificó el concierto como un “recital tántrico”, ante tal comunión con su audiencia. Con esta atmósfera se escuchó “Baja la Tierra”, misma que originalmente ejecutó con la cantante mexicana Lila Downs, prosiguiendo “En mi cabeza”, “No seas insegura” y “No voy a ser yo”, de la cual recordó que la realizó junto al cantautor uruguayo Jorge Drexler. En un momento sensible y solemne, aprovechó para sacar de un cofre un mezcal para brindar y dedicar “El Círculo” especialmente a uno de sus seres más queridos: “Esta canción es para mi madre, que perdí hace 15 años y hoy es su cumpleaños.” Ante los aplausos generalizados, después se desató la frescura y la fiesta con “Oh, What a Waist” (Pero qué cintura) y “Cumbiera intelectual”, con la cual hasta se subieron algunas de sus seguidoras a bailar en el entarimado. Continuó con un homenaje a David Bowie al corear “Modern Love” y una extensa selección de rolas que llegaron a lo profundo del alma nacional como: “Anoche Soñé Contigo” y el corrido “Falta Administrativa”, que le inspiró nuestro país cuando lo visitó por primera vez hacia 2004, llena de humor y protesta social. Con dos horas de entrega, parecía que se despediría el vocalista, altamente aclamado por las mujeres que le gritaban “¡guapo!” y le demostraban su ferviente amor, al tiempo que el amable intérprete y su banda desaparecieron sólo unos segundos. Kevin Johansen y The Nada regresaron para regalar los últimos instantes con “La Falla de San Andrés” y “Zambaguala del viajero”, invitando a todo el que quisiera subir junto a ellos, pues como el trovador definió, “no creo en barreras entre músicos y público”. La multitud aprovechó para saludarlo, tomarse “selfies” y llenarlo de besos, para después bajarse y escuchar el cerrojazo con “Fin de Fiesta”, al tiempo que cada uno de los integrantes de The Nada pasaban a despedirse cantando ante un teatro totalmente satisfecho, que poco a poco fue desalojando el inmueble a eso de las 23:25 horas, completamente cautivados de Johansen en una noche gélida que cubría el centro de la ciudad capital. *Esta crónica musical fue solicitada a César Muñoz Valdez para disfrute de nuestros lectores de proceso.com.mx:

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