GUANAJUATO, Gto. (apro).- La música clásica de autores españoles abrió el telón del Teatro Juárez en el Festival Internacional Cervantino (FIC), gracias al concierto de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, dirigida por Enrique Bátiz. “Cervantes instrumental” es el proyecto que, dentro de la línea temática “Cervantes 400, de la locura al idealismo”, incluye una amplia programación inspirada o dedicada a Cervantes, a su personaje Don Quijote, a la época en la que vivió el escritor o, como en esta ocasión, con acto de presencia de los grandes músicos españoles, como describió el crítico Raúl Díaz, quien ofreció una charla previa a los asistentes al Juárez la noche del lunes. El colaborador de Proceso habló sobre el programa integrado por la “Fantasía para un gentilhombre”, de Joaquín Rodrigo; la suite de ballet de “El amor brujo de Manuel de Falla”, y en la segunda parte “La oración del torero”, de Joaquín Turina, el Intermezzo de la ópera “Goyescas”, de Enrique Granados, y por último tres movimientos de la Suite Española op. 47 y Triana, de la Suite Iberia, composiciones de Isaac Albéniz. “Es esta una música no quijotesca, pero sí españolísima”, expuso el crítico al auditorio reunido en el Foyer del Teatro Juárez, al recordar que en torno a Cervantes y a Don Quijote se han creado cosas maravillosas en el mundo de la música, como en otras artes. En el caso de la Fantasía… la dedicatoria de Joaquín Rodrigo fue dirigida a Andrés Segovia, el más grande guitarrista español a quien se atribuye el haber revivido la guitarra para concierto en el siglo XX. Es esta una pieza inscrita en el nacionalismo, con elementos de carácter popular que fueron llevados por Rodrigo a la música de concierto, con todo y lo cual la fantasía no se estrenó en España, sino en San Francisco, California, en marzo de 1958. “En el siglo XVII existió un guitarrista extraordinario que escribió también varios tratados, Gaspar Sanz, varios de los cuales fueron retomados por Joaquín Rodrigo” en la composición que se escuchó a cargo de la Sinfónica del Estado de México, con el guitarrista Alfonso Moreno como solista invitado. En cuanto a la historia de gitanería, “El amor brujo” de Manuel de Falla, Díaz contó al público cervantino que el libreto, originalmente atribuido a su colaborador Gregorio Martínez Sierra, en realidad fue escrito por la esposa de éste, María de la O., lo que no fue reconocido en su tiempo. La historia de la gitana Candelas, perseguida por el espectro de su amante muerto, fue cantada en este concierto por la soprano irapuatense Alejandra Sandoval, egresada de la licenciatura en Música de la Universidad de Guanajuato y con una trayectoria que incluye un debut internacional en Teatro Lírico Nacional de Cuba. Granada, Sevilla y Asturias, piezas de la Suite Española op. 47, fueron seleccionadas de un total de ocho partes de la referida suite. La primera es una serenata; la segunda una sevillana, y la tercera una leyenda, este último un término que ha intrigado al crítico, según confesó en la charla previa al concierto. Iberia, por su parte, “es catalogada como la obra maestra española para piano”, en palabras de Raúl Díaz, para quien “nuestro señor Don Quijote estará presente siempre; no tiene necesidad de resucitar, porque no ha muerto ni morirá”. “Cervantes instrumental” incluye también los conciertos “El ingenioso hidalgo: su tiempo y su influencia”, a cargo de la Trinitate Philharmonia Orquesta y Coro dirigida por Humberto Pérez el jueves 5 en el Templo de La Compañía; “Homenajes” por la Orquesta de Cámara de Bellas Artes dirigida por José Luis Castillo en el Auditorio general de la Universidad de Guanajuato el domingo 9; y por la Orquesta Nacional de España, dirigida por David Afkham, el 11 de octubre en el Teatro Juárez; el “Humoresque de Don Quijote” de Anton Rubinstein con la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, con su director Roberto Beltrán en el Juárez, el 13 de octubre; la Filarmónica de Jalisco con un programa titulado “La España de Cervantes”, el domingo 16 en el Teatro Juárez, y finalmente “El Burlesque del Quixotte” de Georg Philipp Telemann, a cargo del Ensamble Barroco de la UG en La Compañía, el lunes 17.