Inicia la novena edición del Festival de Cine Documental Zanate

martes, 22 de noviembre de 2016 · 20:00
COLIMA, Col. (apro).- Con un total de 27 películas programadas en cartelera, este martes arrancó aquí la novena edición del Festival de Cine Documental Mexicano Zanate, que este año creció en su número de proyecciones porque “en México se produce muy buen cine documental”, dijo su director y fundador, Carlos Cárdenas Aguilar. “Al ser un festival especializado –añadió– sentimos también la responsabilidad de ser un foro”, pues “si en este país exhibir cine mexicano es difícil, exhibir cine documental mexicano es casi un milagro. Entonces, también tenemos un compromiso en ese sentido”. En entrevista, el realizador colimense indicó que conforme a la calidad de las producciones que serán exhibidas “se espera una competencia muy reñida, pero afortunadamente esto es cosa del jurado, y nosotros nos lavamos las manos; hay películas increíbles en cada competencia, creo que los jueces la van a tener muy difícil, sobre todo porque una cosa que cuidamos con la programación fue que haya el espectro más amplio posible, que cada película tenga lo suyo”. Cárdenas Aguilar abundó que entre las películas de esta edición del festival hay temas desde sociales y militantes, hasta cuestiones de personajes donde el público va a reír. “Yo no puedo prometer que todas las películas van a gustar a todos, porque afortunadamente el cine es subjetivo, pero lo que sí puedo asegurar es que ninguna va a dejar al espectador indiferente”. El festival inició con la exhibición de la película invitada El hombre que vio demasiado, dirigida por Trisha Ziff, sobre la vida y obra del fotógrafo de nota roja Enrique Metinides, ganadora recientemente del Ariel al mejor documental. En la clausura, el próximo sábado 26, se proyectará el también documental invitado Tempestad, de Tatiana Huezo. A lo largo de esta semana, diez películas competirán por el Gran Premio Zanate: El remolino, de Laura Herrero Garvín; El buen cristiano, de Izabel Acevedo; Dios nunca muere, de Roberto Olivares y Diego Osorno; Pies ligeros, de Juan Carlos Núñez; Nararachi, de Susana Bernal; Margarita, de Bruno Santamaría; La historia negra del cine mexicano, de Andrés García; Las letras, de Pablo Chavarría; La balada de Oppenheimer Park, de Juan Manuel Sepúlveda, y El charro de Toluquilla, de José Villalobos. Además, seis documentales compiten por el premio Zanate Universitario, cinco por el Zanate Corto/Medio Metraje y cuatro por el Zanate Colima. Entre otras actividades, dentro del festival se encuentra la segunda edición del Reto Doc Zanate, en el que tres equipos participan en un desafío de realizar un documental en un plazo de cien horas. Como parte de la vertiente de formación, están programados dos conversatorios con las temáticas “Lo autobiográfico en el documental” y “La no ficción”, con la participación, entre otros, del documentalista peruano Mauricio Godoy. Carlos Cárdenas comentó que por tratarse de un festival muy especializado, de cine documental, Zanate ha crecido poco a poco y los organizadores continúan trabajando en la formación de público. “Afortunadamente la gente llega, llena las salas, es muy bonito, pero la expectativa es crecer en número de espectadores para poder tener más foros de exhibición para el cine documental y afianzar estos proyectos que tenemos en cuestión de formación y de producción”, sostuvo. Precisó que si bien son pocas las películas que se programan, a diferencia de otros festivales se programan sólo una sola vez y “nosotros no empalmamos ninguna función, lo que hace que tengamos una menor cantidad, pero que la gente las puede disfrutar, y eso ha hecho que cada función se vuelva muy especial; cada año ha ido creciendo el número de asistentes y esperamos que este año no sea la excepción”. De acuerdo con Cárdenas Aguilar, el festival Zanate “empieza a quedar chico, pero como tiene un formato muy específico nos ha hecho empezar a mutar otro tipo de proyectos: el festival es el producto estrella, pero el año pasado empezamos a diversificar otros proyectos como la Caravana Zanate, que es la itinerancia del festival en otras épocas del año, con la presentación en plazas públicas, pueblos y colonias; tenemos también la Zanateca, que es un espacio de exhibición continua, y ofrecemos tres o cuatro talleres al año para estar formando a la gente en ese sentido”.

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