Otorga la UACh doctorado Honoris Causa al escritor Ignacio Solares

martes, 6 de diciembre de 2016 · 21:37
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- La Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) otorgó el doctorado Honoris Causa al periodista, escritor y académico Ignacio Antonio Solares Bernal. En el marco del LXII aniversario de la UACh, el Consejo Universitario y el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, destacaron la aportación de Solares a las letras y al periodismo, y señalaron que con su obra ha posicionado a Chihuahua. “Este doctorado Honoris Causa es el mayor reconocimiento que se me ha entregado, porque ante todo soy chihuahuense y universitario. Me llena de esperanza y orgullo y, sobre todo, me compromete aún más con mi estado, con esta universidad, con mi profesión y con la difusión de la cultura”, dijo Ignacio Solares después de que el rector Luis Alberto Fierro Ramírez le colocó el birrete doctoral. En su mensaje, el escritor conminó a los asistentes a continuar impulsando la cultura, porque “si la violencia es el veneno, la cultura es el antídoto”, apuntó. Entrevistado por Apro, Solares se mostró complacido y emocionado por el reconocimiento que, insistió, lo compromete aún más con los chihuahuenses y con su profesión, pero subrayó que de manera particular le duele la violencia que ha sufrido Chihuahua. “Es un ciclo en que me duele particularmente esta violencia porque es mi estado. Actualmente hay un gran problema en la sierra con el narcotráfico, luego los feminicidios y las mujeres sacrificadas. Es un karma que tiene Chihuahua. Es un karma muy complicado el que tienen los chihuahuenses”. Solares hizo referencia al momento que vive México “con la corrupción de gobernadores”, e indicó que tiene esperanza en que Javier Corral, a quien reconoce como su amigo, haga un buen trabajo porque lo considera un hombre honesto e inteligente. “Tengo esperanza de que logre sacar adelante a Chihuahua”. El escritor hizo énfasis en la importancia de promover la cultura y acabar con la corrupción. “Tenemos un veneno del que estábamos hablando, que es la violencia, y yo creo que se necesitan antídotos para esa violencia. Hace falta cultura y no ser corruptos, no ser asesinos. ¿En cuántos estados está mezclado el narco con gobernadores?”, inquirió. También recordó su formación como periodista y a su maestro Julio Scherer, fundador de la revista Proceso. “A Julio Scherer le debo mi carrera, él me hizo director del programa de cultura, de él recibí los mejores consejos, y no sólo fue el mejor periodista del siglo XX, sino que fue un padre para mí”, sostuvo. En su discurso, el autor de 40 obras literarias expresó que la literatura es una de las más elevadas formas de expresión del espíritu humano. “Sólo la literatura dispone de las técnicas y poderes para destilar el delicado elixir de la vida: la verdad escondida en el corazón humano”. El también dramaturgo indicó que él no podría entender su vida de otra forma, porque sus raíces son filosóficas y literarias, de ahí la importancia del reconocimiento que hoy recibió tras ser postulado por la Facultad de Filosofía y Letras. “Así nos sucede a los chihuahuenses, no hay otro lugar más idóneo (…) La mejor forma de retratar sus paisajes es la literatura”, apuntó, y recordó a otros escritores chihuahuenses destacados, como Víctor Hugo Rascón Banda, Sebastián, Benjamín Domínguez, Joaquín Armando Chacón y Carlos Montemayor. Con ellos se creó una especie de embajada de Chihuahua en México, porque mantuvieron una constante y entrañable relación con su entidad, dijo. De igual manera, recordó que antes de él, el escritor Martín Luis Guzmán recibió el grado Honoris Causa en Chihuahua. Tras referirse a su formación jesuita en el Instituto Regional, resaltó que el maestro Federico Ferro Gay le inculcó el amor a la literatura, y destacó que el actual rector de la UACh, Luis Alberto Fierro Ramírez, fue el primero que se recibió de la Facultad de Filosofía y Letras. “Sólo la literatura dispone de las técnicas y poderes para destilar el delicado elixir de la vida, escondida en el corazón humano”, añadió. Junto con Ignacio Solares fue reconocida con la Medalla al Mérito Universitario la defensora de derechos humanos Luz Estela Castro Rodríguez, quien ha exigido que se hagan visibles los feminicidios, desapariciones forzadas y desplazamientos de personas. Castro Rodríguez, fundadora y exdirectora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), agradeció a su familia y a quienes influyeron en su formación profesional e ideológica. “Confío en mi fuerza interna y acudo con frecuencia a las cosas que me gustaban cuando era niña para sacar de ahí la valentía y la forma de evaluar mi camino (...) Tiene que haber una provocación en la UACh y en todas partes para que haya una transformación no individual sino colectiva, para infundir el compromiso con los derechos humanos”, dijo la feminista, quien fue postulada por Abraham Paniagua Vázquez, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la institución académica. Por su parte, Fierro Ramírez destacó que en esta ocasión decidieron reconocer a dos representantes de los derechos humanos y de la literatura, respectivamente, porque es el rumbo que la UACh desea tomar, y precisó que la Universidad busca ser el espacio para las organizaciones no gubernamentales. A su vez, el gobernador Javier Corral destacó el trabajo de Castro Rodríguez porque –dijo– lo hizo junto con su equipo en un ambiente inhóspito contra los derechos humanos, en medio de persecuciones, y para ello se requiere mucho valor. Sobre Solares, destacó el conocimiento de la frontera que ha sabido plasmar en su obra literaria, porque “no reconoce más patria que su infancia”. Remató: “En el estado necesitamos volver a leer y a escribir con libertad, con plena autonomía”. Solares se ha destacado como académico, escritor, articulista, dramaturgo y director de teatro. En sus obras ha retratado eventos históricos y a personajes mexicanos. Ha sido ganador de diferentes galardones, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo de México en el área de Divulgación Cultural, en 1994; Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares, en 1996, por ‘Nen, la inútil’; Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, en 2008, y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura, en 2010.

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