Rinden homenaje a la compositora Consuelo Velásquez en Bellas Artes

lunes, 11 de abril de 2016 · 12:58
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con el tenor Fernando De la Mora, Eugenia León y Cecilia Toussaint, acompañados del Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes, ayer se realizó en el Palacio de Bellas Artes un homenaje a la compositora jalisciense Consuelo Velásquez Torres (Ciudad Guzmán, 21 de agosto 1916-Ciudad de México, 22 de enero 2005). Rodrigo Macías fungió como director concertador, César Piña fue el director escénico e iluminador, Christian Gomel el conductor huésped coral y Eleonora Velásquez la coordinadora general. El programa abrió con una Obertura y continuó con interpretaciones de las piezas de Consuelito: “Enamorada”, “Corazón”, “Al nacer este día”, “Amar y vivir”, “Que seas feliz”, “Ser y no ser” y “Verdad amarga”. Tras el intermedio se cantaron: “Yo no fui”, “Será por eso”, “¡Qué divino!”, “Enamorado perdido”, “Aunque tengas razón”, “Cachito”, “Franqueza”, y “Bésame mucho”, coreada al unísono por los asistentes que llenaron la sala de conciertos. El brillante espectáculo multimedia, con las voces de Eugenia, De la Mora y la Toussaunt, intitulado “Consuelo Velásquez. 100 años”, contó entre sus principales promotores al hijo de la creadora de “Bésame mucho”, Mariano Rivera Velásquez, arquitecto y artista plástico, quien apadrinó el montaje “Amar y vivir” en Guadalajara, a mediados de agosto del 2015, dando inicio entonces a los festejos oficiales por el natalicio de su madre. “Bésame mucho” es la canción mexicana más interpretada, grabada y traducida a nivel internacional. Otros de sus temas son: “Verdad amarga”, “Chiqui-Chiqui”, “Franqueza”, “Orgullosa y bonita” y “Amor sobre ruedas”, entre muchos otros. “Consuelito” en la memoria En entrevista con Apro, el hijo del también productor artístico Mario Rivera Conde (con quien Consuelito casó el 25 de octubre de 1944), recordó así a su mamá: “Era una belleza jalisciense fina, imponente, llena de carisma. Donde llegara todo mundo volteaba a verla. Nació un 21 de agosto de 1916 en Ciudad Guzmán, antiguo Zapotlán El Grande, tierra de Orozco y de Arreola, en una casa muy bonita en contra esquina de Catedral. Su público la consagró con el nombre de Consuelito, aparte de que las mamás arrullaron a sus hijos cantando ‘Cachito’. “A mi madre le impactó muchísimo el estallido de la Segunda Guerra Mundial y pensó, al escribir ‘Bésame mucho’, en las parejas de novios que tenían que despedirse, tal vez para siempre. Observadora de la vida, le importaba la gente… pero orita hablamos más de ‘Bésame mucho’. “Porque está ‘Que seas feliz’, bolero que se ha grabado en canción ranchera. Fue la primera canción en que la despedida amorosa estuvo marcada por un buen deseo. No se trataba de maldecir al antiguo amado. Es una bendición. Canta la nobleza del amor. Para ella lo más importante era el amor. Sus canciones son absolutamente sinceras, incluso las juguetonas como ‘Yo no fui’ que la grabó, antes que nadie, Benny Moré. “La música de mi madre regresa siempre, y hoy con más fuerza. Las generaciones van redescubriendo sus temas, y es el caso de ‘Bésame mucho’ que nunca se ha ido, al grado de ser un símbolo para México.” En la última entrevista realizada por Elena Poniatowska en La Jornada, hacia julio de 2003, Consuelito relató cómo escribió aquel bolero sin igual, “Bésame mucho”, si bien Mariano posee su propia versión: Se la compuso a su papá. “Mi mamá estaba muy joven y era pianista concertista, pero tenía sus melodías y letras secretas. Se recibió en 1938 en la sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes, pero tenía un alma romántica de Guadalajara.” Sus maestros fueron los pedagogos Ramón Serrato y la esposa de éste, Aurora Serrato, fundadores de la mejor academia de piano en Zapotlán, quienes decidieron venirse a México para abrir otra. Consuelito los acompañó. “Ella quiso concluir sus estudios de piano y llegó acá para vivir con su tío el general Pedro Torres Ortiz (amigo de Lázaro Cárdenas) y su esposa Flora. Al recibirse, inmediatamente le ofrecieron un programa de música clásica en la naciente XEQ. No anunciaban que era ella, sino un pianista austriaco, y para descansar se encerraba en su estudio a tocar sus melodías.” Algunos intérpretes las oyeron y empezaron a cantarlas ocultando la autoría de Consuelito, quien afirmaba “eran de una amiga”. Cuando Mariano Rivera Conde, director de programación de la XEQ, le pidió el nombre de la supuesta amiga para pagarle derechos de autor, dice que ella consintió: –Está bien, está bien… ¡Esas canciones son mías! “Y así nació la compositora de música popular Consuelo Velásquez. Todavía no eran novios. Chela Campos y Emilio Tuero grabaron ‘Bésame mucho’ en 1944, durando en el primer lugar de Estados Unidos 14 semanas y se difundió a todo el mundo. Ella sostuvo que no se la escribió a nadie porque aún no había besado, ya que en Guadalajara comenzaron a murmurar que se la había dedicado a un pretendiente con el que no llegó a nada y eso le molestaba. “Aunque nunca lo dijo, yo creo que la compuso en 1940 durante el apasionado noviazgo con mi padre. Duraron seis años de novios, ella había rechazado un contrato de Walt Disney para hacer una película en Estados Unidos, porque tenía que volver a México para casarse. Dejó Hollywood por mi padre y se regresó, contrajeron matrimonio el 25 de octubre de 1944 en la iglesia del Santo Niño de Praga. Mi papá trabajaba mucho, pero apenas pudo llevarla de luna de miel a San Miguel Regla. Yo nací un año después, así que sacando cuentas, ahí fui concebido.”

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