'El Butoh de Hijikata: Teatro en el cuerpo”

miércoles, 6 de abril de 2016 · 13:16
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- ¿Qué significa emanciparse desde el cuerpo? Uno puede encontrar respuestas y ejemplos concretos a esa cuestión en el movimiento revolucionario japonés de Tatsumi Hijikata (1928-1986), que él denominó Ankoku Butoh. La historia del apogeo de ese movimiento está abordada en la exposición El Butoh de Hijikata: Teatro en el cuerpo, que la noche del jueves 31 de marzo se inauguró en la Galería Underground del Museo Universitario del Chopo de la UNAM. Hijikata generó su insurrección corporal en plena dimensión mundial de Guerra Fría en la que Estados Unidos se perfilaba como una nación neocolonialista y represora, y en la dimensión local de Japón acontecían intensas manifestaciones políticas contra aquellos intereses voraces estadunidenses de dominación del orbe. También cabe mencionar que, mientras Hijikata era un joven japonés de 17 años, ocurría la detonación de las bombas nucleares Little Boy y Fat Man sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki respectivamente en 1945, que fueron el precedente de ese país del norte de América por conquistar las naciones del mundo mediante el control militar, atentado violento a los cuerpos de los ciudadanos. ¿Cómo se opone Hijikata a dicho estado negativo de las cosas de sus tiempos vía el cuerpo? ¿Cómo da sentido político al cuerpo? La exposición, curada por Takashi Morishita --quien dirige el Archivo Hijikata en la Universidad de Keio--, es muy clara y puntual: Hijikata renuncia a los códigos dancísticos que implican esplendor, orden, entrenamiento y perfección en los cuerpos, como el ballet --por mencionar un ejemplo de colonización universal--, para apasionarse más bien por la decadencia, el caos, la espontaneidad y la imperfección que lo hagan encontrarse con su humanidad japonesa. Así, bajo esa pauta, uno recorre fotografías, videos, vestuarios y diseños de cartel del movimiento contracultural del Hijikata de los años sesenta y setenta. Podemos darnos cuenta de los temas que a él le apasionaron --como la mujer de Japón, la energía sexual, la enfermedad y, curiosamente, la crucifixión de Jesús-- por su conexión abstracta y sin ideología religiosa con la situación del cuerpo caído y el dolor. La muestra está divida en dos etapas de Hijikata: La que corresponde al año 68 en el que la obra de danza representativa de la rebelión corporal --titulada Hijikata Tatsumi y el pueblo japonés: La revuelta del cuerpo presenta un cuerpo local japonés, estallante y visceral sin límites, inédita en la historia de la danza--; y la del 72, durante la cual Hijikata se volvió más prolífico al crear varias obras como Cuento sobre la viruela y La casa silenciosa, en las cuales su cuerpo se muestra más contemplativo. No mucho tiempo estará la exhibición allí en Santa María La Ribera, hasta el sábado 9, dentro del marco del primer Festival Internacional de Danza Butoh en América Latina Cuerpos en Revuelta, que ha sido gestionado por el Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual, auténticamente mexicano, con la dirección de Eugenia Vargas. Para ver las actividades formativas y estrenos consulte: http://www.chopo.unam.mx/danza/CuerposEnRevuelta.html

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