Rechaza comisión de expertos demoler Edificio H de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La comisión de expertos que analizó el caso del Espacio Escultórico y el Edificio H de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) determinó que el inmueble no debe ser demolido.
"El proyecto y construcción del edificio H se realizaron respetando la normatividad internacional y la normativa universitaria, por lo que se decide no considerar la demolición parcial o total, y que cualquier acción en el edificio H deberá ser reversible, no permanente y no invasiva".
Así lo destacaron en su resolución los arquitectos Marcos Mazari Hiriart y Raúl Delgado Lamas; el arquitecto en paisaje Pedro Camarena; la escultora Yvonne Domenge; Luis Zambrano, secretario general de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, y Luis Álvarez Icaza, Louise Noelle Gras y Luis Arnal Simón.
El pasado 5 de febrero, luego de que diversos sectores de la comunidad artística e intelectual criticaron la construcción del edificio H, debido a que "daña" la vista del paisaje desde el Espacio Escultórico, y demandaron demoler los cuatro pisos superiores del inmueble, el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, creó la comisión de expertos para analizar el caso. Después de casi cinco meses de trabajo dieron su fallo.
Como parte de su análisis, los comisionados hicieron dos recomendaciones, en una de las cuales proponen promover la consideración del Espacio Escultórico para su declaración como Monumento Artístico Nacional, integrado al Paseo de las Esculturas, para buscar su conservación.
"Para ello es necesario restaurar este conjunto escultórico en todos sus sentidos, desde la limpieza en la parte central, hasta la restauración arquitectónica de los volúmenes piramidales que lo envuelven, así como diseñar un plan de administración, manejo de acceso, horarios y control, que permitan la contemplación de los visitantes en relación con la naturaleza y el sitio", destacaron.
La segunda recomendación tiene que ver con más apoyos para la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, así como respetar la conservación de sus especies y paisaje, "incrementando la vigilancia y mantenimiento de su gran extensión".
De acuerdo con información publicada en la edición 2062 de la revista Proceso, la polémica por la construcción del edificio H de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) revela conflictos que van más allá de obstaculizar la visual de un ángulo del Espacio Escultórico: Plantea el "imperativo" de actualizar las tareas de planeación integral de todo el campus universitario e incluso de renovar el Plan Maestro de Ciudad Universitaria.
Esa fue una de las conclusiones entregadas por el Comité de Análisis para la Sustentabilidad de los Espacios Universitarios, convocado por el rector Enrique Graue Wiechers, para dar seguimiento a la demanda de la organización civil Salvemos el Espacio Escultórico de demoler el edificio H, cuya construcción tuvo un costo de 55 millones 539 mil 176 pesos.
Entre otros aspectos, el grupo recomendó integrar un equipo interdisciplinario que junto con el Subcomité del Campus Central (inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO) proponga una "solución técnica que restaure la visual afectada"; promover ante el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) la declaratoria de monumento artístico del Espacio Escultórico, el Paseo de las Esculturas y su entorno inmediato; y fortalecer los mecanismos de protección de los patrimonios cultural y natural de la UNAM.
Durante la administración del rector José Narro Robles (ahora secretario de Salud del gobierno de Enrique Peña Nieto) se construyeron 493 mil 225 metros cuadrados de nuevas instalaciones, incluido el Edificio H, es decir, el doble de lo originalmente construido en CU, dijo el propio funcionario a los medios en noviembre de 2015.
Ante ese panorama, un grupo de universitarios solicitó desde marzo del año pasado a la entonces directora general de Obras y Conservación de la UNAM, Ana de Gortari Pedroza, información sobre los impactos a corto, mediano y largo plazo de dichas obras, tanto en materia social como en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), decretada como tal en octubre de 1983.
[caption id="attachment_429883" align="alignnone" width="702"] El nuevo edificio de la FCPyS visto desde el espacio escultórico. Foto: Raúl Pérez[/caption]
Error costoso
Participante del movimiento ecologista que estudiantes y maestros del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias encabezaron en los años ochenta para lograr la declaratoria de la REPSA, el biólogo Raúl García Barrios, experto en manejo de recursos naturales, doctorado por la Universidad de Berkeley, California, consideró que el análisis debe ir más allá de la coyuntura del edificio H de la FCPS y de un comité de 10 elementos.
Debe haber, en su opinión, un gran debate sobre el crecimiento y el destino de toda Ciudad Universitaria. Sin asomo de dudas el también investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), con sede en el Estado de Morelos, afirma que la UNAM debe reconocer el "error", no buscar acciones de mitigación sino demoler el edificio H, pues debe ser ejemplo de coherencia ética.
Dijo que el edificio en cuestión no debió construirse, de hecho juzgó que en este momento la UNAM ya no debe tener más proyectos de desarrollo o urbanización horizontal en CU. Si es necesaria una construcción deberá considerarse su realización en forma vertical, ya sea hacia arriba o hacia abajo.
El biólogo aclaró que el edificio de Ciencias Políticas no se hizo dentro de la REPSA, pero sí en el límite (hay que decir que tampoco se encuentra en la zona inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial, pero sí en el área de amortiguamiento de ésta).
García Barrios mencionó que al parecer el inmueble fue construido sin manifestación del impacto ambiental (así lo confirma la coordinadora del Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad, Mireya Ímaz Gispert, en recuadro anexo), y por lo tanto viola las disposiciones en esta materia tanto federales como de la Ciudad de México, por lo cual "debe ser removido".
"Esto sentaría un precedente muy importante: La universidad reconoce su error y quita un edificio que la daña a sí misma, que no cumple un análisis costo-beneficio. Es decir, los costos son mayores que el mismo edificio. Los edificios de la universidad deben ser planeados y construidos de otra manera. Se plantea mitigar los impactos, ponerle hiedra u otros procedimientos, eso suena bien pero no es lo correcto en estos momentos."
[caption id="attachment_440602" align="alignnone" width="702"] El edificio H de la FCPyS. Foto: Alejandro Saldívar[/caption]
Defensa
Parte de la polémica en torno al edificio H se ha centrado en las afectaciones a la vista panorámica y no tanto en los impactos al entorno universitario y particularmente a la Reserva Ecológica, se le comentó a García Barrios, quien tras destacar que el Espacio Escultórico "es una gran obra universitaria" y dar la razón a quienes han protestado por la construcción, detalló los efectos negativos en la REPSA.
Advirtió primero el riesgo de intentar "mitigar" el impacto visual del edificio colocándole especies de flora extrañas a la Reserva pues se incrementarían sus problemas. Luego reiteró que la universidad ya no debe crecer en CU, y si es necesario tendrá que hacerlo en sus unidades foráneas, descentralizarse y redistribuirse, asumir su carácter de universidad "nacional" pues de lo contrario seguirá impactando la Reserva.
En este sentido dijo que habrá quien opine que el edificio H tiene efectos marginales, pero él afirmó que todos los impactos se van sumando hasta hacer un gran problema y esto debe detenerse.
Además se debe proveer de recursos a la universidad para la restauración y conservación de sus espacios ecológicos internos, no sólo por su valor para la propia institución, sino para toda la Ciudad de México, para la cual es un pulmón.
García Barrios es autor del texto "El origen de la reserva ecológica de la UNAM en CU: Historia de un conflicto patrimonial y ambiental", publicado en septiembre de 2014 en la revista Cultura y representaciones sociales, editada por la UNAM (ww.scielo.org.mx/pdf/crs/v9n17/v9n17a6.pdf), en el cual afirma que es "una de las áreas de conservación urbana más grande del mundo", y relata su historia marcada por la confrontación entre estudiantes y profesores con las autoridades universitarias del momento, que buscaban "capitalizar" territorios del campus.