Teatro: "La belleza"

jueves, 28 de julio de 2016 · 12:05
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La obra teatral La belleza, del escritor David Olguín, inició su tercera temporada en el Teatro El Galeón, foro del Centro Cultural del Bosque, en el que recientemente se han presentado las producciones más consolidadas por su vida escénica. Tales son los casos de la obra La máquina de la soledad, que incluso develó ahí una placa por 100 representaciones, y esta puesta en escena que cuenta con una trayectoria de dos temporadas en el Teatro El Milagro. Su crecimiento es plausible: 1) El reparto constituido por Laura Almela (reconocida actriz de teatro, cine y televisión), Mauricio Pimentel y Rodrigo Espinosa, ha logrado identificarse con los personajes, de los cuales el de carácter masculino es realizado por la actriz mientras que los de carácter femenino son realizados por los actores. 2) La escenografía monocromática en tonalidad beige de Gabriel Pascal ha construido un escenario de menor escala al escenario real del Teatro El Galeón, similar al diseño de la “matrioshka” rusa, es decir, un escenario pequeño dentro de otro más grande. 3) Y la dramaturgia fluye por las ininterrumpidas interacciones entre los personajes y la gama de matices de éstas, la cual ha sido dirigida por el mismo David Olguín. El relato reconstruye el caso verídico de Julia Pastrana, una mujer mexicana con exceso de vello, dientes y mandíbula prominente ubicada en el siglo XIX, diagnosticada entonces científicamente como mujer con síndrome de hipertricosis lanuginosa por la influencia de la teoría naturalista de Charles Darwin de aquella época. Sin embargo, socialmente fue tratada como especie endémica originaria de México gracias a Theodore W. Lent, empresario circense estadunidense, quien aprovechándose de su trastorno físico la exhibió públicamente como espectáculo de lo raro en Estados Unidos y Europa para hacer fama y fortuna, al tiempo que se convirtiera en su esposo. Ella era una bailarina enamorada de Theodore. La obra plantea el dilema sobre quién es la verdadera bestia: ¿Julia, “la mujer simio”, o Theodor, el mezquino empresario? Y lo resuelve, en escena, inclinándose hacia el segundo. Desde la ética, la belleza está definida por el amor de Julia a la condición física de su existencia. Y la fealdad, su contraparte, está definida por el corazón egoísta de Theodor. Así, tal y como se dice comúnmente, la puesta redunda en que la belleza es interna. El caso de Julia Pastrana fue resuelto legalmente hasta hace tres años, el 7 de febrero de 2013, cuando su cuerpo (que permaneció momificado en Noruega durante más de 100 años con fines de estudios científicos) fue entregado a las autoridades mexicanas. Hoy día se encuentra en el Cementerio Histórico del Estado de Sinaloa de donde ella es originaria. La puesta, en la que participan también el diseñador de vestuario Rodrigo Muñoz y el coreógrafo Rafael Rosales, estará durante un mes en la cartelera del Instituto Nacional de Bellas Artes.

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