CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El cineasta Abbas Kiarostami, considerado un director fundamental de la llamada “nueva ola del cine iraní”, falleció hoy en París a unos días de que cumpliera los 76 años, tras padecer un cáncer gastrointestinal, según confirmó la Casa del Cine de Irán y la Agencia de Noticias Iraní (IRNA, por sus siglas en inglés). Diarios franceses como Le Monde, Le Figaro, L’Express y Le Parisien, entre otros, dieron a conocer que el realizador llegó a la capital francesa desde hace unas semanas para tratarse contra el cáncer que finalmente lo venció. Ganador de la Palma de Oro de Cannes en 1997 por El sabor de las cerezas, su filme con mayor reconocimiento, Kiarostami nació el 22 de junio de 1940 en Teherán y estudió artes plásticas, donde sus primeros trabajos fueron como diseñador gráfico de carteles publicitarios y director de anuncios televisivos. A los 29 años comenzó a trabajar para el centro Kanun, una organización que promueve métodos de desarrollo intelectual para niños y jóvenes, y donde empezó a rodar sus primeras películas siendo El pan y la calle, una de sus primeras películas. Le siguieron largometrajes como Gozaresh (1977) y Párvulos (1984), aunque el reconocimiento internacional le llegó con ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987) que inauguró la llamada “Trilogía Koker” –en un intermedio filmó Close up (1990)–, que incluye Y la vida continúa… (1992) y A través de los olivos (1994). Koker es una ciudad al norte de Irán. Después llegó El sabor de las cerezas (1997), que le hizo merecedor de La Palma de Oro de Cannes; El viento nos llevará (1999) que le concedió el Gran Premio del Jurado en Venecia; Ten (2002), Tickets (2005), Shirin (2008) y Copia certificada (2010) rodada en la ciudad italiana de Toscana y protagonizada por la actriz francesa Juliette Binoche (por la cual obtuvo el premio a Mejor Actriz en Cannes), siendo Japón donde Kiarostami filmó su última cinta: Like someone in love (2012). En total Kiarostami rodó 44 filmes a lo largo de su carrera. Cineastas como Akira Kurosawa y Quentin Tarantino lo llegaron a comparar como un heredero del trabajo de Roberto Rossellini. Apenas la semana pasada la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos lo incluyó en su lista de directores y artistas que se unirían a sus filas.