'Trainspotting 2: La vida en el abismo”: Un buen epílogo

viernes, 24 de marzo de 2017 · 11:20
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Lo primero que evoca la secuela de Trainspotting (1996) es nostalgia por aquellos personajes que nos hicieron vibrar y nos escandalizaron gracias a sus impulsos autodestructivos, hace 20 años. Pero la nostalgia sólo dura los primeros minutos, después los personajes vuelven a ganarnos gracias a la esencia que los caracteriza, aunque habrá que añadir un dejo de tristeza en este reencuentro. Y es que los años no han pasado en balde, y todos, sin excepción, siguen con varios demonios con los cuales deberán seguir lidiando. La historia de Trainspotting 2: La vida en el abismo, dirigida de nuevo por Danny Boyle, se desarrolla 20 años después de los acontecimientos de la primera entrega, donde vimos cómo Mark (Ewan McGregor) escapaba con el dinero de sus amigos, dejando sólo la parte que le correspondía a Spud (Ewen Bremner). A dos décadas de distancia nos enteramos que Mark se había ido a Ámsterdam, donde comenzó a rehacer su vida; Spud continúa luchando con su adicción a la heroína; Simon, mejor conocido como Sick Boy (Johnny Lee Miller), maneja un Pub poco exitoso, lo que le sirve de pretexto para hacer algunas extorsiones, y Begbie (Robert Carlyle) se encuentra cumpliendo una larga condena en prisión. El hecho que desencadena el reencuentro es un infarto sufrido por Mark mientras hacía ejercicio. Luego de este episodio decide regresar a casa para encontrar que su madre ha muerto, y para saldar cuentas con sus viejos amigos, mismos que no lo recibirán con los brazos abiertos, al menos al principio. Spud está a punto de tomar una decisión drástica cuando Mark lo interrumpe; Simon no puede perdonar su traición, ni tampoco Begbie, quien se las ingeniará para escapar de prisión y ajustar cuentas con Mark, a su manera. El reencuentro es sumamente explosivo, pero necesario para que los personajes avancen, y es que finalmente es hora de enfrentar las decisiones de vida que han tomado los personajes. En ese sentido la cinta es un poco explicativa, y parte de su chiste es que desentraña y explica algunas de las conductas de los anti-héroes, mismas que los tiene en una situación decadente que por supuesto no mejora con los años. Y... Trainspotting 2: La vida en el abismo no es mejor que su antecesora, pero sí es un estupendo epílogo.

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