La obra del pintor francés Yves Klein en el MUAC

martes, 29 de agosto de 2017 · 14:18
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) acaba de inaugurar, el sábado pasado, la primera retrospectiva en América Latina de uno de los pioneros del arte de la segunda mitad del siglo XX: Yves Klein (Niza, Francia- 1928-París- 1962). Su carrera artística marcó pautas y aportó nuevas maneras de aproximarse al arte a pesar de su prematura muerte, con solo 34 años. Hijo de artistas: Marie Raymond, pintora abstracta y Fred Klein, holandés figurativo, favorecieron desde temprana edad su acercamiento al mundo del arte. Comprometido con sus ideas y con su profunda inquietud de experimentación, se convirtió a sí mismo en una obra artística. Su trabajo abarcó pintura, acciones pictóricas y composiciones musicales. Su obra resultó una provocación llevada a sus máximas consecuencias: intentó incansablemente acercarse a la investigación creativa sustentada en la espiritualidad, que consideraba el territorio del arte. Para Klein, la imaginación es un acto vital, y por ello manifestó que el arte de pintar consistía en darle libertad al estado primordial de la materia; es por ello que su trabajo va adquiriendo materialidad a través del color y de todas aquellas acciones que detonen, a través de la sensibilidad, evocar lo invisible del mundo visible. Fue precursor de las prácticas inmateriales que se practican actualmente. La exposición reúne 75 obras, documentos, dibujos, cartas, videos, archivos, y una cuidadosa cronología que ubican al visitante y ofrecen un panorama completo de la vida y trabajo de Klein. Dividida en tres partes de manera cronológica, la exposición abarca: la monocromía, la materialidad de la carne y el arte como campo inmaterial. Las primeras piezas corresponden a la muestra realizada en la Galería Collete Allendy y en Iris Clert Gallery en París en 1957, que se tituló Proposiciones monocromas: Reducir a los límites más extremos la acción pictórica basada en la monocromía y la utilización del color IKB (Inter Klein Blue), patentado por él mismo como campo inmaterial. Se exhiben también los objetos y elementos que al ser pigmentados se transforman en esculturas. La reflexión y la experiencia del “vacío” (pinturas y acciones que se registraron en video y en su pieza icónica Dimanche de 1960, así como los cuadros realizados con fuego y aire), muestran un arte que sucede en la experiencia: En la serie Antropometrías, por ejemplo, las modelos y los músicos realizan una acción en la cual el cuerpo es sólo la huella de la experiencia. Todo esto propicia y desencadena la posibilidad de romper los límites establecidos y evocar nuevos territorios, así como vincular y unificar la vida y el arte. La muestra permanecerá abierta hasta el 14 de enero del 2018, en el MUAC, ubicado en el Centro Cultural Universitario de la Ciudad de México.

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