La ópera de marionetas de 'Hansel y Gretel” maravilló en el Teatro Juárez en el marco del Cervantino

sábado, 27 de octubre de 2018 · 22:47
GUANAJUATO, Gto. (proceso.com.mx).- Si de por si los cuentos suelen maravillar a niños y adultos por igual, ahora imagine ver la historia de Hansel y Gretel a cargo de una de las compañías de marionetas más legendarias del mundo en el imponente Teatro Juárez de Guanajuato, y en marco del XLVI Festival Internacional Cervantino (FIC). Se trató de la ópera de cuento de hadas Hansel y Gretel interpretada por el Teatro de Marionetas de Salzburgo (misma que cumplió este año su 105 aniversario de existencia), en un espectáculo que tuvo sólo tres funciones. Esta ópera en marionetas se interpretó por vez primera en 1893 y en México tuvo eco en 1903 en el Teatro Arbeu: La historia tiene la música original de Engelbert Humperdinck y libreto de Adelheide Wette, así como la grabación de la ópera a cargo de Inbocallupo coro y orquesta. Hansel y Gretel, uno de los cuentos clásicos de los hermanos Grimm narra la historia de dos hermanos que al perderse en el bosque --y no encontrar el camino de regreso a casa--, terminan llegando a la casa de una bruja malvada que engorda a los niños a base de dulces para convertirlos en galletas de jengibre y luego comérselos. Sin embargo, estos niños logran escapar, matar a la bruja y al final encuentran a sus padres. Dividida en tres actos y un aproximado de 70 minutos de duración, la ópera fascinó desde el primer momento cuando se iluminó la caja del escenario mostrando a las marionetas dentro, la escenografía jugó un papel determinante con paredes que jugaban con la sensación de profundidad y daban la idea de ver un pequeño mundo en tercera dimensión. Los personajes, escenarios, objetos y animales tenían una característica tan real (trabajo del tallador de títeres Pierre Monnerat), que si no fuera por los hilos que de repente se distinguían con el reflejo de la luz uno pensaría que encogieron a unos pobres seres humanos. Si hay que decirlo, hubo un personaje que se llevó la obra fue La bruja malvada. Cosa rara, pues los personajes principales son los niños, sin embargo todo lo relativo a ese ser fue cuidado al detalle y fascinó a niños y adultos, desde su vuelo en la escoba recorriendo cada esquina del escenario, su casa de jengibre, sus golosinas, su transformación de una pobre mujer anciana a bruja con piel verde, su mascota (un gato negro y gordo), y hasta su casa con el horno incandescente que aguardaba la muerte segura de Hansel, y en el que finalmente terminó por ser cocinada cuando los hermanos la empujaron dentro para terminar dorada como galleta. La historia contó con siete personajes y mismo número de marionetistas a los que se les abrió el telón tres veces ante los aplausos de la gente: Hansel (Kristina Naudé); Gretel, Anette Dasch; La bruja (Giedré Povilaityté); El hada del rocío (Bini Lee); El hombrecillo de las arenas (Akiko Hayashida); Peter, el padre de los niños (Jörg Gottschik; y Gertrud, la madre de los niños (Martina Hamberg-Möbius). Durante más de una hora mantuvo cautivos a niños y adultos y por otros momentos la atención se dispersó en el recinto, en parte por lo incómodo de las butacas del teatro como por la lejanía del escenario de marionetas respecto a la audiencia que se encontraba de la mitad del recinto hacia atrás y que seguro tuvo que hacer un esfuerzo para ver con mayor claridad detalles la obra. Con Hansel y Gretel culminó el penúltimo día de la programación del Cervantino, al cual le aguarda un cierre intenso este domingo. Mayores informes sobre las actividades consulte: www.festivalcervantino.gob.mx

Comentarios