Se fue Thomas Stanford, pilar de la etnomusicología mexicana
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El reconocido etnomusicólogo estadunidense de corazón mexicano Thomas Stanford dio su último suspiro la mañana de este lunes, a los 89 años de edad, por “padecimientos relacionados con la fibrosis pulmonar”, indicó su esposa, Elizabeth Bocanegra.
El 17 de enero de 2019 se rendirá homenaje a Stanford en la Fonoteca Nacional, según informó su director Pável Granados, durante la celebración del primer decenio de dicha institución en Coyoacán.
“Murió en la mañanita, yo lo conocí en reuniones con Álvaro Hegewisch cuando era director de La Fonoteca. Creo que fue de las últimas veces que vino a la Fonoteca y considero a Thomas Stanford uno de los grandes benefactores de nuestra Fonoteca Nacional”, dijo Granados.
Añadió: “El piano que tenemos aquí fue donado por él, igual su biblioteca nos la donó con mil 251 volúmenes que no están abiertos al público, pues mi idea es realizar un fondo reservado, ya que muchos de esos libros tienen dedicatorias y pertenecen a varios países; están en lenguas diferentes, nosotros deseamos poseer el control sobre ellos, junto con otra colección similar como es la del trovador y actor Óscar Chávez”.
No obstante, el archivo sonoro más importante que posee la Foneteca Nacional corresponde al trabajo de recopilación de música popular mexicana efectuada por el etnomusicólogo, quien nació en Alburquerque, Nuevo México.
“Es la colección número uno, la obsequió en 2007 y fue la primerita catalogada. Buena parte de su colección curada está catalogada por la Unesco en 2010 como Memoria del Mundo. Son cintas que grabó entre 1956 y 2005, prácticamente abarcan 50 años de labor fundamental para etnomusicólogos del mundo entero”, abundó Granados.
https://www.fonotecanacional.gob.mx/index.php/113-audio-del-dia/460-thomas-stanford
La Fonoteca tiene “mucho interés en que su archivo de música se abra al público”, por lo cual “hemos previsto que la plataforma en línea de la Musiteca incluya ejemplos de su colección, además de que vamos a estar tuiteando enlaces con obras soporte para que la gente lo escuche en línea”.
En su cuenta de Twitter, Lidia Camacho, antigua directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, redactó lo siguiente:
“Lamento el deceso de don Thomas Stanford, uno de los pioneros y pilares en la investigación de la música tradicional mexicana. Extrañaré su tesón y su pasión por México. Un gran aliado mío en los inicios de la Fonoteca Nacional, justo hoy, en su diez aniversario. Descanse en paz.”
Una de las tantas joyas sonoras recopiladas por “el brillante y muy generoso” Tomas Stanford es la ‘Colección Puebla. Grabaciones de campo de música popular tradicional’.
La presentación de la colección en sitio web la redactó Jessica Gottfried, de la UNAM, así:
“…La Colección Puebla (está) conformada por diez discos de las grabaciones de campo de Thomas Stanford, objeto de esta reseña. Además, hay un disco doble que compila otra selección de las grabaciones de campo de Stanford y un DVD con el video de una entrevista al etnomusicólogo; juntos conforman su Memoria.
“La serie de diez discos se presenta en cajas de cartón de un gris oscuro y elegante con letras color crema, que unifican la colección. Cada disco se viste con fotografías —no directamente vinculadas con los temas de cada disco, sino con la colección en su totalidad— que muestran la vida del rancho, el campo, las danzas, los músicos, los caminos, las carretas, las mulas, las bandas de música, las lavanderas, las molenderas, los paisajes, la vida cotidiana.
“La mayoría de las fotos parecen antiguas; algunas pudieran no serlo, pero, dadas las limitaciones de la mirada urbana del siglo XXI, no se distinguen de las que sí lo son. Dentro de las cajas, ilustradas y numeradas del 1 al 10, se encuentra el libreto, en cuyo forro se guarda el disco. Todos los discos tienen la misma presentación: un breve texto del gobernador del estado de Puebla, otro del secretario de Cultura y unas palabras de Helio Huesca.”
Se nos dice que Thomas Stanford donó 123 grabaciones de campo realizadas en distintas regiones del estado, habitadas por las etnias nahua, popoloca, mixteca, totonaca, otomí y mestiza. Las grabaciones se hicieron en 47 poblaciones. Al darlas a conocer se revela la diversidad cultural y su valor en tanto que patrimonio intangible.
“Un catálogo completo de las grabaciones queda en la Fototeca Vicente T. Mendoza para su consulta, y en la Fonoteca pueden ser escuchadas. La selección de 106 pistas se distribuye en los diez discos, combinando géneros, dotaciones instrumentales, timbres, estilos, conjuntos e intérpretes. El resultado es que cada disco es equilibrado en la combinación de géneros y timbres. Pasa de un huapango a una canción ranchera, interpretada por una banda, seguida por un son de danza y una cumbia, quizás, o un canto, una alabanza o un corrido. Cualquiera de los discos individuales ofrece una muestra de la diversidad musical de Puebla.
“El criterio de organización de las pistas en cada disco no está dado por región ni por etnia; por el contrario, acaso se habrá cuidado que la transición entre uno y otro género no fuera abrupta y que en cada disco haya un poco de todo”.