CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De la misma manera que se modificó la maqueta México-Tenochtitlán en la Plaza Manuel Gamio del Templo Mayor a finales del año pasado, ahora tocó el turno al Metro Zócalo del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), que tras años de tener cerradas sus maquetas al interior de esa estación actualizó el “Recinto Sagrado” prehispánico basado en los más recientes hallazgos e investigación arqueológica y documental. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se trata de “la reconstrucción visual más certera y actualizada que exista a nivel mundial del aspecto que debió tener el Recinto Sagrado de México-Tenochtitlan hacia 1521”, al afirmar que, con los recientes hallazgos y fuentes históricas resultado de treinta años de investigación arqueológica y documental, se acercan en un 90% a lo que fue el recinto prehispánico. La actualización a escala tomó un año de labores y corrió a cargo del arquitecto Luis Rosey Bermúdez con asesoría del investigador emérito del INAH, Eduardo Matos Moctezuma, pues desde 1970 --tras el trabajo a escala del arqueólogo Ignacio Marquina en 1969--, no se había realizado actualización alguna de la maqueta. En la entrega de los trabajos, Diego Prieto Hernández, director general del INAH, dijo que la maqueta es resultado del compromiso del instituto por “rescatar paulatinamente la memoria, la historia y la grandeza” de la antigua México-Tenochtitlan. Mientras que el titular del Programa de Arqueología Urbana del (INAH), Raúl Barrera Rodríguez, señaló que si bien la maqueta es todavía un “escenario hipotético”, tiene una aproximación del 90% a lo que debió ser el panorama de la capital tenochca, e incluye aspectos como las escalas reales de 24 elementos localizados y explorados arqueológicamente, y detalles como el cromatismo original de estructuras emblemáticas como el Huey Teocalli (Templo Mayor) o de los monolitos de Tlaltecuhtli y Coyolxauhqui. Además del Recinto Sagrado, también se dio mantenimiento y actualización a la información de las maquetas que recrean el Zócalo en los años 1824 y 1900, proyecto que fue curado por Óscar Molina, profesor asociado de arte en el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM. Los trabajos consistieron en la instalación de 47 imágenes con créditos informativos, reproducidas con el apoyo del INAH, a través de la Fototeca Nacional y la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, y repositorios del Museo Nacional de Arte, del Metro y Louisina State.