CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Nada es seguro en esta vida, excepto la muerte y los impuestos”, dijo alguna vez el presidente estadunidense Benjamín Franklin. En Bajo tierra -obra escrita por el dramaturgo David Olguín-, el grabador José Guadalupe Posada (Federico Zapata) es visitado por La huesuda (Phany Molina), con la que negocia un poco de tiempo extra a cambio de su retrato, donde aparezca tan hermosa que su imagen ante el mundo mejore. Así, el artista encontrará todo tipo de disfraces y enredos para escabullirse de la muerte, incluso a costa de vivir con un miedo constante y con principios adquiridos más que elegidos. Además de los dos principales, el elenco está compuesto por Fernanda Albarrán -y su destacable actuación como Homero, el ciego vidente-, Omar B. Betancourt, Uriel García Mendiola, Nora Márquez Mondragón, Jesús R. Cruz y Nabani Aguilar. Con un toque al estilo del teatro de revista, el espectáculo cuenta con música en vivo, donde algunos de los actores-músicos interpretan canciones de son jarocho además de generar toda la ambientación sonora. Con pocos, pero efectivos elementos de vestuario (Eréndira Rojas Zaldívar) y utilería -en especial las máscaras de Alicia Martínez Álvarez y Patrick Pasquier-, los actores encarnan a varios personajes cada uno y crean convenciones claras y didácticas para que el público comprenda sus repentinos cambios de identidad. El proyecto del colectivo Desde los Huesos surgió gracias al proyecto de Incubadoras teatrales, creado para apoyar a jóvenes recién egresados de carreras de artes teatrales en sus primeros montajes profesionales. Cuenta el grupo que eligió este texto porque “refleja problemáticas que les inquietan y son punto de quiebre en la sociedad mexicana: la relación entre la historia y la memoria colectiva”. Posada quizá no logró vencer a la muerte, pero sin duda se convirtió en inmortal gracias a su retrato. Bajo tierra se presenta los sábados y domingos a las 13:00 horas en el Teatro El Milagro (Milán 24, Col. Juárez). Hasta el 7 de abril.