Que Eugenia León y Guadalupe Pineda no canten en zona arqueológica La Campana, Colima

miércoles, 20 de junio de 2018 · 21:41
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una vez más, un concierto en una zona arqueológica -esta vez en La Campana, Colima- moviliza a profesores e investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes ya han enviado una carta pública a las populares cantantes Eugenia León y Guadalupe Pineda, anunciadas junto con Tania Libertad para el sábado 23 de junio. El historiador Felipe Echenique March y el doctor en Ciencias Políticas Iván Franco Cáceres les explican, luego de mostrar su incredulidad ante el evento: “Para nosotros ese tipo de espectáculos en las zonas arqueológicas son ilegales e ilegítimos, pues no han sido exhumadas para ser convertidas en escenarios o escenografías de espectáculos modernos, por buenos que éstos puedan ser”. Detallan que La Campana fue excavada y estudiada por “nuestra muy querida, admirada y apreciada doctora Beatriz Braniff (1925-2013)”, investigadora emérita del INAH, quien dirigió el Centro de Estudios Antropológicos de Occidente en la Universidad de Colima: “Estamos seguros de que si ella viviera sería la primera en dirigirles esta carta, pues sepan ustedes que son admiradas y respetadas por muchos antropólogos e historiadores del INAH, por su trabajo digno y congruente. No echen a perder su trayectoria y no provoquen con esa posible ilegal e ilegítima intervención en la zona arqueológica de La Campana, que cambiemos de opinión. “No nos orillen a pasarlas a la lista de los delincuentes que transgreden el orden que nos hemos dado los mexicanos para mantener nuestros bienes nacionales arqueológicos como objetos de estudio y aprecio de nuestro pasado, fuera de los circuitos comerciales, y lucro en efectivo o del incremento de los prestigios individuales.” Echenique y Franco ofrecen una disculpa anticipada por el “tono” en el cual se dirigen a ellas, pero existe ya el antecedente de que Tania Libertad acompañó en el también “ilegal e ilegítimo” concierto de Armando Manzanero en Chichén Itzá, “pese a las denuncias que presentamos”, a quien también invitaron a la congruencia obteniendo por respuesta la indignación del compositor yucateco, quien se molestó por considerar que él merecía estar en ese sitio, como ya lo habían hecho Plácido Domingo y Elton John. Por ello, agregan a las cantantes: “El genio y el prestigio por grande que sea, encuentran sus límites en las leyes y acuerdos sociales, ¡sino qué cosa fuéramos!” Por su parte, investigadores y arquitectos del Centro-INAH Colima, dirigieron el pasado 18 de junio un oficio a los funcionarios, antropólogo Héctor Álvarez Santiago, como delegado del Centro INAH-Colima, y a la doctora Ana María Jarquín Pacheco, responsable de La Campana, para solicitar más información sobre la viabilidad y características del concierto, organizado por el gobierno de la entidad, en relación con la conservación del patrimonio arqueológico y las leyes que lo protegen. Los investigadores del INAH, como Echenique, han explicado en varias ocasiones la razón por la cual no deben hacerse espectáculos y conciertos en las zonas de monumentos arqueológicos: “Las zonas arqueológicas, antes que cualquier otro título que les quieran dar los publicistas de la televisión y el espectáculo… son bienes nacionales de uso común y dominio público, inalienable e imprescriptible y por lo tanto fuera de los circuitos comerciales, del lucro y de la apropiación temporal o prolongada por parte de particulares. “Esa disposición jurídica es la que debe observarse para todas las zonas arqueológicas, pero es claro que en este país los que violentan las normas antes que muchas otras personas son los que están encargados de hacerlas cumplir. Para el caso nuestro han sido los presidentes de la República y los secretarios de Educación Pública”. Y han sido los investigadores, docentes, arquitectos y trabajadores manuales del INAH quienes han hecho las denuncias penales y juicios de amparo para que no se haga mal uso de los monumentos, y no las autoridades del instituto o la Secretaría de Cultura.  

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