Alex Lora festeja los 51 años de "El Tri" con un concierto de cinco horas en la CDMX

domingo, 13 de octubre de 2019 · 21:50
CIUDAD DE MÉXICO (APRO).- Las fiestas cumpleañeras de la banda que comenzó llamándose Three Souls in My Mind del gritón Alex Lora son un derroche de rocanrol, donde no escatima nada para satisfacer a toda su raza fiel y con ello a sí mismo. Ya estando arriba se ve muy fácil, pero la neta no cualquiera la hace… Anoche, Alex con su “domadora” Chela Lora festejaron 51 años de andar rocanroleando junto a su entrañable banda El Tri, teniendo como escenario la Arena Ciudad de México, donde realizó un tremendo pachangón de cinco horas de duración.  ¡Olvídate de todo y que viva el rocanrol! Un derroche de producción dibujó el festín en el coloso de Azcapotzalco, desde performances y juegos de luces llamativos, así como ilustraciones alusivas de su fructífera carrera desde 1968 relucieron en las monumentales pantallas que goza el inmueble para sorprender las miradas.   Dices que tú no eres macizo,  pero estabas ya bien grifo cuando yo te vi… Como cereza del pastel desfilaron invitados especiales de los Lora como Rubén Albarrán, Charly Montana, La Autentica Santanera de Gildardo Zarate, Flor Amargo, Víctimas del Dr. Cerebro y La Tremenda Korte.  Hay que recordar que el año pasado, para su medio siglo de carrera en el rocanrol agasajó con seis horas de espectáculo, y ahora redujo solamente una hora su show para que su fanaticada disfrutara cantando cada rola.  A las 21:00 horas arrancó la noche con una demostración de danzantes prehispánicos para emerger Alex Lora junto a El Tri cantando “La raza más chida”, a la par que la bandera de nuestro país se reflejaba en la monumental pantalla central. ¡Mamá, prende la grabadora que está saliendo El Tri! “¡Viva México cabrones!”, berreaba Alex para entonar su versión del Himno Nacional, siguiendo rápidamente con “Y todo por el rocanrol”. La plancha principal del foro se convirtió en improvisada pista de baile y punto de encuentro además para familias que llevaron a sus niños coreando canciones como “Santa Martha”. Rocanrol tras las rejas, rocanrol en la prisión…  El primer invitado fue un músico de Coyoacán llamado Tonatiuh El hombre Orquesta, con quien vocalizó “Chavo de onda”, al coro de: Yo soy un chavo de onda y me pasa el rocanrol… Continuaron los ritmos tropicales de La Autentica Santanera de Gildardo Zarate, quienes armonizaron “La Boa” (atribuida al yucateco Carlos Lico). Los asistentes sonreían junto a Alex Lora que no perdía el tiempo de compartir su sentido del humor y características frases pícaras como:  “¿Ustedes creen que vengo a hacer manadas?”  El recinto lleno a reventar de 14 mil 628 congregados respondió con un largo: “¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!...” Alegres mentadas a su progenitora y silbidos de buena vibra dieron el colorido al jolgorio, tal como le gusta a Alex y a su gente, refifando como en cada una de sus presentaciones una proverbial catarsis sin inhibiciones y con libre actitud rocanrolera. Este manicomio no tiene servicio de bar…     Para “Oye Cantinero” y “Lucila”, compartió en la armónica José Luis Cordero Pocholo y después realizar un acto de lucha libre en “Parece fácil”. “¿Están siendo felices, niños?”, preguntaba el bajista gritón a su audiencia enloquecida, cuando subieron a escena Las Víctimas del Doctor Cerebro para tocar “Vampiro”.  Soy un vampiro, un cinturita… Homenaje especial brindó Lora al intérprete José José, evocando “El Triste” (¡!), mientras aparecía un collage de nostálgicas fotografías de ambos artistas juntos. Momentos emotivos se vivieron cuando convidaron en el entablado a personas con discapacidad, quienes con sillas de ruedas realizaron un performance entre los acordes de “Una rola a los minusválidos”, compuesta por el propio Alex y Chela desde 1994 para recolectar fondos (recaudaron más de $10, 000 de aquella década) y compraron sillas de ruedas para los mal llamados “discapacitados”.  Son deportistas y trabajadores también y a veces usan el cerebro más que mucha gente como ti o yo. Tienen agallas y fuerza de voluntad y en muchos casos igual o más que mucha que gente que se supone es normal…  (El 3 de abril de 1995, declaró Chela Lora a Proceso: “Nos dimos cuenta que el gimnasio de la colonia Pensil donde practican básquet está a desnivel, que los discapacitados no pueden rodar sus sillas, no tienen rampa y los baños están en condiciones deplorables. Es increíble pues poseen campeones internacionales en varias disciplinas. Por eso decidimos subastar camisetas de colección, paquetes de CDs y el Disco de Oro en pro de ellos.”) Después entró a escena la multifacética Flor Amargo (quien hace unos días fue sacada de la estación del Metro Hidalgo por entonar “México lindo y querido”, del moreliano Chucho Monge), apoderándose ella de la batería para darle a “Metro Balderas”, el tributo al profeta rupestre tamaulipeco Rockdrigo González (1950-1985), del álbum Simplemente El Tri (WEA 1984, cuando la banda dejó de llamarse Three Souls in my Mind), tras agradecimiento de ella hacia la mancuerna Lora por la invitación. Oye chofer, llévame a donde quieras, llévame a Copilco o a la San Simón…    Sin lugar a dudas, la presencia de Charly Montana desató el éxtasis, con griteríos y  bailongo intenso para “Tu mamá no me quiere”, en un cántico masivo que retumbó en la Arena: Tú mamá no me quiere,  dice que soy un vago dice que soy un pelado… Impactó la asistencia del tacvbo Rubén Albarrán para el enloquecedor “Todo me sale mal”. Mi jefa me dice que todo lo que hago que todo lo que hago está mal, ¿qué le voy a hacer? Prosiguió la maratónica tocada con las clásicas “El niño sin amor” y “Pobre soñador”. Fue el turno de su “domadora,” Chela Lora, al son de “Otra muerta más”, lanzando arengas contra las autoridades por la violencia hacia las mujeres y sin tapujos dijo exultante:  “¡Día con día aumentan los feminicidios, todas las mujeres estamos indignadas!” Retumbaron “Perro negro y callejero”, “Nostalgia” y “Triste canción”, enmarcando la velada con el sollozo generalizado que armonizaba:  Y en la eternidad los dos unieron sus almas para darle vida a esta triste canción de amor… “Cuando tú no estás” la ofrendó con “un minuto de desmadre” a figuras que este año trascendieron el planeta, como el pintor juchiteco Francisco Toledo, el historiador e indoigenista Miguel León Portilla, la pluma de Armando Ramírez Chin Chin El Teporocho, El bravo del acordeón Celso Piña y El príncipe de la canción José José. Más profundo que el mar más absurdo que la realidad más ardiente que el fuego infernal más inmenso que la eternidad, así es el vacío que se siente cuando tú no estás… A más de medio siglo de la fundación del grupo original Three Souls in my Mind, que marcó un antes y un después en la historia de la música mexicana, el líder de la banda (nacido José Alejandro Lora Serna el 2 de diciembre de 1952 en Puebla de Zaragoza) mostró su inagotable energía para el banquete rockero que finiquitó con las entrañables “A.D.O.”, “Las Piedras rodantes” y “Chavo de onda”. Estoy esperando mi camión en la terminal del A.D.O., quiero que me lleve muy lejos ¡Y a La Chingada de aquí!  Una lluvia de confeti multicolor bañaba la Arena Ciudad de México, subiéndose al foro los músicos invitados y El Tri en pleno para la despedida cuando el reloj pasaba de las dos de la madrugada (¡!), y los fans aún con las pilas bien puestas parecían no padecer cansancio alguno, rabiando alaridos por estos 51 años y los que le faltan al Tri…  La multitud recibió los agradecimientos de Alex Lora y su “domadora” consumando su clásico grito que es un adagio simbólico más allá de la Ciudad de México:  “Recuerden, niños, el rocanrol es un deporte, practíquenlo. ¡Y que viva el rocanrooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool!”.

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