Espectáculo maratónico de Rock Urbano Sinfónico

miércoles, 2 de octubre de 2019 · 13:20
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En septiembre del 2015, el músico rupestre Fausto Arrellín con su banda Quál organizó un par de toquines en Coyoacán, ejecutando con sinfónica “Estación del Metro Balderas”, de Rockdrigo González, con la presencia de Genoveva La Veva Guzmán, hermana del Profeta del Nopal fallecido en los sismos de 1985. Este evento ha catapultado la proliferación de arreglos orquestales para músicos del rock mexicano, continuando los pasos del movimiento rupestre de Rockdrigo González, como aconteció el domingo 22 de septiembre en el Teatro Metropólitan con la dosis sinfónica a rock urbano nacional donde destacaron Liran Roll, Banda Bostik, Interpuesto, los Tex Tex y el neo-rupestre Armando Palomas. La tocada titulada simplemente como “Rock Urbano Sinfónico” tuvo como estelar al vocalista Toño Lira, de Liran Roll, en el cierre, para compartir una selección de sus éxitos. “El Perdedor”, “Cuarto para las dos” y “María”, sonaron de una manera distinta con arreglos orquestales entre violines, chelos y trompetas, junto a los instrumentos clásicos del rock: batería, guitarras y bajo. La gente aplaudió, bailó y cantó estas tres rolas con pasión, viéndose a Toño satisfecho por su participación correspondida en éxtasis, luego de más de tres horas de show con los demás invitados. [caption id="attachment_601733" align="alignnone" width="1620"]Foto: Carlos Enciso Foto: Carlos Enciso[/caption] Previamente hizo lo propio David Lerma El guadaña, de Banda Bostik, quien apareció ataviado elegantemente como apache sioux con un gran penacho, para derrochar su sentido del humor y lanzar mentadas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Encendió la velada en la que rememoró el movimiento estudiantil del 68 con “Tlatelolco”, “Abran esa puerta” y “Viajero”, siendo uno de los actos mejor recibidos esa noche. También gozó de aceptación Gons Olvera, de Interpuesto, resonando las baladas “Quién te cantará” y “Volveré”; anteriormente, una gran fiesta fue cocinada por Paco Tex del Tex Tex, quien a su vez recordó a su fallecido carnal rockero Eduardo Lalo Tex (1959-2016) cantando la entrañable “Te vas a acordar de mí”. (Por cierto, La Veva González, tía de Amadititita, está coordinando con la Sociedad de Autores y Compositores de México, Fausto Arrellín y otros muchos jóvenes fans del Rockdrigo y los músicos rupestres, una Casa de Retiro para artistas sonoros de la Tercera Edad denominada “Sueño de un profeta”, con granja sustentable, al tiempo que Pepe Návar prepara la publicación de platos láser y conciertos con rolas inéditas del Profeta del Nopal, “quizá con algunos arreglos sinfónicos”.) Palomas con orquesta   El recinto relucía por el ambiente que imprimió el público, el cual aunque al inicio no lograba llenar el inmueble, poco a poco alcanzó a ocuparlo medianamente. El neo-rupestre Armando Palomas tomó su oportunidad con los cortes “La Novia” y “Canción del mutilado”, cautivando con sus versos desenfadados. “Nací en los sesentas en Aguascalientes –dijo Palomas al periodista Javier Hernández Chelico para el libro Rupestre (coordinación Jorge Pantoja, Conaculta/Ediciones Imposible 2013, 159 páginas)--, en la colonia Héroes, allá por el ferrocarril; mi papá era ferrocarrilero, estibador. Yo quería ser beisbolista, jugar beisbol a nivel profesional. Pero en mis sueños tocaba guitarra y cantaba para la gente. “Decía yo: ‘¡Ah, chingá, si yo no sé ni tocar la guitarra!’ Pero un día llegó un primo a vivir a la casa, él tocaba guitarra clásica. ‘A ver wey, ¿qué es esto?’, así, preguntando, empecé a tocar y a los 13 años me dio por escribir canciones y me di cuenta de una cosa: como estaba muy pinche feo de muy morro, descubrí que la música y la guitarra eran un arma bien cabrona para ligarse a las mujeres… Tengo mucho que agradecer al Movimiento Rupestre.” Y aunque algunas propuestas no sonaron tan sinfónicas por su rock poderoso, como la de Alberto Pimentel, de Leprosy, del mismo modo prendió su desgarrador metal al retumbar “Killers”. Si bien Heavy Nopal como abridores del maratónico espectáculo tuvieron fallas en el sonido tras una rechifla al ingeniero de la consola y el chirrido de las bocinas, lograron conectar y reanimaron el enfado con “Con estas Flores”, “Asalto Chido” y “No tengo tiempo”, resaltando dedicatoria y homenaje al Rockdrigo González (1950-1985), quien sucumbió en los sismos capitalinos de hace 35 años. “Por piedad” con Arturo Huízar, de Luzbel, y “Tú forma de ser”, interpretada por 3 Vallejo, aderezaron el arranque del banquete rockero en el que sonó “Agonizando” por Carlos Alanís, de Next, y “Amor Ajeno” con Moy, de Sam Sam. También desfilaron Duan Marie, de Anabantha; Alfredo Rayo, de California Blues; Ricardo Rocha y Aurelio Bravo, de Hazel. Luego de que Rock Urbano Sinfónico iniciara a las 18:20 y culminó pasadas las 22:00 horas, todos los músicos incluyendo la orquesta se congregaron unidos en el entablado para despedirse y agradecer a la banda que los aclamó enloquecida, mientras todos daban el extendido grito alexlorero a los cuatro vientos: “¡Que viva el rock mexicano!”.  

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