GUADALAJARA; Jal. (apro).- José Ramón Mikelajáuregui recupera imágenes de la Revolución Mexicana, del acervo de la Filmoteca de la UNAM, y construye el documental El poder en la mirada, el cual se estrenó en la 34 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Son impactantes cintas donde se ve a Emiliano Zapata, Francisco Villa, Venustiano Carranza, Felipe Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, la gente del campo y la Ciudad de México, zonas petroleras, trenes y carros. El documental, por supuesto en blanco y negro, es narrado a partir de una curaduría que, si bien respeta estructuralmente las dinámicas históricas, privilegia en el montaje las significaciones estéticas, éticas y épicas de las acciones vivas que quedaron capturadas en el material de esa época. Para Mikelajáuregui, este archivo fílmico de la Revolución Mexicana  “es fundamental para México” y se encuentra en proceso de restauración. Todas las imágenes con las que se construyó este largometraje padecían en mayor o menor medida el deterioro de los muchos años que han pasado desde que fueron registradas. Una exitosa estrategia de la Filmoteca de la UNAM para restaurarlas ha sido sacarlas del ámbito académico y buscar patrocinios para difundirlas de una manera más incluyente, a través de una trilogía de largometrajes concebidos para interesar a un público muy amplio, que es en última instancia, quien debe aprovechar los contenidos cinematográficos de este patrimonio que pertenece al pueblo de México. En cuanto al trabajo del guion se contó con la valiosa participación del doctor en Historia por la UNAM, Álvaro Matute (fallecido en 2017), de quien afirmó: “Trabajar con un sabio con corazón universitario como lo fue el doctor Matute fue uno de esos privilegios que puede generar la UNAM.  Álvaro no solo conocía exhaustivamente el tema, como historiador que era especializado en ese periodo, sino que además era un cinéfilo muy serio, que disfrutó mucho de lo mucho que vio en su vida de espectador cultísimo. Su mirada sobre el material fue fundamental y su guion realmente nos dio rumbo.  Su agudeza y generosidad de maestro extraordinario lo hicieron un cómplice perfecto. Un verdadero coautor de esta particular propuesta para mirar estas secuencias de extraordinarias imágenes desde un lugar más mundano, lúdico y conmovedor”. Tardaron cerca de tres años en crear este documental y la música destaca. Mikelajáuregui  señaló: “Con el El poder en la mirada nos interesó sobretodo comunicar el gesto, la mirada, el pulso y la postura que nos devuelven el aire de unos tiempos hoy ya idos, pero aun existentes en estas imágenes tan vivas. Al igual que en el primer documental (La historia en la mirada) de esta posible trilogía que quiere llegar hasta la culminación de la Revolución Mexicana que logró Lázaro Cárdenas con una tercera y última película de esta serie, titulada La nación en la mirada, lo que buscamos es poner en contacto a la gente con las presencias de sus antecesores para crear un vínculo significante que contribuya a fortalecer su identidad y su inteligencia socioemocional. Este archivo tiene sin duda esa prodigiosa fuerza”. Como director, José Ramón Mikelajáuregui ha ganado varios premios. Destacan El Cocodrilo en 1986 con Subir al Cielo; el Pitirre y el Ariel por Sin motivo aparente en 1988; en 1994 De puro gusto formó parte de la selección IDFA, obra que además ganó el Gran Canarias; en 1996 ganó el premio Coral por Planeta Siqueiros, también nominada al Ariel en ese año; y el Ariel con La historia en la mirada en 2011, producción de la UNAM. Actualmente dirige el DIS, la prestigiada Escuela de Cine de la Universidad de Guadalajara.