CIUDAD DE MÉXICO.- Integrantes del Frente Nacional Democrático (FND) denunciaron que la actual Coordinación Nacional Colegiada de los 13 sindicatos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)  pretende reelegirse, ya que su toma de nota vence el próximo 13 de marzo. Para ello, pretende convocar a un Congreso Nacional Extraordinario “a modo”, para modificar sus estatutos, cuando la Coordinación Nacional Colegiada debe ser reemplazada. Por eso, explicaron los integrantes del FND, el Comité Ejecutivo Sectorial del INBAL; representantes del sector académico del INBAL; el Comité Ejecutivo Sectorial del CNART; el Comité Ejecutivo Seccional de la Ciudad de México, Morelos, Hidalgo y Guerrero del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emprendieron una lucha por recuperar la transparencia sindical en la Secretaría de Cultura. “Tres años han transcurrido y no se ha consolidado el espíritu del proyecto sindical, debido a la desviación y al apoderamiento de la Coordinación Nacional Colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, que se ha colocado en la dirección de nuestro sindicato, además de tener secuestrada nuestra estructura sindical, aplicando las normas estatutarias a capricho, no respeta el estatuto, impone sus intereses personales a los colectivos. Se han prestado más a las disposiciones de la Secretaría de Cultura”, denunciaron los representantes del FND. Se trata de Rubén Darío, del INBAL; Elizabeth Gómez, representante del sector académico; Luis Vázquez, del CNART, entre otros, quienes, en conferencia de prensa, se quejaron de que durante pasadas administraciones vieron como los directivos ampliaron la plantilla de trabajadores de confianza, honorarios o eventuales para realizar las tareas que podía hacer el personal sindicalizado. “Esta ha sido una lucha constante, en la materia de la defensa del trabajo. Somos respetuosos por los trabajadores contratados por estos rubros, muchos de los cuales llevan laborando años en las áreas sustantivas y pueden perder su materia de trabajo. Nos solidarizamos con ellos”, señalaron. Lo que están pidiendo es: transparentar los recursos, rendir cuentas, evaluar algunas áreas “que trabajan de forma paralela en las instituciones, como son: los patronatos, las asociaciones o amigos de los museos, quienes rentan los espacios públicos para actividades particulares como bodas, quince años, fiestas, exposiciones particulares, conciertos, festivales, etcétera, cuyas ganancias no llegan a los institutos y solo reciben algo en especie. Los trabajadores de base nos asumimos como garantes del patrimonio cultural”, destacaron. Dijeron que están conscientes sobre cómo algunos dirigentes sindicales ven al sindicato como negocio. “Se trafica con plazas, prestaciones, comisiones sindicales, acuerdos, se presiona, chantajea, la autoridad favorece a ciertos líderes con canonjías”, añadieron. En su opinión, creen que es el momento adecuado para cambiar las condiciones laborales en la Secretaría de Cultura, en los institutos, dependencias y en los propios sindicatos, por lo que dan la bienvenida en el combate a la corrupción emprendida por el gobierno de México. “Sabemos que anteriores administraciones contrataban empresas outsourcing para realizar labores que los trabajadores de base tenemos encomendadas, quitándonos nuestro trabajo y desplazándonos de nuestras actividades” y les pagan, señalaron, “grandes cantidades de dinero”. Por eso, están de acuerdo con el combate a la corrupción planteado por el gobierno federal y se aplique en la Secretaría de Cultura y sus dependencias; “estamos a favor de la eficiencia y transparencia de los recursos; queremos la fortaleza de los institutos, que cumplan su objetivo social; que no se rompa el vínculo educación y cultura y se respete la educación artística”. “Defendemos nuestras condiciones de trabajo, acuerdos, convenios, prestaciones, la materia de trabajo, la bilateralidad de nuestra relación laboral y la estabilidad laboral. Luchamos por nuestra autonomía sindical, libertad de gestión y transparencia y no convertir al sindicato en corporativo, manteniendo el control y sumisión de los trabajadores a los intereses personales de la cúpula sindical”, agregaron.