CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un avance de recuperación del 77% la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Cuernavaca, Morelos, dañada durante el sismo del 18 de septiembre de 2017 reabrió sus puertas para las actividades litúrgicas de la Semana Santa. El inmueble edificado con piedra volcánica, entre 1525 y 1552, sufrió afectaciones catalogadas como “severas” en: bóveda principal, cúpula, arco triunfal y en varios de sus muros, así como el colapso parcial del cupulín de su campanario; elemento este último que data de 1713. Es así que tras las tareas de restauración por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este informó que entre los diversos trabajos efectuados en el inmueble, que incluyeron modelos digitales que revelaron las partes más vulnerables del edificio, se atendieron afectaciones graves en la torre-campanario, la cual mide 55 metros de alto y cuyo tercer cuerpo, que era el más dañado, se retiró, desmontando su cupulín debido al riesgo de colapso que presentaba. La torre --acorde a Fernando Duarte, arquitecto del Centro INAH Morelos--, ya se había consolidado poco antes del sismo, lo que evitó un posible colapso, explicó: “En los muros de la nave que cuentan con pintura mural y registraron grietas, se trabajó de la mano con el área de Restauración del Centro INAH Morelos, para no afectar su decoración. Buscamos la forma más adecuada, técnicamente, para consolidar la parte externa, a fin de evitar escurrimientos, y en el interior, se protegieron los aplanados con pintura mural”. Tras su apuntalamiento, se procedió a la consolidación de dos cuerpos restantes y una vez hecha esa labor, se atendieron los muros de la nave principal del templo. Si bien, la nave principal del inmueble religioso ya se abrió al culto, los trabajos de restauración aún no concluyen y continuarán en el exterior de la nave, pues faltan trabajos mínimos en cubiertas, así como otras labores de recuperación en la torre-campanario y el interior del templo, que proseguirán después de la Semana Santa.