CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las guerras, y en especial las invasiones, sólo traen muerte. Y de ellas, muy pocas obtienen la merecida sepultura. Hugo Alfredo Hinojosa le escribió una obra a aquellos cuyo cuerpo no muere en el campo de batalla, sino mucho después. Sepulturas ganó en 2012 el Premio Nacional de Bellas Artes de Literatura, y la más conocida como actriz, Emma Dib, la llevó a los escenarios, ahora como directora. Robert (Arturo Ríos) es un veterano mexicano que luchó en la guerra de Vietnam. Como muchos, se enlistó en una batalla ajena con la intención de conseguir la ciudadanía gringa, pensando que ello mejoraría sus condiciones de vida. Pero nada más lejano a la realidad. Muchos años después, siendo ahora un viejo gruñón y déspota, vive en un asilo donde los recuerdos dolorosos lo atormentan. A ello contribuyen Dolores (Bárbara Eibenschutz), su enfermera, y Alonso (Rodolfo Arias), el médico, quienes, sádicos, aprovechan los traumas y la demencia de Robert para ayudarle a perder completamente la razón y así enviarlo a una clínica psiquiátrica, donde el hombre servirá para realizar experimentos científicos. Se suma un cuarto personaje cuyo papel no queda claro la mayor parte del tiempo. Muriel Ricard comienza declamando líneas poéticas, después observa la acción desde arriba e interviene las escenas con cánticos. Hacia el final, encarna la alucinación de Charly, un joven vietnamita que regresa al personaje principal a los recuerdos del campo de batalla. La confusión que experimenta Robert tratando de distinguir entre la realidad y la ficción es lo que le sucede también a los espectadores. El público tarda mucho --si es que en algún momento lo logra-- en entender los juegos macabros de los cuidadores del asilo, quienes a ratos encarnan a su amigo y a su amada Helena, respectivamente. Sin embargo, no se consigue establecer si se trata de una convención teatral --donde los actores interpretan a los otros personajes-- o --lo que en realidad pasa-- que se convierten en personas importantes del pasado de Robert con la misión de enloquecerlo. La obra, producida por Cultura/UNAM a través de la Dirección de Teatro y Calypso Producciones, con el apoyo de Efiteatro y el Fonca, trata un tema que, aunque interesante, es muy ajeno a nuestra realidad. Por su factura se vuelve tediosa y confusa, y para cuando los espectadores ya entran en el mismo canal que la escena, es demasiado tarde. Sepulturas se presenta los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 hrs en el Teatro Santa Catarina (Jardín Santa Catarina 10, Coyoacán). Hasta el 29 de junio.