El Grecu, 10 años de impulso a una política que no llega

martes, 16 de julio de 2019 · 12:46
Desde hace dos décadas las estructuras básicas del poder y la banca de desarrollo han sido insensibles en el diseño de una política económica para el sector cultural, expone el fundador del Grupo de Reflexión en Economía y Cultura, Eduardo Cruz Vázquez. Y ahora “se carece de rigor, de planeación y de presupuesto”. El Grecu celebra 10 años de existencia con unas Jornadas de Diálogo. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El Grupo de Reflexión en Economía y Cultura (Grecu) cumple diez años y su fundador, el periodista y especialista en gestión cultural Eduardo Cruz Vázquez, sopesa los logros pero pone también en la balanza que uno de sus principales objetivos –contribuir al diseño de una política económica para el sector cultural– no se ha cumplido. No por falta de ganas o de trabajo; a lo largo de esta década, a través de foros, simposios, cursos, talleres, ediciones de libros, encuentros con funcionarios y especialistas de los sectores de cultura y economía, el grupo ha puesto a debate temas como las empresas e industrias culturales, economía naranja, política hacendaria o las discusiones frente a la renovación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (ahora T-MEC). “Es bastante frustrante ver cómo las estructuras básicas del poder que son el Congreso, las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Economía (SE), y la banca de desarrollo, han sido verdaderamente ¡insensibles!, diría ciegas, para asumir que la cultura juega un papel fundamental en el desarrollo.” Y añade para la contraparte: “El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (ahora Secretaría de Cultura), desde la administración de Sari Bermúdez hasta la última que encabezó María Cristina García Cepeda, como secretaria, fueron incapaces de articular una política económica para el sector.” Recuerda un proyecto “de escasa fortuna”, lanzado por la entonces titular del Conaculta, Consuelo Sáizar –ya al final de su administración, cuyo fin era apoyar la producción, distribución y consumo de bienes y servicios culturales–. Él mismo hizo una propuesta para las empresas e industrias culturales, consignada en su libro Sector cultural. Claves de acceso, pero todo quedó abandonado en sus inicios. “Estamos en un escenario donde no se vaticina ningún avance en el diseño de una política económica para el sector cultural. Es evidente por los rasgos de la gestión de estos siete meses de las secretarias de Cultura Alejandra Frausto y de Economía Graciela Márquez. Y por supuesto ahora, con la sacudida en Hacienda pensar en eso es prácticamente una utopía.” El Grecu, integrado por Alejandro Ordorica, Angélica Abelleyra, Antonio Mier Hughes, Eduardo Caccia, Héctor Garay, Javier Esteinou, Leobardo Sarabia, Manuel Lino, Liset Cotera, Patricia Chavero, Tomás Ejea, Tere Quintanilla, José Manuel Hermosillo, Silvia Isabel Gámez, Adriana Malvido, Francisco Moreno, More Taffoya, Nubia Martínez, Rafael Mendoza, Annel Rosas y Víctor Ugalde, entre otros, es definido por Cruz Vázquez como “un grupo de amigos” unidos por su interés en torno a la cultura. Nació en junio de 2009 (Proceso, 1708) con el cobijo de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, y a lo largo de estos diez años el grupo no adquirió ninguna figura jurídica ni se adhirió a otro estatuto que no fuera “el de la buena inercia que nos iba conduciendo”. Así fueron conformando su agenda y metieron a discusión temas como el proyecto de creación de la Secretaría de Cultura, de la Ley de Cultura y Derechos Culturales, los resultados de veinte años del TLCAN, su renovación, y la creación de la Cuenta Satélite de Cultura. El resultado de varios de sus foros y encuentros se recoge en libros como 1988-2012 Cultura y Transición y TLCAN/Cultura ¿Lubricante o engrudo? Apuntes a 20 años. Ahora se reinventa y dará a conocer su nuevo proyecto este martes 16 de julio, a las 19:00 horas, en el Salón Covadonga, en Puebla 121, colonia Roma. Al hablar de sus logros y pendientes, Cruz Vázquez confiesa la imposibilidad de articular un proyecto de microempresa, pues en estos diez años hubo momentos en los que plantearon conformarse como una “organización más estructurada pero no tuvimos esa energía”. La resistencia del sector empresarial “duro” a crear alianzas es otro punto, pese a que dialogaron con una gran cantidad de empresarios “de todos sabores y colores”. El tercer pendiente es ampliar su relación con los estados de la República. Y el cuarto es la negativa del sector cultural a considerar a la economía como parte fundamental y del económico a dar el peso correspondiente a la cultura. Recientemente se publicó en El Universal un cuadro sinóptico con una supuesta reestructuración de la SC en la cual se crearía una Dirección General de Economías, Arte y Tecnologías que estaría bajo la coordinación de la Subsecretaría de Creatividad e Innovación Cultural: “Desconocemos qué pueda significar esto, pero en este momento y con el antecedente de los sexenios de Fox, Calderón, Peña Nieto, e incluso podemos irnos a la etapa de Rafael Tovar y de Teresa con Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari, han sido incapaces de generar una política económica para el sector. Esto ha sido sumamente frustrante para el Grecu.” Jornadas de diálogo En el marco de su aniversario el Grecu organiza con la UAM las “Jornadas de diálogo: Programa Sectorial de Cultura, planeación y presupuesto para el desarrollo”. Y pone un ejemplo de las resistencias: “Llevo semanas tratando de que me haga caso el funcionario encargado de los temas de planeación en la SHCP. Igual con Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la Cámara de Diputados. Jamás se dignaron a tomarme la llamada o contestar el oficio de invitación ¿sabes? Eso da una idea de cómo, a pesar de todos los esfuerzos y los avances inobjetables en el estudio, el análisis, estas áreas duras del gobierno y del congreso siguen absolutamente reacias a entender. Esperemos que en la nueva etapa del Grecu podamos avanzar un poco más en esto.” –Como testigos de los últimos años del Conaculta, la creación de la SC y el inicio de este nuevo régimen, ¿no ven un cambio que valga la pena? –Los tonos catastrofistas o negativistas no le gustan al poder público. En ciertos sectores de la opinión pública se piensa que sólo vemos lo que está mal. ¡Esa es la chamba del periodista, de la crítica! Es como si vas al médico a pedirle que elogie tu buena salud. No, nosotros, como los médicos, tratamos con un paciente que es la realidad nacional, y nuestra tarea es mirar lo malo. “En ese sentido, lo primero que no se cumplió en la transición fue entregar un informe público de cómo se recibía la SC de manos de García Cepeda… A estas alturas ya no se va a hacer. Y seguimos sin saber cuál es el programa anual de la secretaría. Son elementos centrales sobre algo tan sencillo como decir de qué manera se ejerce el gasto. Sabemos cómo fue dividido el presupuesto desde el Congreso, pero no de qué manera se está distribuyendo con el ejercicio fiscal y ya estamos en el umbral de la discusión del paquete económico del 2020. “Qué de bueno podemos observar donde se carece de rigor, de planeación y de presupuesto; donde no es posible abrir una ventana en la página web de la SC donde se diga: Estos son los proyectos del año, estos los programas, los presupuestos por dependencia, así se están aplicando, llevan subejercicio o no lo llevan. En eso siguen siendo igual de obtusos que las administraciones pasados, porque finalmente heredaron el estilo y persisten en hacerlo.” Uno de los logros del Grecu fue el “Diálogo por la reforma Cultural”, realizado el 14 de mayo de 2018 en el Centro Cultural Roberto Cantoral. Un ejercicio replicado posteriormente por la Universidad Nacional Autónoma de México, en el que, por primera vez en el país, representantes de los entonces candidatos a la presidencia expusieron sus ideas en materia de cultural. El acto fue consecuencia del libro ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024, publicado por el Grecu con Editarte, en el cual diversos autores presentaron una agenda de pendientes. Cruz Vázquez es prudente en su evaluación: “Vale la pena recordar con tu pregunta que se buscó poner en manos de los aspirantes un compendio de lo más sustancial de los pendientes del sector. Lo que podemos decir en este momento –lamentablemente– es que una vez que se dio el triunfo de López Obrador, la comunicación –que tampoco fue tan fluida entonces– cesó completamente con la estructura gubernamental. “Si en algo funcionó el libro, no nos hemos dado cuenta, no lo apreciamos, porque sin un plan de trabajo es muy difícil juzgar las políticas públicas.” Menciona que Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados, quien al principio de su gestión se mostró entusiasta, “no ha logrado articular una agenda”. Tanto él como Fraustro deben darse cuenta, dice, de que “no pueden estar de espaldas a los conceptos básicos de planeación y diseño del trabajo público y legislativo”. De ahí la importancia, añade, de las Jornadas: Programa Sectorial de Cultura, que se llevarán a cabo en la Casa Rafael Galván (Zacatecas 94, colonia Roma) los días 23 y 24 de julio a las 11 y 16 horas con los temas: Del neoliberalismo a la 4T: La planeación en el desarrollo cultural; El Programa Sectorial de Cultura; La planeación nacional, temas y agentes sectoriales; y El sector cultural: economía, empresas e industrias. Este texto se publicó el 14 de julio de 2019 en la edición 2228 de la revista Proceso

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