'Enamorarse de un incendio”

viernes, 19 de julio de 2019 · 14:04
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El amor es todo y es nada. Es un artificio y es la realidad. La más grande historia de amor es aquella que las abarque todas. Enamorarse de un incendio es una obra escrita y dirigida por el chileno Eduardo Pavez Goye. Un grupo de guionistas se reúne en un departamento con la intención de reescribir un texto. La cadena a la que han presentado una propuesta ha sido aceptada, pero les ha pedido cambiar todo “excepto la historia de amor”. Así de amplio, así de complicado. “¿Qué es el amor?”, se preguntan, y cada quien habla de cómo le va en la feria. A ello le siguen peleas, secretos confesados, explosiones de emociones reprimidas. Llegan a todo y por eso no llegan a nada. En el mismo espacio suceden muchas historias en distintas épocas unidas por un solo elemento: un cuadro colgado en la sala. No es claro si las historias sucedieron o son parte de la imaginación de los escritores, pero ahí están. El programa de mano la describe como “una obra que no es de amor, sino sobre el amor, y no pretende responder a ninguna pregunta, sino sÓlo señalar. Una obra donde lo importante ni siquiera es lo señalado, sino el gesto de señalar”. El elenco lo conforman Hamlet Ramírez, Verónica Merchant, Luis Miguel Lombana e Itari Marta. Aunque los actores son firmes y las actuaciones son buenas, Marta encarna a un personaje con verborrea que hace en verdad molesta la primera parte de la obra. Hay un doble juego: el espacio en el que se desarrolla la acción hace evidente que se trata de un set televisivo. Incluso los personajes entran y salen a veces sin usar la puerta, y esperan su entrada a escena en el camerino, a la vista también de los espectadores. Dos operadores de cámara se pasan la obra entera registrando a los personajes, y las imágenes se pueden ver en una pantalla que cuelga arriba del escenario. Hacen tomas cerradas que dejan apreciar los gestos más sutiles de los personajes --como en el cine y la televisión-- y otras que, aunque más abiertas, no dejan asomar el artificio. Es muy interesante tener las dos caras, estar dentro y fuera a la vez, ser “el que engaña” y “el engañado” a la vez. Lo que no se puede negar es que para los espectadores de las primeras filas es un martirio tratar de ver lo que sucede frente a ellos teniendo a los camarógrafos estorbando de principio a fin. El amor no existe sin el desamor, la tristeza, el corazón roto, los incendios. Lo único que queda es aprender a abrazarlo aunque sea abrasado. Enamorarse de un incendio es parte de un programa llamado Aliados Foro Shakespeare, el cual pretende reabrir el espacio que se encontraba en la colonia Condesa y que cerró sus puertas el año pasado. La obra se presenta --con lleno total y con gente que no alcanza boleto-- los miércoles a las 20:45 horas en el teatro Rafael Solana (Miguel Ángel de Quevedo 687, Barrio del Cuadrante de San Francisco, Coyoacán). Hasta el 28 de agosto.

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