"Había una vez en Hollywood": Cuando los sueños se rompen

sábado, 31 de agosto de 2019 · 22:04
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Hollywood vive tiempos de cambio: los grandes estudios han comenzado a entrar en declive mientras que el cine de autor arranca una época dorada. En este escenario, un actor de televisión llamado Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) deberá enfrentar su propia crisis existencial. A esto habrá que añadir el absurdo, el humor negro, la violencia y la comedia de Quentin Tarantino, con un toque conmovedor que nos dejará girando por algunos días. Había una vez en Hollywood (Once Upon a Time… in Hollywood, 2019) ocurre en el año de 1969; es el año en que salió Easy Rider, parteaguas del nuevo cine de la industria estadunidense junto con películas como Bonnie y Clyde (1967) o Vaquero de media noche (Midnigth Cowboy, 1969), entre otras. También es el año de Charles Manson y de su “familia”, y del asesinato de la actriz (y compañera de Roman Polanski), Sharon Tate, a manos de estos pseudo-hippies. A Dalton lo acompaña su fiel escudero Booth (Brad Pitt), su stuntman de confianza, quien lo acompaña en todas las producciones en las que necesite un doble. Entre ambos hay más que una relación laboral, son grandes amigos… aunque en ocasiones Booth parezca ser sólo la sombra de Dalton. El protagonista lucha por levantar su carrera entre episodios depresivos y el abuso de alcohol… de manera paralela, vemos diversos episodios de la vida Tate (Margot Robbie) en donde está radiante y gozoza, no merecedera del destino que le tocaría padecer. En medio de esta tragedia anunciada, Tarantino se las arregla para hacernos reír, disfrutar y, para “shockearnos” con su violencia; para sorprendernos con situaciones que parecen no llevar a ningún lado, aunque también --y de manera sutil-- para tocar nuestros corazones y mostrarnos un momento de la historia del cine que, paradójicamente, parece salido de una película de horror hollywoodense. ¿Qué fue primero: la ficción o la realidad? Y Booth… una sombra incluso de sí mismo, parece el más apto para sobrevivir a este mundo, con todo y que su vida no sea mucho más brillante que la de cualquier estrella de Hollywood. Pitt y DiCaprio están fenomenales; las dos súper estrellas brillan en la oscuridad y desasosiego de sus personajes que, por un lado, emergen en tono de comedia, pero en el fondo resulta devastadora. La construcción de personajes es el resultado de diálogos geniales y de acciones sencillas y cotidianas que a veces dicen más que muchos diálogos. Había una vez en Hollywood está marcada por referencias cinematográficas de la época: es la recreación de un momento puntual en la historia del cine, y Tarntino nos lo cuenta como si hubiera sido parte de ese universo, como si hubiera sido uno de los actores principales. Y le creemos. Había una vez en Hollywood es una de las mejores películas de Tarantino y también de los últimos años.

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