'Jojo Rabbit”: Risa y absurdo en medio del horror

viernes, 17 de enero de 2020 · 23:55
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En plena Segunda Guerra Mundial, un niño alemán llamado Jojo tiene el ferviente deseo de formar parte de la guardia personal de Hitler. Es un fanático nazi que pertenece a las juventudes hitlerianas… y no sólo eso: tiene un amigo imaginario y es nada más y nada menos que el Fürer mismo. Lo anterior es el contexto de la cinta ‘Jojo Rabbit’ de Taika Waititi, nominada a seis premios Óscar, entre ellos Mejor película. Una comedia con tintes de drama, cargada de momentos sumamente hilarantes y otros tremendamente conmovedores. La vida de Jojo (Roman Griffin Davis) se ve trastocada por dos momentos: por un lado, es parte de un accidente durante su campamento del partido Nazi que va dirigido a jóvenes, y por el otro, descubre que su amorosa madre (Scarlett Johansson) esconde a una adolescente judía (Thomasin McKenzie) en su casa. ¡Traición! ¿Qué debe hacer Jojo? Y es que debería denunciar, pero pondría a su madre Rosie en peligro. Con Rosie ocupada la mayor parte del tiempo, y un padre que se encuentra en la guerra, Jojo deberá enfrentar esta “amenaza” con sus prejucios y con su amigo imaginario Adolf Hitler (Taiki Waititi). El director --quien también escribió el guion de la cinta, basado en la novela de Christine Leunens-- consigue reducir la terrible figura del Fürer a un mero elemento cómico y a toda su filosofía como algo digno de la imaginación de un niño de 10 años. Los ideales de Jojo se irán deconstruyendo conforme se enfrente al enemigo que tiene en casa, que por cierto se llama Elsa y se encuentra escondida en un compartimento secreto en el cuarto que pertenecía a la hermana de Jojo. Si bien está claro que en ‘Jojo Rabbit’ los nazis son los malos, es capaz de mostrarnos un crisol interesante de estos villanos, donde al final vemos que no todos son iguales, incluso que algunos “villanos” no lo son tanto. Es decir, la cinta mide a todos con la misma vara, y es importante mencionar que deja muy claro que no todos los alemanes son nazis, y que no todos los nazis son tan malos como debían ser, sin que esto implique una justificación de esta atroz ideología. Además de las estupendas actuaciones de Waititi, Johansson y Davis cabe resaltar el trabajo de Sam Rockwell en el papel del excéntrico Capitán Klenzendorf; Alfie Allen como el silencioso Finkel (asistente del Capitán); Rebel Wilson como la leal trabajadora del Reich, Fraulein Rahm, y de Archie Yates como el fiel amigo de Jojo, Yorkl, un gordito simpático y obediente que hace lo que le ordenan porque así son las cosas, pero cuya malicia parece ser inexistente. La cinta se encuentra acompañada por clásicos del rock como “I Don’t Wanna Grow Up” de Tom Waits, “Mama” de Roy Orbison o las versiones alemanas de “Heroes” de David Bowie y “I Wanna Hold Your Hand” de The Beatles, lo que genera una conexión sumamente emotiva con la escena que acompañan, y al final redondean el conmovedor trabajo de Waititi.

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