Cultura

"Nayra y el mundo de las sombras"

La obra teatral "Nayra y el mundo de las sombras", escrita por Laura Esperanza y puesta por Raquel Muñoz, transita por dos realidades, la de los cuerpos vivos y los evanescentes, la que se oculta y la que está a la vista.
martes, 24 de noviembre de 2020 · 13:54

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Nayra es una adolescente que ha cruzado al mundo de las sombras creyendo que ahí es el lugar donde se encuentra la mejor versión de nosotros mismos. Su sombra se lo ha dicho y ella le ha creído.

La obra teatral Nayra y el mundo de las sombras, escrita por Laura Esperanza y puesta por Raquel Muñoz, transita por dos realidades, la de los cuerpos vivos y los evanescentes, la que se oculta y la que está a la vista.

Dirigida principalmente a un público adolescente, pero disfrutable para todos, la obra tiene la intención de mostrar los lados oscuros del ser humano y la necesidad de reconocerlos para atravesarlos. Es aleccionadora y al mismo tiempo abierta en las interpretaciones. Recoge elementos de los postulados de Jung respecto a la sombra y su liberación, así como a las sombras como un juego de los humanos capaz de crear figuras y otros mundos distintos, pero no por eso menos reales. Algo tiene que ver en su estructura con el periplo de Alicia en el país de las maravillas y su acceso a un mundo fantasioso, pero con intenciones diferentes.

Es en estos universos donde las creadoras, con gran sensibilidad e inteligencia, proponen un transitar para descubrir lo que ocultamos y nos ocultan; los dolores y enojos que mandamos al fondo de nuestro sentir, para creer que no existen. El mundo de las sombras y su forma de comportarse es de gran acierto, pues maneja conceptos profundos y complejos de los humanos, pero planteados con gran sencillez.

Nayra se encuentra en ese mundo con la sombra de aquel pintor que tiene todos los colores y parece ser feliz, pero cuya sombra lo desmiente al ser él el depositario de sus frustraciones secretas. También se encuentra con la sombra de su madre reflejada en una imagen de gran belleza: cristales anudados uno tras de otro que caen como tristes gotas.

Las sombras remiten al mundo bidimensional, en contraste con la realidad tridimensional donde hay luz. Dos realidades con dos lógicas distintas, que van llevando a Nayra, con la ayuda de su amigo imaginario, el conejo Tochtli, a encontrar su fuerza interior y a usarla para volver a la luz. La obra de teatro se inicia y cierra con la leyenda prehispánica del conejo arrojado al fuego para formar la luna, y es este conejo, que ella crea encerrada en su cuarto, quien le hará ver su valor.

Alejandra Luna es la actriz que da vida a Nayra con una gran expresividad y energía. Su trabajo es creativo y capta los conflictos internos de una adolescente y, con originalidad en los movimientos, salta de un lado a otro. Álvaro Muñoz y Antonio Hernández interpretan a los otros personajes con los que ella se encuentra; desde la farsa o el subrayado en el decir, desarrollan sus personajes imprimiéndoles toques de humor que sobresalen en la obra.

Tanto la dramaturgia de Laura Esperanza como la dirección de Raquel Muñoz explotan la imaginación al máximo. Es una dirección limpia y ágil, así como lo lúdico en el vestuario de Maraña Tejeduría. El dispositivo escenográfico de Miguel de Bernardo, consistente en dos pantallas (una plisada y una lisa), las luces de Humberto Díaz y la música de Moisés Urrutia logran darnos la experiencia de transitar por dos realidades.

Nayra y el mundo de las sombras, realizada por la Compañía Iberoamericana de Teatro en Movimiento de Hidalgo, se transmitió en la Muestra de Teatro para Niños y Jóvenes 2020, organizado por la Secretaría de Cultura de Colima, y el 23 lo hará de manera presencial en el Teatro Guillermo Romo de Vivar, Hidalgo, como parte de la Muestra de Teatro Independiente 2020. Esta obra tan enriquecedora y creativa también se puede encontrar en YouTube o en las redes sociales de la compañía.

 

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