Max Weber, su centenario y México: Juan José Reyes

lunes, 15 de junio de 2020 · 09:07
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para rememorar los cien años de la muerte del filósofo, economista y politólogo alemán Max Weber,  que se cumplieron este día 14, el escritor Juan José Reyes acreditó al historiador Daniel Cosío Villegas como promotor en México de quien fuera uno de los fundadores de la sociología moderna. “Fue el gran impulsor de la lectura de Weber en nuestro país y en nuestra lengua, pues luego de fundar el Fondo de Cultura Económica se dio a la tarea de publicar las obras de pensadores fundamentales de los que muy vagamente sabían los lectores del terruño”, dijo quien desde 2004 dirige la revista Cultura Urbana de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). En el Fondo, Weber “pudo hallar a sus primeros lectores finos y certeros” -- señaló a esta agencia el también crítico literario, filósofo egresado de la UNAM y colaborador de Proceso--, pero agregó que “no obstante ha corrido en México con mala fortuna, pues su obra más célebre, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, ha sido leída con insuficiencia o simplemente no leída, con pocos lúcidos intérpretes desde que comenzó a circular en nuestro medio”.
Obras fundamentales
Otras obras fundamentales de Weber están en el catálogo de la editorial oficial mexicana, como la Historia económica general, “traducida y prologada espléndidamente por el transterrado español Manuel Sánchez Sarto, y en su tercera edición, de 2011, enriquecida con otro prólogo, de Graciela Márquez”, y mencionó a José Medina Echavarría, “por cierto otro español republicano y exiliado entre nosotros, quien animó directamente la publicación en el Fondo de varios trabajos weberianos”. Reyes ejemplificó, además, con la obra ensayística de Francisco Gil Villegas como acercamiento fundamental al autor de Economía y sociedad --su obra póstuma--, en cuya línea de paternidad de la sociología se emparenta con Carlos Marx y Augusto Comte. Refiriéndose a La ética protestante y el espíritu del capitalismo, cerró: “Weber había inaugurado una fecunda vertiente de investigación y reflexión: la que corría entre las tareas y la obediencia del creyente y, dentro de esa visión del mundo, su carácter salvador mediante el trabajo incesante en el mundo práctico. Solamente insertos en el trajín y las fatigas del diario quehacer productor hallarían la salvación los calvinistas, apuntaba Weber, como tan bien ha apuntado en ensayos recientes su editor mexicano (para el Fondo de Cultura Económica, desde luego) Gil Villegas”. El investigador de El Colegio de México ofreció el viernes pasado una video-conferencia magistral sobre el legado del sociólogo. Te puede interesar: El presidente predicador

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