Lamentan el deceso del bailarín Sergio Anselmo Orozco 'Che-ché”

martes, 16 de junio de 2020 · 15:36
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Que sigas bailando en donde quiere que te encuentres, te recordaremos con cariño”, fue el mensaje con el que la Compañía Nacional de Danza (CND) despidió al académico y bailarín Sergio Anselmo Orozco, “Che Che”, quien falleció el lunes pasado a los 37 años. Anselmo Orozco, quien fuera bailarín de agrupaciones como A Poc A Poc y Barro Rojo Arte escénico, fue creador de la obra Hábitat (desde el interior), que se relaciona como su pieza cumbre, estrenada en 2016. Egresado de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea y el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se destacó por su desempeño y técnica. Ambos centros de estudio emitieron mensajes en redes sociales lamentando el deceso, aunque ninguno detalló la causa. También la Secretaría de Cultura federal y capitalina, así como el mismo INBAL, la titular de este último, Lucina Lucina, espacios culturales como el Centro Cultural del Bosque, Ollin Yoliztli, y el Sistema de Teatro de la Ciudad de México publicaron postales en redes sociales destacando la obra del bailarín y la pérdida que significa para la comunidad dancística. Incluso agrupaciones independientes como Nohbords del coreógrafo Diego Mur, y Convexus Ballet Contemporáneo, dirigida por Francisco Rojas, emitieron sus mensajes. Esta última publicó: “Lamentamos profundamente tu pronta partida Sergio Anselmo Orozco. Nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos. Vuela alto, descansa en paz”.
Trayectoria
Acorde a información de la Secretaría de Cultura federal, Anselmo Orozco trabajó en la compañía Barro Rojo, Arte Escénico, como parte de su elenco estable durante nueve años. Más tarde se integró al elenco del Ceprodac, bajo la dirección de Raúl Parrao y se mantuvo por seis años, con lo cual cumplió el ciclo máximo de permanencia en el Programa de Residencias Artísticas en Grupos Estables al que perteneció. En Ceprodac trabajó con coreógrafos nacionales como Lidya Romero y Jaime Camarena, así como con Vladimir Rodríguez (Colombia), Hamid El Kabouss (Francia-Marruecos) o Damien Jalet (Francia-Bélgica). Y ahí también se desarrolló como creador de dos obras: una de ellas como parte del ciclo Danza, la espada del verso, en la cual junto a varios coreógrafos utilizó como inspiración poemas de jóvenes escritores mexicanos. Su visión en los procesos sociales a través del arte quedó patente en su obra Hábitat (desde el interior), en la que buscó expresar las diferentes formas en que los seres humanos se relacionan con espacios íntimos. Te recomendamos: La Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de Cuba hacen gala con “Giselle”

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