CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La muerte del periodista, promotor, crítico musical y colaborador en Proceso, Raúl Díaz, cimbró este viernes al gremio cultural.

Rosa Nieves Nogueda Arroyo, esposa de Díaz, informó que el deceso ocurrió la noche del jueves 18, debido a problemas asociados con el covid-19. En un breve mensaje enviado a personas cercanas escribió: “Con profunda tristeza les comparto que mi compañero Raúl Díaz Ramírez trascendió hoy 18 de noviembre a las 23 horas, víctima de Covid. Descanse en Paz”.

Vía telefónica con Apro, Nieves Nogueda informó que debido a la pandemia no se velará el cuerpo, que esta tarde será cremado en la funeraria J. García López. Las cenizas del periodista, de 79 años, serán llevadas a la casa que la pareja compartía en esta ciudad.

“Esta situación es triste y dolorosa para mí y todo el que lo conoció, pero no representa a Raúl. Quienes lo conocieron saben que él era pura alegría, una persona feliz, lúdica, que siempre sonreía, y como estaba próximo a cumplir sus 80 años, el 16 de diciembre, buscaré que el sábado 18 se reúnan sus colegas, amigos y compañeros de lucha en una reunión virtual para despedirlo en una fiesta, creo que eso querría”, resaltó la compañera de vida de Díaz.

Sus colegas y compañeros del movimiento Asamblea por las Culturas hicieron eco del fallecimiento en grupos de WhatsApp, recordando su sensibilidad artística, carácter afable y solidaridad para los trabajadores de la cultura, en especial durante el último año y medio de pandemia.

Vía telefónica, Gerardo Carrillo, músico y amigo de Díaz Ramírez, recordó el compromiso social que caracterizó al crítico musical: “Era sorprendente su vitalidad con casi ochenta años de vida y cinco décadas de trayectoria como periodista, fiel a su manera de pensar los temas sociales desde el punto de vista comunista con el que convergía, y lo hacía cada que podía, a veces compartiendo la ‘Tribuna Comunista’ o invitándonos a varias acciones.

“En la Asamblea, su última actividad fue como miembro del comité del primer Congreso Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Arte y la Cultura (Conttac), que se realizó en octubre pasado y del cual fue un eje fundamental”.

Dicho congreso se realizó vía virtual y buscaba, entre otras cosas, analizar los medios para dignificar el acceso a los sistemas de salud y seguridad social, y capacitación y mejora de condiciones laborales de los trabajadores de la cultura.

Sobre el deceso, la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, escribió un mensaje en sus redes sociales:

“La partida de Raúl Díaz es una inmensa pérdida para la comunidad artística. Incansable promotor cultural y luchador social que dedicó su vida a la utopía de que un mundo mejor es posible. Un abrazo solidario para su familia y amigos”.

El colectivo #NoVivimosdelAplauso, con el que se organizó el programa cultural Conttac, hizo lo propio también en redes sociales: “En paz descansa, Raúl. Gracias por todo lo compartido en esta lucha por la dignidad. Enviamos un abrazo muy grande a la familia, amigos del maestro, periodista cultural, Raúl Díaz”.

Como periodista, Díaz Ramírez llegó a casi cinco décadas de trayectoria publicando en diversos diarios y revistas nacionales; incursionó en la radio, e incluso de manera reciente en programas musicales a través de redes sociales.

Como colaborador musical en Proceso publicó decenas de textos, siendo la primera una columna relativa a los 40 años del Festival Internacional Cervantino el 16 de octubre de 2012 (#1876), y la última el 11 de julio de este año, con un análisis sobre el concierto de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, en temporada virtual con Horacio Franco (#2332).

Incluso ante la pandemia nunca dejó de apoyar a nuevos cantantes de ópera, tema del que era gran conocedor, además de generar nuevos adeptos a través de sus talleres “Opera para no iniciados” y “Ópera bajo la lupa”, donde invitaba a distintas voces de la escena operística para explicar al púbico --en espacios como la Fonoteca Nacional o parques-- el significado de una aria, o la diferencia entre un soprano y un tenor,

A Díaz Ramírez le sobreviven, además de su compañera, sus hijos Ninel y Cosette Díaz Pardo, y dos nietos: Balam y Quetzali Asenjo Díaz.