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“La Excavación”: somos eternos

La Excavación (The Dig, 2021) es una cinta de Netflix que, en una lectura superficial, habla del arduo trabajo de la arqueología y los excitantes descubrimientos.
domingo, 7 de febrero de 2021 · 22:32

Monterrey, NL (proceso.com.mx).- ¿Quién dijo que la arqueología es aburrida?

En Inglaterra, en 1938, poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el señor Brown (Ralph Fiennes), es un tímido obrero de la arqueología, que presta sus servicios a una viuda adinerada, la señora Pretty (Carey Mulligan) que lucha estoicamente con una enfermedad, que le mina lentamente las fuerzas. Su labor consiste en excavar algunos montículos donde ella cree que puede haber algunas ruinas históricas, vestigios de una civilización pasada, algo, lo que sea que le traiga algo de emoción a su vida aburrida, rodeada de lujos.

Inesperadamente el hombre de la pala reporta un hallazgo. Lo que encuentra bajo tierra es uno de los más asombrosos descubrimientos de la arqueología moderna. Y aunque la señora es la propietaria de ese bien histórico, algunos llamados especialistas se lo quieren apropiar.

La Excavación (The Dig, 2021) es una cinta de Netflix que, en una lectura superficial, habla del arduo trabajo de la arqueología y los excitantes descubrimientos. Pero una contemplación más cercana revela una bella metáfora sobre la eternidad de las almas que pasan por la tierra, y la memoria imborrable de quienes actúan motivados por el amor y la pasión.

Brown no es un experto en la ciencia. Es, más bien, un auxiliar que conoce perfectamente el oficio, aunque no tiene credenciales académicas, a diferencia de un detestable experto, advenedizo, que se quiere apropiar de la obra y quien, sin embargo, encontrará resistencia de parte del equipo de personas sin elevado perfil, que está del lado de la señora Pretty.

Lo película explica que la arqueología es una ciencia sobre el futuro. Aunque se encarga de revelar vestigios del pasado, ayuda a entender el presente y proyectar lo que viene. Aunque también comprueba que la grandeza puede ser encontrada en sitios inesperados. Un gran tesoro de la historia, pieza invaluable para la ciencia, es hallada en un pedazo de tierra que estaba olvidado y al que le pusieron atención personas que no tenían nada más notable que su entusiasmo.

Aunque el hallazgo es espectacular, el director Simon Stone relega el objeto y se enfoca en el drama. Fiennes y Mulligan son personas ordinarias, de campo, de orígenes opuestos, pero con existencias apacibles y discretas. Sin embargo, el hallazgo les da una razón para sacar el carácter. Por más que los pomposos enviados de la gran ciudad quieran despojarlos de lo que es suyo, al asumir una defensa también luchan por su propia dignidad. Ellos son los dueños de algo valioso, lo único públicamente notorio que habrán hecho en su paso por la tierra, y ninguna persona se los va a quitar.

Es increíble cómo este par de actores, brillantes como supernovas en su perfecta madurez, pueden interpretar fielmente personas sigilosas y tímidas, repelentes a la atención y a la notoriedad.

Con exquisita fotografía y bella música, La Excavación es una película muy emocional y lenta, pero intensa, que va creciendo, junto con el contexto sombrío de la guerra que se revela, inexorable, hasta que llega a las vidas de todos como un hecho inevitable, trágico y transformador.

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