Literatura

Presentación de "Nanoficciones" en la Sogem por PaCo

Este viernes 28 al mediodía, la Casa del Escritor presentará el reciente libro de Francisco Humberto Rangel Turón intitulado ‘Nanoficciones vol. 1’.
miércoles, 26 de mayo de 2021 · 22:37

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Este viernes 28 al mediodía la Casa del Escritor, de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), ubicada en Saturnino Herrán 143, colonia San José Insurgentes, presentará el reciente libro de Francisco Humberto Rangel Turón intitulado ‘Nanoficciones vol. 1’.

La presentación irá a cargo de su colega desde la adolescencia, el periodista Jorge Marinero.

Como actor, Rangel Turón suele usar el alias de Frank Turón en su rol de director teatral, pero esta vez, bajo el pseudónimo de “PaCo” (‘Pater Comunitatis’), estrena su primer volumen de bolsillo, apoyado por la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte A.C., Teatro Móvil y la misma Sogem: 162 “nanoficciones” en 189 páginas.

Se trata de textos de pocas palabras, al estilo de los hai-kus introducidos en la literatura latinoamericana por el coyoacanense José Juan Tablada (1871-1945), si bien el mejor ejemplo de relato mínimo le pertenece al escritor guatemalteco Augusto Monterroso (1921-2003) con el célebre cuento (considerado el más corto del mundo): “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

La recopilación de Rangel Turón más que historias son diálogos, aforismos, incluso chistes, algunos retomados de la tradición popular urbana, pero la mayoría de las redes sociales. Abundan, pues, las reproducciones de “memes” con variantes que pueden localizarse en sitios como Pinterest, Facebook, etc. ‘Nanoficciones vol. 1’ lo dedica el autor a su hermano Ernesto, fallecido a los 50 años de edad a causa de covid, en 2020. A continuación, ofrecemos a nuestros lectores partes del prefacio de Francisco Humberto Rangel Turón (PaCo).

Híper cuentitos féericos

Esta compilación de textos híper breves prefiero denominarla: ‘nanoficciones’. El problema del nombre “nanoficción” es que no hay un acuerdo entre los estudiosos sobre cómo designar un género literario a contenidos tan compactos como los que se presentan en la edición de este primer volumen. (…)

Otros términos lindantes a microficción son: minificción, ficción urgente, cuento mínimo, cuento en miniatura, ficción de tarjeta postal, cuentículo, cuento minúsculo, narración breve, cuento brevísimo, microcuento, cuento breve, cuento cortísimo, relato vertiginoso, relato breve, cuentillo, cuentillo, texto breve, y textículo. (…)

Por otro lado, el vocablo ‘nano’, del latín “nanus”, significa enano (νᾶνος o “nânos” en griego) y el prefijo utilizado en el Sistema Internacional de Unidades se refiere a la milmillonésima parte de la unidad.

En cuanto a su extensión, la nanoficción tiene un paralelismo en diversas corrientes literarias. Por ejemplo, con el haiku, haikú o haikai, un género poético de origen japonés, el cual consiste en un poema breve de diecisiete sílabas respectivamente. Suelen hacer referencia a escenas de la vida cotidiana, y a menudo incluyen una asociación con una época o momento del año (kigo, 季語)… Pasando a los autores occidentales, el haiku que sigue es del argentino Jorge Luis Borges (1899-1986):

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga? (…)

Se puede definir la ‘nanoficción’ como un minitexto de narración comprimida que se caracteriza por estar compuesto dentro de una extensión diminuta en todos sus elementos constituyentes: título, personaje(s), género, eje temático, tono, ambiente, temporalidad, conflicto, resolución del conflicto, clímax y conclusión.

La ‘nanoficción’ depende de la capacidad de síntesis donde menos es más, o de que se puedan concentrar todas sus partes componentes para reducirlas a un número de palabras.

En la práctica de la narrativa actual, la ‘nanoficción’ ha evolucionado. Su belleza literaria reside en la velocidad con la que se narra una mini historia o se cuenta un híper relato. Suele caracterizarse por un discurso ágil y un ritmo que huye de lo contemplativo.

Hay un proceso de fragmentación en cada ‘nanoficción’ para configurarla en pequeñas elipsis narrativas tejidas con hábiles argumentos y contrapuntos que logran la supresión de algún acontecimiento dentro de la linealidad temporal. Estos son factores esenciales en el campo representacional de la ‘nanoficción’.
Doy otro ejemplo:

Madre descontextualizada

--Hoy le dije a mi hija, “pásame el periódico, por favor”, a lo cual ella me contestó:

--Mamá ¡está ruca y fuera de onda! No encajas en el mundo ‘millennial’. Mejor te presto mi iPhone.

--Y entonces, ¿qué pasó?

--Resumiendo: la mosca está muerta, el iPhone roto, y ella llorando.

Cada ‘nanoficción’ fractura la narrativa a la que se refiere en relación a la ficción que emerge de una realidad. Hay una manipulación del tiempo fractal que produce la conexión con el ritmo vertiginoso de la vida. El eje dialéctico en la progresión dramática explora los matices que ofrece este nano-universo y da lugar, a la vez, a un espacio unificado por dos cuestiones enigmáticas:

¿Qué tanto de ficción tiene la realidad? ¿Qué tanto de realidad tiene la ficción? (…)

La ‘nanoficción’ se ha formado en las características del siglo XXI; es decir, se concentran sus rasgos de brevedad, contundencia, final sorpresivo, sus temáticas y tratamientos simplificados. Es una literatura que tiene la cualidad de generar la posibilidad de que el hombre diga todo en unas cuantas palabras coloquiales. Provoca ese deseo de dar una ínfima historia de forma total.

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