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"Cosas imposibles", un respiro en la pandemia

Para su reciente largometraje, el cineasta veracruzano que debutó en 2007 con Párpados azules, adaptó una historia insólita de la guionista tapatía Fanie Soto. Se trata de Cosas imposibles, que explora la soledad y la marginación, pero también la resiliencia, la solidaridad y la bondad.
domingo, 13 de junio de 2021 · 17:15

Para su reciente largometraje, el cineasta veracruzano que debutó en 2007 con Párpados azules, adaptó una historia insólita de la guionista tapatía Fanie Soto. El tema presenta una amistad noble que surge entre Matilde, una mujer mayor de 60 años quien acaba de enviudar (la actriz Nora Velázquez) y su vecino, un empático y joven comerciante (Benny Emmanuel). En entrevista, Ernesto Contreras acepta que Cosas imposibles explora la soledad y la marginación, pero también la resiliencia, la solidaridad y la bondad.

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Siempre inmerso en la búsqueda de historias, el cineasta Ernesto Contreras de pronto se topó por casualidad con el guion de su quinto largometraje Cosas imposibles, drama-comedia que se exhibirá en los cines del país a partir del 17 de junio.

“Fue un encuentro totalmente casual, inesperado. Se trataba de un relato bellísimo, sencillo en apariencia, muy factible en términos de producción, con temas que he explorado, y hoy es oportuna su salida comercial porque, después de todo lo que hemos vivido con la pandemia, necesitamos reírnos, pasarla bien.”

Contreras (Veracruz, 1969), realizador de las ficciones Párpados azules (2007), Las oscuras primaveras (2014) y Sueño en otro idioma (2017), así como del documental de rock Seguir siendo: Café Tacvba (2010), rememora en entrevista por zoom que todo el tiempo lee y escucha narraciones tratando de inspirarse para hallar lo que quiere contar, “y aunque durante mucho tiempo he trabajado con mi hermano Carlos, quien es guionista, me encontré con el guion de Fanie Soto durante mi presidencia en la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (2017-2019)”.

Entonces le tocaba asistir a varios actos y hacer presencia como testigo, “yo digo que como edecán”, y fue invitado a la premiación de la XIII edición del Concurso Nacional de Guiones de Largometraje para Autoras y Adaptadoras de Cine, de la Asociación Cultural Matilde Landeta, AC, que organiza la directora de cine Marcela Fernández Violante. Ahí estaba Ana Cruz, quien fue parte del jurado, y platicaron del porqué habían escogido a los ganadores. Prosigue con entusiasmo:

“Cuando se refirieron al primer lugar, que fue Fanie, me gustó mucho lo que dijeron. Ahí conocí a la talentosa joven guionista de Guadalajara. Me contó un poco más de la historia y yo estaba seguro de que sería su ópera prima; pero ella me dijo que no, que la había escrito a ver si alguien quería dirigirla. Entonces le manifesté que deseaba leerla y, al conocerla, pensé que debía filmarla.”

Cosas imposibles, de 100 minutos, muestra a una mujer sesentona quien ha vivido con su marido Porfirio desde los 15 años de edad, por lo que la relación se ha desgastado debido la violencia y el desprecio que su esposo ejerce sobre ella. El personaje es Matilde, y lo interpreta Nora Velázquez (Ciudad de México, 1962). 

Un día, Porfirio (cuyo papel representa el actor y director de telenovelas mexicanas Salvador Garcini) fallece súbitamente y la deja sola en compañía de su gato Fidel. Ella cree que Porfirio la sigue torturando con sus apariciones y no puede liberarse de él. Por si fuera poco, su pensión del seguro para vivir le ha sido cancelada.

En tanto, su vecino Miguel (el actor Benny Emmanuel, nacido en Veracruz en 1996), joven y hábil comerciante, ve sola a Matilde y se apiada de ella; poco a poco, a pesar de la diferencia de edades, forjan una amistad y se confiesan sus secretos y sueños. Matilde y Miguel tratan de superar sus problemas y vivir la vida.

En la producción de Alebrije Cine y Video, Agencia SHA, Jorge Molina Merino y los Estudios Churubusco actúan también Gabriela Cartol, Ari Gallegos, Luisa Huertas y Verónica Toussaint, entre otros. La cinefotografía es de César Gutiérrez, y la dirección de arte, de Diana Saade.

Contreras, egresado del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación y del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (ahora Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, de la Universidad Nacional Autónoma de México), dirigió en 2016 el episodio El erotismo, protagonizado por la actriz y cantante franco-suiza Irène Jacob, como parte del largometraje de ficción La habitación, de Machete Producciones.

Sueño en otro idioma obtuvo entre múltiples reconocimientos el Premio del Público en el Sundance Film Festival y seis premios Ariel de la Academia Mexicana de Cine, entre los que se encuentra el Ariel de Oro a la Mejor Película. También ha dirigido series documentales para NatGeo, Discovery Channel y HBO, y de ficción, como El Chapo para Netflix, y la serie policiaca Falco para Amazon, ésta nominada por los International Emmy Awards 2019 en la categoría Programa Primetime en lengua no inglesa.

Proyecto esperanzador

Cosas imposibles explora la soledad y la marginación. Contreras anexa:

“Igual me interesaba que fuera una película luminosa, esperanzadora y de alguna manera positiva. Que hubiera un cambio en los personajes que nos llevara a la resiliencia, la solidaridad, la bondad, valores que, por lo que padecemos por la pandemia, se nos olvida que ahí están. El cine también me sirve para de pronto decir: ‘Oigan, recordemos que también podemos ser así y podemos encontrar a gente así’, lo cual me concernía mucho porque estaba seguro de que eso podía generar una conexión con el espectador.

“Incluso desde un inicio la apuesta fue efectuar algo absolutamente sin ninguna pretensión de nada, simplemente contar una historia, presentar a estos personajes, conocerlos, quererlos y ver todo lo que les pasa. Sí, están la soledad y la violencia, y el empoderamiento tan necesario del que se habla en estos momentos; yo deseaba aprovechar la oportunidad de tener una protagonista mayor de 60 años, cosa que no se ve demasiado en el cine.”

La amistad es otro asunto del filme:

“Me parece que lo que Fanie plantea en este cuento es muy particular, con una amistad entre una mujer mayor y un joven. La historia me dio la oportunidad de plasmar toques fantásticos. La amistad planteada se inspira en una experiencia personal de la guionista, de la cual no hablaré demasiado porque es una cuestión muy de ella… A mí siempre me ha gustado mucho esta conjunción de generaciones, algo poco usual en nuestro cine y que se da de forma muy orgánica. Lo bonito de la historia es que para el minuto 20 el público ya se encuentra enganchado con estos personajes, porque a partir de un pequeño gesto de bondad se detonan un montón de cosas.”

Se le pregunta cómo encontró las locaciones, ya que complementan la atmósfera de la película de una manera muy particular, y relata:

“Desde mis primeros trabajos he sido un apasionado de encontrar esos espacios, principalmente en la Ciudad de México, pues casi todas mis historias han sido en esta urbe que me encanta recorrerla y descubrirla. Esto me pasó con los cortos que he creado, después con Párpados azules y Las oscuras primaveras, y cuando comenzamos con Cosas imposibles había necesidades muy específicas como un edificio, la ventana que diera a la cancha de basquetbol, en fin…

“El equipo del scouting (búsqueda de locaciones) que nos estaba ayudando me mostró una foto de unos edificios morados, y dije: ‘Debo ver eso con mis propios ojos’. Así que fui a Iztacalco, en una unidad gigantesca del Infonavit, y la sección que se llama Aguamiel es muy particular porque está muy cuidada y los edificios enormes son morados. Existe una iglesia con motivos japoneses. A partir de eso fue como pensarlo todo en ese espacio. Me encanta lo que se ve porque cada uno de los lugares fueron pensados y discutidos para cada una de las secuencias.”

El guion se titulaba Ni las cosas posibles, con el que Fanie ganó un diploma y 50 mil pesos en efectivo en el concurso, pero al cineasta le pareció un poco confuso:

“De pronto surgió el título Cosas imposibles y me gustó. Me cuestionaba: ¿Realmente hay cosas imposibles? Tenía que ver con que hay la convivencia entre vivos y muertos, por llamarlo de alguna forma, de momentos fantásticos que podrían ser imposibles, sobre todo ese encuentro impensable entre esta mujer y el joven.”

Cosas imposibles se iba a estrenar en 2020 pero el covid-19 cambió todo. Para concluir, apunta:

“Afortunadamente ahora sale y también estoy contento de que Videocine le apueste. Se interesó en distribuirla, es satisfactorio contar con su respaldo y que más gente pueda verla. Para mí y el equipo, que llegue al contacto con el público es lo más importante. Y que haga su propia ruta.”  

Reportaje publicado en la edición 2327 del semanario Proceso

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