ATUENDO: Qué bonito estoy, qué lindo soy...
* “Soy el ideal para la Selección": Ricardo LaVolpe
México, D F, 18 de febrero (apro)- Nadie debería de sorprenderse porque basta recordar su origen para entenderlo Es argentino Eso quiere decirlo todo Algunos teóricos universales se han preguntado: ¿qué es el ego? Es el pequeño argentinito que todos llevamos dentro
Ricardo Antonio LaVolpe aprovechó la rueda de prensa del lunes pasado en la capital del país para descartar a todos los entrenadores del mundo: nadie mejor que él para salvar a la patria futbolera de nuestra nación
"Estoy convencido de ser el indicado para la Selección", reconoció modestamente ante decenas de periodistas que, asombrados, se miraban unos a otros, acaso haciendo un pacto común para no estallar en carcajadas
Con el aire de aquel personaje de “Los Polivoces”, Gordolfo Gelatino, LaVolpe parecía decirles a todos: "Véanme: qué bonito estoy, qué lindo soy, cómo me quiero"
Y añadía en la rueda de prensa: "Resulta imposible tratar de convencerlos a todos de que soy el técnico idóneo para la Selección", les dijo, porque también los periodistas "se sienten técnicos", pero aclaró que su trabajo ahí está: "Ya se ha ganado la Copa de Oro, se logró el tercer lugar Panamericano y ahora el preolímpico"
No aclaró LaVolpe que tanto la Copa de Oro como el preolímpico tuvieron un elemento en común: se disputaron en México, y aquí la selección es capaz de ganarle al mejor equipo del mundo, por la condición de local, por el apoyo del público y porque así suelen ser nuestros jugadores, que se agrandan en competencias sin importancia
El preolímpoico es un simple requisito geográfico para calificar como lo que siempre ha sido México: el menos malo de la Concacaf
Si se tratara de visitas recíprocas aumentaría el grado de dificultad, pero al final de cuentas el resultado final tendría que ser la calificación Porque cuando es en una sola sede, bien sea en Canadá o Estados Unidos, en Centroamérica o en el Caribe, las posibilidades de calificar se reducen escandalosamente
A eso le apuesta LaVolpe: a que las eliminatorias para el Mundial (la verdadera prueba de su gestión) serán a visita recíproca En todas las competencias del pasado, con LaVolpe, sin LaVolpe o a pesar de LaVolpe, el saldo es el mismo: en casa México es invencible, a visitas recíprocas ganamos con apuros y en una sola sede, que sea fuera de nuestro país, generalmente acumulamos fracasos Esa ha sido la historia de siempre, la que seguramente LaVolpe no conoce
Su única prueba verdadera fue el Panamericano, donde estaban selecciones de Sudamérica, y ahí México consiguió apenas un miserable tercer lugar
Cuando los resultados normales no se dan, LaVolpe culpa a la prensa, pelea con ella, habla de la falta de estructura de nuestro futbol, critica la generación perdida de los 26 o 27 años, la falta de figuras y lamenta la ausencia de los Luis García, Ricardo Peláez, Alberto García Aspe y Benjamín Galindo como un pretexto para no obtener triunfos en partidos amistosos
Cuando gana los torneos que siempre antes ganaron los mexicanos, se engalla, saca a flor su ego y sostiene que no hay mejor entrenador en el mundo que él para dirigir a la Selección Nacional
Luego se recuesta, toma su libro de cabecera ("Ay vida, no me mereces") y repite en su videocasetera su película predilecta: "El espejo no miente"