Análisis deportivo: Todos somos Maribel

jueves, 27 de enero de 2005 · 01:00
* "Juega cada partido como si fuese el último partido de su vida": Fátima Leyva México, D F, 26 de enero (apro)- De repente saltó a la escena pública, tras abandonar las fuerzas inferiores de la sociedad: Maribel Domínguez se paró delante de medio centenar de periodistas presa del pánico escénico Del polvo, del llano, de algunos campos con pasto, saltó a la mesa de honor, a los micrófonos abundantes, los flashazos interminables, el tumulto de grabadoras, los empujones, las solicitudes y las preguntas sin fin Arriba de su cabeza ya se le veía la aureola de los elegidos, la que hace distintos a los iguales Y, siendo sinceros, la celebridad se da no por ella, sino por el destino Ya jugó en el extranjero, con el Atlanta Beat, pero no pasó nada Ahora va a España, al Barcelona, a uno de los nombres más recordados del planeta futbol Decir barza es decir historia, tradición, España, Joahn Cruyff, Ronaldinho o para nosotros Rafa Márquez Maribel Domínguez va a una liga semiprofesional, sin ganar las grandes bolsas de dinero ni los contratos millonarios Va a jugar en España, a entrenar diario, a vivir sus cinco minutos de fama porque la liga femenil apenas está en proyecto No existen las grandes contrataciones Cuando la brasileña Milie, conocida más por ser esposa (ex, ahora) de Ronaldo que por ser futbolista, quiso ir a la filial del barza apenas pudo conseguir para pagar un departamento y unos cuantos euros por jugar Entendamos: la liga en España es semiprofesional Pero el alboroto que se armó en México, cuando varios periódicos le dieron la portada y la colocaron junto a Rafa Márquez en el renglón momentáneo de la celebridad, Maribel se vio asustada ante el nuevo escenario que se le presentó Ya no eran sus días solitarios como desconocida en Valle del Chalco o en su modesto departamento de Ciudad Nezahualcóyotl No, ahora era el maremoto de la fama, que muchas veces destruye todo a su paso Cuando se ponga el pantalón corto, los zapatos de futbol, las medias, pero sobre todo la célebre camisa azul y grana del Barcelona, su imagen será una postal para los mexicanos Y ahí nos daremos cuenta que todos somos un pedazo de Maribel, de la futbolista No habrá luchas entre feministas y machistas porque la querían colocar en un equipo varonil (el Celaya), sino que ahora será el orgullo nacional de ver triunfar a una mexicana en el extranjero, aunque no gane al mes ni lo que Rafa Márquez gana en media hora de entrenamientos Son dos universos distintos, pero dos mexicanos por igual Cada gol de Maribel en su nueva aventura española será un regocijo para los aficionados mexicanos, un motivo de orgullo para el nacionalismo y varios comerciales más para Televisa, que según quejas de las otras televisoras, se apropió de ella como de todo lo que genere utilidades económicas

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