Análisis deportivo: La soberbia
* "Me duele en el alma": Mario Carrillo
México, D F, 5 de diciembre (apro)- Detrás del cuerpo técnico del América se esconde una de las redes más perversas del futbol mexicano No sólo ha sido acusado Manuel Lapuente, el vicepresidente deportivo, de haberse beneficiado con comisiones (como lo acusó en Proceso un exmédico del Necaxa) del promotor Carlos Hurtado (quien ni siquiera utiliza su apellido paterno, que es Martínez, quizá para burlar sus operaciones con Hacienda), sino que encubrió durante casi 20 años a un presunto médico que no tiene compañeros de generación, porque no terminó la carrera
En este torneo se destapó el caso de Julio César Cantú Gutiérrez, quien no sólo fue "doctor" de Tigres, Puebla, Necaxa y América con Lapuente, sino que el mismo vicepresidente deportivo de las "Águilas" lo llevó al mismísimo Mundial de Francia 1998 para atender a los jugadores, contrariando las leyes internacionales al respecto, porque no tiene ni título ni cédula profesional para ejercer tan delicada actividad
Lapuente, al igual que Mario Carrillo y los auxiliares, Ernesto de la Rosa y Víctor Manuel Aguado, forma parte del equipo de trabajo del poderoso capo de los entrenadores, Carlos (Martínez) Hurtado, quien desde Miami controla a la mitad de los equipos del futbol mexicano a través de sus incondicionales entrenadores
Este grupo actúa como clan, acomodándose en posiciones estratégicas, teniendo un control total del cuerpo técnico, del médico, de las oficinas y de las fuerzas inferiores de un equipo Así tienen controlado al Necaxa, al San Luis y al América, los tres equipos de Emilio Azcárraga Jean, quien parece no darse cuenta o no lo enteran sus respectivos presidentes Justino Compeán, Eduardo del Villar y Guillermo Cañedo Y no lo informan por dos razones: por ignorancia o por complicidad
Para que se viera el manejo sucio de este poderoso grupo, la eliminación de todos los equipos de Televisa de la liguilla, la posposición de festejos hasta mediados de 2006 y, sobre todo, la catástrofe del América, tienen que mover a la reflexión al dueño de Televisa, que está infiltrado por el poder del promotor Carlos (Martínez) Hurtado, a través de varios de sus principales incondicionales
La del América, después de ir ganando 3-1 a los Tigres, no es una derrota Es un, con licencia de las palabras de Manuel Lapuente, es un fracasotototote porque antes de tiempo, víctimas de la soberbia, ya estaban festejando el bicampeonato, cuando todavía no concluían la obra de limpieza interna Esconder al médico falso, sacarlo por la puerta de atrás, en lugar de dar una explicación convincente, deja muy mal parado no sólo a Emilio Azcárraga, sino a Guillermo Cañedo, quien como encargado del América es el que debe dar la cara, en lugar de escudarse en su torpe y repetitiva frase: "De ese tema no voy a hablar"
El fracaso deportivo va directo al expediente de Manuel Lapuente, como vicepresidente del área Pero que en el América se permita la operación de un clan, con un médico hechizo y con entrenadores leales que se prestan a contrataciones que no se justifican, es algo que el mutismo de Guillermo Cañedo tendrá que explicar algún día La eliminación de todos los equipos de Televisa, pero sobre todo del América, les brinda a Emilio Azcárraga y a Guillermo Cañedo una oportunidad inmejorable para asear su casa