Caso Castaños: Un año de presiones y amenazas (Última de dos partes)

viernes, 20 de julio de 2007 · 01:00
Monclova, Coah , 23 de julio (apro-cimac)- "Jurídicamente terminará el proceso, habrá castigo para los soldados, pero para nosotras esto no terminará nunca", sostiene una de las primeras mujeres agredidas por los exsoldados del 14 Regimiento Motorizado y de Caballería del Ejército Mexicano que el 11 de julio de 2006 asaltaron la zona de tolerancia de Castaños y violaron a 14 trabajadoras "Tengo los nervios de punta, no sé qué pueda pasar, pero ya lo hemos decidido: no vamos a trabajar, queremos manifestarnos y pedir justicia", dice la joven mujer tras asistir a una reunión con sus compañeras, sus amigas, mujeres a las que apenas conocía o no conocía antes del 11 de julio, pero ahora están juntas "Al final siempre salimos perdiendo", reflexiona, pensando en que sin trabajo no tendrán sueldo en ambas jornadas, unos 600 pesos de fijo "más lo que pudiera sacar" Con extensas pausas durante la conversación, esta mujer que pide no mencionar su nombre confía en que una vez que termine el proceso judicial termine la persecución de periodistas y fotógrafos Cuando se entera que el 11 de julio fue nombrado el Día Nacional de las y los Trabajadores Sexuales y que en la Ciudad de México se realizaría un acto en el Jardín de la Soledad, en La Merced, la sonrisa vuelve a su rostro y apenas murmura: "Nosotras siempre estaremos juntas" Luego vuelve al silencio Pese al temor que rodea sus vidas, el recuerdo sigue presente y exige justicia: "Que los castiguen parejo, no vaya a ser que porque tienen un rango no los castiguen, como a otros, porque cuando vinieron no hubo ninguna diferencia, todos actuaron igual, todos hicieron lo mismo se olvidaron que nosotras también tenemos dignidad y derechos" Con poco más de 30 años de vida y una familia a la que mantiene, dice que durante estos 365 días ha tratado de rehacer su vida, "pero nada es como antes" Ahora vive a la defensiva, temerosa, no duerme igual, tiene pesadillas: "La huella sigue, no es fácil de borrar esto" Sin embargo, se anima: "Pero descubrí algo en mí: descubrí que quiero mejorar, progresar, dar el paso decisivo, tomar un nuevo curso, mi carrera de Diseño para tratar de dejar esto, tratar de darle una mejor vida a mi familia, conseguir un buen trabajo y ya estoy estudiando" Una vida difícil La noche cae en Monclova "El Pérsico" y "Las Playas" ?los centros de diversión donde fue la violación múltiple-- lucen más lúgubres que de costumbre Detrás de los edificios, el desierto y la puesta de sol; detrás de las miradas de las mujeres de Castaños sigue el recuerdo Esta noche no hay trajes negros, ni mujeres-niñas tratando de ser sensuales al extremo Hay ropa del diario Hay nostalgia por la "tranquilidad" perdida Una mujer de mirada dulce comparte su vida con el resto de sus compañeras Se esfuerza por sonreír Es alegre, dicharachera Saluda como si nos hubiéramos visto ayer y todos los días --Una vez te pregunté que sí pudieras cambiar tu vida, ¿lo harías? Responde con otra pregunta: "¿Y qué le contesté?" Seria, reflexiona, se come las uñas Juguetea con sus piernas que le cuelgan sobre la mesa: "Hubiera cambiado desde el primer momento en que empecé en esto, a nadie le gusta trabajar aquí, pero las circunstancias? las puertas que se cierran, tienes bebés chiquitos, ¿qué haces?" -- ¿Cuál es la puerta que se cerró primero? -- Pues yo creo que la del trabajo Si tuvieras un trabajo y un buen sueldo no llegas a esto? Sus respuestas son rápidas como su vida A los 11 años había ganado la calle para vender lo que fuera "con tal de ayudar a mi mamá" Luego se embarazó siendo una adolescente y después pasó "lo demás" Explica: "Yo me dedicaba a vender mercancía, pero subió el dólar, me quedé sin capital El papá de mi niño me dejó de apoyar, no había trabajo, lo que ganaba no se completaba para mantener a mi mamá, mi hermano, la hijita, el niño, el perro; para pagar el cuarto, no se podía con 250 pesos que pagaban cada semana Y, pues, sin estudiar ni nada, ¿de qué puedes trabajar, de lavaplatos, de cocinera?? donde apenas te pagan" Asegura que tiene ganas de estar en otra parte Se ve en un negocio y estudiando junto con su niña, una adolescente que vive en otra ciudad del norte del país junto con su abuela Dice, como en una promesa para ella misma: "Si alguna vez me fuera, aquí sólo regresaría si no tuviera para comer, pero con voluntad no creo que volvería nunca Sí, quiero salir de aquí, seguramente lo haré muy pronto "Ésta no es una vida fácil Quien diga que ésta es una vida fácil, que venga, que se arriesgue como lo hacemos nosotras, que se aguante a los pelados, que soporte su olor a sudor, el mal aliento de la boca y sus impertinencias No, ésta no es una vida fácil" Triste recuerdo La noche en "El Pérsico" y en "Las Playas" es parcialmente silenciosa en estas noches y en ese silencio se metió el recuerdo del 11 de julio de 2006, cuando un grupo de soldados abandonó su puesto en las instalaciones de Instituto Federal Electoral (IFE) para asaltar la zona de tolerancia del municipio de Castaños De esa noche del 11 de julio de 2006, quedan muchas heridas en las 14 mujeres violadas por los militares, ocho de ellos detenidos y sujetos a juicio por el Fuero Común En el salón "El Pérsico", la voz del Richar es un fantasma que vuelve: "¡Muevan el culo, pinches putas!", les grita, mientras otro de los soldados arenga a los clientes: "¡Órale, atásquense que es de a gratis?!" El Richar es Ricardo Hernández, quien junto con Bardomiano Hernández García y José Raúl Ramírez Martínez, permanecen prófugos Héctor Méndez de la Cruz, fue detenido en enero pasado y liberado luego de un juicio de ocho días, sin escuchar el testimonio de una de sus víctimas La justicia no siempre repara los daños, algunos se quedan para siempre

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