Rayados de Monterrey entrenan bajo vigilancia policíaca

jueves, 16 de octubre de 2008 · 01:00
MONTERREY, N L, 15 de octubre (apro)- Luego del incidente violento provocado entre el equipo y sus aficionados, los Rayados del Monterrey entrenaron en las instalaciones de El Barrial, bajo vigilancia policíaca La medida se tomó después de que el pasado martes 13, ocho integrantes de la porra oficial "La Adicción", a mitad del entrenamiento, gritaron a los jugadores que le pusieran "huevos" en el próximo sábado cuando enfrentarán a los Tigres de la UANL El capital Jesús Arellano, El Cabrito, encaró a los fanáticos, a quienes les dijo que cambiarán de equipo si no les gustaba Rayados Los aficionados rijosos fueron desalojados de la práctica y al salir estrellaron algunos huevos en el pavimento, en señal de protesta Por la tarde, entre los aficionados rayados, corrió el rumor de que el ala radical de los seguidores del equipo acudiría a El Barrial para encarar a los jugadores Sin embargo, las instalaciones de los Rayados fueron resguardadas por agentes de Seguridad Pública que se apostaron en la entrada y en las inmediaciones del campo de entrenamiento, ubicado en el municipio de Santiago, al sur de Monterrey Los efectivos armados y con chalecos antibalas, se ocuparon de revisar a unos 100 aficionados que acudieron a presenciar el entrenamiento de Rayados También elementos de seguridad interna hicieron cateos A diferencia de la manifestación del día anterior, en la práctica de hoy los aficionados, la mayoría adolescentes que vestían camisas del Monterrey, entonaron cánticos de apoyo Al finalizar, los jóvenes aplaudieron a los jugadores y le pidieron al equipo que comanda Ricardo Antonio La Volpe que ganaran el "Clásico Regio", que se jugará el sábado a las 5 de la tarde en el estadio Tecnológico Este torneo Apertura 2008 ha sido deficitario para Monterrey Al terminar la fecha 12, marcha en el lugar 14 general y cuarto del Grupo 1 con 13 unidades Con el empate sin goles ante el Atlas, el sábado pasado, sumaron cinco fechas sin conocer el triunfo

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