La partería, una tradición en vías de desaparecer

viernes, 9 de mayo de 2008 · 01:00
Oaxaca, Oax , 9 de mayo (apro-cimac)-A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la práctica de la partería como una alternativa viable para evitar la muerte materna en poblaciones rurales, en México dicha actividad está prácticamente en vías de extinción Actualmente, sólo existen dos centros que se dedican a la enseñanza profesional de esa vieja tradición que, por años, estuvo reservada a las mujeres sabias y a las sacerdotisas Uno de ellos se encuentra en San Miguel de Allende Guanajuato, y, el otro, en esta entidad, una de las más pobres del territorio nacional El proyecto de iniciación a la partería está a cargo del grupo denominado "Luna Llena", una organización civil que nació en 2002 con el propósito de preservar esa tradición, con base en técnicas de la medicina propia de la región Cristina Galanta Di Pace, coordinadora de la escuela, afirma que Oaxaca ha sido durante siglos "cuna de la medicina tradicional" Sostiene que el reconocimiento comunitario, la sabiduría y los conocimientos hacen de la partería tradicional indígena una fuente de cultura ancestral, capaz de abarcar al ser humano entero, "devolviendo al nacimiento su carácter sagrado" De esa escuela, egresaron ya 20 alumnas, la mayoría de ellas jóvenes que pertenecen a un grupo étnico Galanta espera que las ahora especialistas en Partería Profesional contribuyan a reducir uno de los problemas más graves en la entidad, la muerte materna Según la OMS, en Oaxaca bastaría con la capacitación profesional de unas 700 personas para atender a las mujeres embarazadas en sus propias comunidades, de acuerdo con sus creencias y costumbres Una partera, añade Galante Di Pace, "está donde tiene que estar; es decir, en el lugar donde vive la mujer que traerá al mundo a un nuevo ser Afirma que su estrategia es culturalmente aceptada por la población porque pertenecen a la comunidad y, como en el caso de `Luna Llena`, las parteras profesionales están capacitadas para atender emergencias obstétricas, siempre y cuando exista una buena coordinación con los servicios de salud" Explica que dar una respuesta en la comunidad, con los recursos de ésta y con la capacitación del personal, es más eficaz que trasladar a las mujeres sin ningún acompañamiento adecuado ni tratamiento responsable, como sucede en algunos casos en Oaxaca, donde el único hospital que puede realmente enfrentar una situación de emergencia obstétrica es el Hospital Civil Añade que una solución sería el reconocimiento e inclusión de la partería profesional, lo que requiere de la apertura y la visión para incluirla como parte de una estrategia institucional, porque, aun cuando existen programas que toman en cuenta a las parteras, ellas son consideradas como un vehículo para relacionar a las mujeres con los centros de salud, para que pueda acompañar a las mujeres, pero no es vista como parte del sistema de atención; son un apoyo Considera que esta "escuela de partería" busca que el aprendizaje sea reconocido no sólo por la comunidad, sino también por las instituciones y la sociedad, además de incorporar herramientas para detectar, estabilizar y, en caso necesario, trasladar a la mujer cuando se presente una emergencia obstétrica, porque han sido capacitadas para manejar algunos medicamentos especiales y conocen maniobras específicas para detener hemorragias Añade: "Sus intervenciones salvan vidas, sin perder el conocimiento tradicional ni la enseñanza de la medicina indígena" Dice que "Luna Llena" es la realización de un viejo sueño y quizá el más importante, pues permitirá rescatar una parte vital de la cultura oaxaqueña, a las sabias y mujeres sacerdotisas que, en muchos países que se dicen desarrollados, han desaparecido, han perdido su contacto con la naturaleza y la espiritualidad que conlleva el nacimiento, un parto, tratar a las mujeres que dan vida Por su parte, la coordinadora general de "Nueve Lunas", Araceli Gil Archundia, la partería tiene importantes diferencias con la atención de un parto en una institución médica Señala que "la primera es la libertad a la mujer, porque confiamos en que ella sabe qué hacer al momento del parto Y esta libertad se expresa en la posición en que nace el bebé En que se le da lo que necesita en ese momento y porque puede expresar sus emociones, nadie las calla, nadie las regaña "La segunda diferencia es la relación personal que la partera establece con la mujer Sabemos que la que está pariendo es una mujer, no es un número o una estadística, y sabemos también que cada parto es diferente Una tercera diferencia de la partería con la atención médica es la empatía que se establece entre la partera y la mujer que traerá nueva vida Se le escucha desde algo que no es médico y se le da confianza", añade La también partera dice que, en la partería, "traer una nueva vida es un hecho natural y no un acto médico" Añade que "hay una enorme presión hacia las mujeres cuando se trata de definir la atención de su maternidad Por un lado, está la panacea de la medicina El médico que lo sabe todo y la mujer que no sabe nada de su cuerpo" Larga historia A pesar de ser casi una tradición, la partería en México ha sido discriminada y está a punto de desaparecer, dice Araceli Gil Archundia Indica que en México funcionan dos escuelas especializadas, una en San Miguel de Allende, Guanajuato, y la otra, en Oaxaca El modelo "oaxaqueño" de "Luna Llena" tiene como finalidad construir un puente entre la partería tradicional y el conocimiento de la medicina El punto de partida de este proyecto es vital, considerando que Oaxaca tiene una fuerte presencia indígena Sin embargo, las tendencias de la modernidad hicieron que la partería tradicional indígena se perdiera y se dejara de lado el conocimiento de la mujer sabia, la consejera y, en muchos casos, la líder de la comunidad En Europa, refiere Gil Archundia, los monarcas establecieron que las mujeres parieran sobre una mesa, que sus partos fueran visibles a todo el mundo, para que constatara que la hija o hijo por nacer era legítimo Dice que fue hace unos 300 años, "con la instalación de clínicas donde se cree y se establece que el embarazo es una enfermedad y entonces se acerca el embarazo y el parto a las clínicas Debe haber durante el embarazo cuidados para evitar riesgos en las mujeres, pero eso no implica que el embarazo sea una enfermedad; es un hecho natural que requiere cuidados" Señala que fue una parte de la ciencia médica, la arrogante La medicina tomada por los hombres, que dice "nosotros ?como médicos-- sabemos lo que el cuerpo necesita, no la mujer que está embarazada o la persona que tiene un padecimiento" Añade que, en poco tiempo, las comunidades empezaran a "renunciar" a sus propias costumbres o tradiciones o eran obligadas a hacerlo por razones "científicas, religiosas o institucionales Se depositó en los médicos el poder y ellos tomaron ese poder, cuya manifestación se concentra en la versión de que ellos lo saben todo y el paciente no sabe nada de su propio cuerpo" Explica que el resultado, en el caso de los embarazos, es que ahora existe un alto índice de cesáreas ?estimado en 80 y 90% de partos-- ¿Qué les dicen de esta forma a las mujeres? Que nueve de cada diez no saben nada de su cuerpo" El proyecto "Luna Llena", que permitió la preparación de 20 jóvenes de diversas comunidades, como San Francisco Lachigoló, San Juan Bosco Chixnabán, San José El Duraznal, Santa María Tlahuitoltepec, Teotitlán del Valle, Santa María Quetzaltepec, Santa María Tepantlali, Ayutla Mixe, y Tlacolula de Matamoros, entre otras, combina el conocimiento de la partería tradicional y la medicina moderna Así, las jóvenes recibieron durante tres años cursos sobre ginecología, psicología, sexología y otras especialidades médicas, que se combinaron con la sabiduría de las parteras tradicionales y la medicina tradicional Al concluir el curso, cada una de las nuevas parteras recibió un diploma avalado por la Universidad de la Tierra, y un portafolios con equipo médico Las parteras del siglo XXI Con las decanas de la partería tradicional oaxaqueña como maestras y testigos de su graduación, las 20 jóvenes egresadas asumen su nuevo papel, que las acredita como parteras frente la comunidad Encienden la luz que les alumbrará el camino, en un altar previamente instalado en la "Tierra del Sol", una propiedad en la población de Tlacochahuaya, Oaxaca El curso, auspiciado por "Nueve Lunas", organización civil que impulsa desde 2002 el proyecto de iniciación a la partería "Luna Llena", fue creado por Cristina Galanta Di Pace junto con Araceli Gil Archundia, quienes hace años iniciaron el camino por esta tierra, donde la sabiduría de la medicina profesional, la de la ciencia, se combina con la partería tradicional, herencia de la cultura oaxaqueña Las viejas parteras, Irene Méndez Luis, de Tlacolula; Eloisa Juárez, de Calpulalpan de Méndez; Laura Fermina Saavedra, de San Francisco Lachigolo; Hermila Diego, de Yalalag, y Lilia Vivar, de Cuicatlán, les dan sus últimos consejos para que puedan emprender "un nuevo camino que ayudará al bien nacer de otros seres humanos" Ana Gabriela Martínez Díaz tiene apenas 16 años de edad Nació en Tlahuitoltepec, Mixe, y es la segunda mujer de su familia que ejerce la partería "La primera fue mi bisabuela; de ahí me viene el impuso por aprender", dice Vestida con su ropa tradicional mixe, esta niña estudiante de bachillerato se siente orgullosa de que en la enseñanza que le dieron aprendió a ayudar a otras mujeres "Sentí por alguna causa que esta sería una forma de ayudar a las mujeres de mi comunidad y no la voy a desaprovechar", señala Para Alba Hernández Saavedra, quien representa ahora una cuarta generación de parteras en su familia, los retos son tan grandes como el de sus otras compañeras Ella nació viendo a su madre como ayudaba a otras mujeres a traer niñas y niños al mundo Con su título en la mano, Alba dice: "La gente sabe que me he preparado y me reconocerán por ello Valoran mis estudios y saben lo que he aprendido de mi madre, Laura Fermina Un parto es estar presente en un acto lleno de armonía, en la alegría de una familia o de una mujer que sola enfrenta el nacimiento A ellas les damos confianza, las apoyamos, las acompañamos" Las integrantes de "Nueve Lunas" sostienen que el proceso de embarazo, parto y posparto, son eventos naturales en la vida de las mujeres "Partimos de la confianza en la capacidad de la mujer para dar a luz, en la del niño para nacer y en el instinto y en la sabiduría de sus cuerpos, evitando intervenciones innecesarias, con respeto de los tiempos de la mujer, de los factores emocionales y culturales Reconocemos que es un momento íntimo, espiritual, trascendente, sagrado, para la mujer, el hombre y el bebé", afirman "El hombre, compañero y padre, es también un protagonista importante Para él, es una oportunidad de crecimiento como hombre, una posibilidad de relacionarse con su compañera de manera profunda y de establecer las bases para una paternidad afectiva, satisfactoria", añaden Y afirman: "En nuestro entorno, el estado de Oaxaca, sede de 16 pueblos indígenas, ha sido durante siglos cuna de una gran tradición de la medicina tradicional El reconocimiento comunitario, la sabiduría y los conocimientos, hacen de la partería tradicional indígena una fuente de cultura ancestral capaz de abarcar al ser humano entero, devolviendo al nacimiento su carácter sagrado Nuestras propuestas están basadas en el reconocimiento y aplicación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres" Carta de los derechos reproductivos La organización "Nueve Lunas" contempla una Carta de los derechos reproductivos en el embarazo, parto, puerperio y cesárea Ésta señala que "las mujeres tienen derecho a decidir si tener hijos o no tenerlos, cuándo, cuántos tener, cada cuánto y con quién" Además, "escoger el método anticonceptivo más adecuado a la edad, cultura, estado de salud, vida sexual, relación de pareja y gusto personal Recibir información y atención previa al embarazo sobre el cuerpo y su funcionamiento para tener un embarazo saludable "Tomar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir coacciones, discriminaciones ni violencia Vivir una maternidad voluntaria, placentera, saludable y deseada Acceder a la atención médica de calidad sin discriminación por razones de etnia, clase social, preferencia sexual y estado de salud "Recibir atención médica en el momento en que se solicita, con cortos tiempos de espera y respetuosa de la dignidad e integridad corporal Recibir toda la información médica sobre el estado de salud y los resultados de los estudios y exámenes clínicos y de laboratorio de manera clara y entendible y en corto tiempo "Que los conocimientos, la experiencia y las sensaciones sobre su cuerpo expresadas por los y las usuarias sean tomados en cuenta por los prestadores de servicios de salud Recibir un trato respetuoso y amable por el personal de salud "Acceder a servicios de salud integrales enfocados a la pareja embarazada Que la embarazada esté acompañada en todo momento por su pareja u otra/s persona/s de confianza en la atención del embarazo, parto, puerperio y cesárea "Respeto de los procesos fisiológicos sin intervenciones o interferencias, respeto a las emociones, al dolor y al pudor Otorgar el consentimiento informado antes de cualquier procedimiento médico o quirúrgico "Recibir toda la información sobre indicaciones, dosis y efectos secundarios de los medicamentos Contar con infraestructura adecuada, ambiente agradable y las mejores condiciones de higiene en los servicios de salud "Contar con servicios acordes con las posibilidades económicas de cada usuaria o usuario Que no se realicen procedimientos médicos y quirúrgicos de rutina sin que se justifique su necesidad durante el embarazo, el parto y el posparto "Dar a luz en la posición más cómoda para la parturienta y acorde a su cultura Que el recién nacido no sea separado de la madre y el padre durante su estancia en la institución de salud "Libertad de realizar las acciones rituales previstas por cada cultura para el momento del parto sin represiones, burlas o amenazas Elegir libremente el tipo de alimentación que se quiere para sí misma y para el recién nacido en la etapas del embarazo, parto, posparto y puerperio Y contar con las condiciones idóneas para que la madre o el padre puedan lactar al recién nacido" Si los sistemas de salud se apoyaran en las parteras o enfermeras obstétricas, señala el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), salvarían la vida de cinco millones de mujeres en el mundo y se prevendrían 80 millones de complicaciones por embarazo y parto hasta el 2015

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