Casos Cabañas y Sánchez: América, al margen de la ley

martes, 23 de noviembre de 2010 · 01:00

Los casos de los jugadores Salvador Cabañas y Carlos Sánchez, ambos imposibilitados para volver a jugar profesionalmente, exhiben al club América, propiedad de Televisa, que opera al margen de la ley al no tener afiliados a sus empleados (al menos a los futbolistas) al Seguro Social, obligación constitucional e ineludible de todo patrón. Los abogados de Cabañas y Sánchez han iniciado las demandas respectivas. De esta manera se documenta la irregularidad con que funciona no sólo la empresa de Emilio Azcárraga Jean, sino seguramente todo el futbol profesional en México.

M{EXICO, D.F., 23 de noviembre (Proceso).- Los incidentes que sufrieron los jugadores del América Salvador Cabañas y Carlos Sánchez han desnudado al club como una empresa que opera al margen de la ley porque no afilia a sus trabajadores al Seguro Social, ni respeta los contratos vigentes y considera como una limosna el dinero que desembolsa para pagar salarios o gastos médicos y no como una obligación ineludible.

Cabañas y Sánchez, otrora jugadores consentidos en el equipo de Televisa, hoy son empleados incómodos que están dispuestos a llegar hasta instancias internacionales si les niegan su derecho constitucional a la seguridad social que les permitiría gozar de una pensión vitalicia y de atención médica ante la imposibilidad de ejercer su profesión como futbolistas.

Desde hace un par de meses, los abogados Rogelio Ruiz Irigoyen y Guillermo González Bravo comenzaron la defensa de Salvador Cabañas,  quien reclama un millón 400 mil dólares correspondientes al pago de su salario y distintos bonos de mayo a la fecha. Además, el pasado 25 de octubre mediante la denuncia 41/2010 presentada en la subdelegación Churubusco solicitó su afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Hace dos semanas los litigantes tomaron el caso de Carlos Sánchez para exigir el pago de alrededor de 2 millones de pesos, también por sueldos y bonos; el martes 23 exigirán al club de Coapa que lo afilie al IMSS.

De acuerdo con los abogados, la empresa Club de Futbol América, S.A. de C.V. ni siquiera tiene registro patronal ante el instituto, lo que significa que ninguno de los jugadores del plantel está afiliado. El incumplimiento de la Ley del Seguro Social amerita que esta institución realice una auditoría y multe al equipo. 

“El IMSS tiene  la obligación de abrir una investigación y apersonarse en el club. Al América van a fincarle capitales constitutivos, multas y van a hacer una cuantificación, dependiendo de  los años que estiman el promedio de vida de la persona (Cabañas), para en base a eso congelarle o embargarle el dinero que servirá para el pago mensual al trabajador por incapacidad. No hay forma de justificar que no le hayan otorgado al trabajador ese derecho que está estipulado en la Constitución. La Ley del Seguro Social establece que todos los patrones tienen la obligación de inscribir a sus empleados ante ese régimen”, explica González Bravo.

El artículo 307 de la Ley del Seguro Social señala que “cometen el delito de defraudación a los regímenes del seguro social los patrones o sus representantes y demás sujetos obligados que, con uso de engaños o aprovechamiento de errores, omitan total o parcialmente el pago de las cuotas obrero patronales u obtengan un beneficio indebido con perjuicio al instituto o a los trabajadores. La omisión total o parcial del pago por concepto de cuotas obrero patronales a que se refiere el párrafo anterior comprende, indistintamente, los pagos por cuotas obrero patronales o definitivos por las cuotas obrero patronales o los capitales constitutivos en los términos de las disposiciones aplicables”.

Por su parte, Ruiz Irigoyen plantea: “El incumplimiento tiene una sanción pecuniaria, pero además sanciones del orden penal. De la investigación que haga el IMSS podrán fincársele responsabilidades a una persona física; es decir, a un ejecutivo, al directivo o quien haya omitido afiliar a los jugadores”.

Desprecio a la ley

 

El apartado III del artículo 308 de ley del Seguro Social indica que se sancionará “con prisión de cinco a nueve años, cuando el monto de lo defraudado fuere mayor de 19 mil salarios mínimos diarios vigentes en el Distrito Federal”.

“Estamos en vías de presentar la denuncia penal ante la PGR por la defraudación al Seguro Social y se le pueda fincar responsabilidad a la persona física que omitió afiliar a los jugadores”, adelanta González Bravo.

–¿Los directivos del América reconocen como una falta no haber afiliado a los jugadores al IMSS? –se le pregunta.

–No, se escudan en la fuerza que tiene Televisa, responde Rogelio Ruiz. Se valen de eso, se creen intocables, que no son vulnerables. Tanto a ese tema como al del delito de fraude equiparado no le dan la importancia.

“Argumentan que a Cabañas le dieron atención en hospitales particulares y que la atención fue mejor ahí que la que ofrece el IMSS. Para ellos es lo mismo tener un seguro de gastos médicos y no entienden de lo que se trata esta prestación social. Argumentan que el Seguro Social no sirve para nada, seguramente por eso no lo pagan”, tercia González Bravo. 

Ruiz Irigoyen añade: “Hay un comentario que demuestra su soberbia y desprecio. Cuando argumentamos la falta de inscripción decíamos que el hecho de que Cabañas cuente con el IMSS le representaría una pensión vitalicia. Entonces el abogado Mario Alberto García Pérez dijo: ‘¿Qué son 4 mil 500 dólares al mes?’ Esa es la cantidad que le correspondería, según las estimaciones realizadas”.

–¿Si Cabañas queda inscrito recibirá una pensión sin importar que haya sido afiliado años después de haber sido contratado por el América?

–Sí, por eso se fincan los capitales constitutivos y las multas. Se le inscribe de manera retroactiva. El dinero saldrá de la penalización que se imponga al América y no le va a costar nada al erario. El castigo por la omisión lo tendrá que pagar el club, indica Ruiz Irigoyen.

Los abogados señalan que a pesar de que el contrato del paraguayo Salvador Cabañas, quien el 25 de enero recibió un disparo en la cabeza cuando se encontraba en el baño del Bar Bar, tiene vigencia hasta 2012, el club América argumenta que la relación de trabajo está suspendida. 

“Está contemplado en la Ley Federal del Trabajo que sí se puede dar la suspensión de la relación de trabajo cuando hay un accidente que no es un riesgo de trabajo; sin embargo, dicha suspensión opera en el momento mismo en que se da el suceso. Si consideramos que después de que se dio el hecho (que Cabañas fue agredido), le pagaron tres meses más de salario no se entiende cómo hoy dicen que la relación está suspendida. 

“Para que puedan determinar que está suspendida el patrón tiene que requerir al trabajador para que se someta a exámenes y valoraciones médicas, pero si el América lo sacó del país (en marzo pasado) sin su consentimiento ni el de su esposa ¿cómo pueden requerirlo? Él tendría que estar en México para que esas valoraciones las realice el Seguro Social que es imparcial y no lo puede hacer porque no está inscrito en su régimen”, explica González Bravo. 

Ruiz Irigoyen plantea que en las audiencias que han tenido en la Comisión de Conciliación y Resolución de Controversias de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), los abogados del América han manifestado de forma tajante que no están dispuestos a llegar a ningún tipo de arreglo y que consideran a Cabañas un malagradecido.

“Michel Bauer (presidente del América) ofreció ante los medios el cumplimiento cabal del contrato; prometió que el club pagaría todo. Ahora dicen que Cabañas es muy malagradecido porque reclama sus derechos y que ellos no van a dar un solo centavo; o sea, pasó de ser la estrella que les daba puntos o calificaciones a la liguilla, a una molestia y un lastre”, apunta Ruiz Irigoyen.

–¿El América considera un acto de caridad lo que le han dado a Cabañas? –insiste la reportera.

–Sí y dicen que ya basta de caridad. Las únicas pruebas que llevaron a la Federación (para demostrar que sí han cumplido) son las notas que pagaron (del hospital), pero también hay que decir que no pagaron completa la cuenta de la clínica en Buenos Aires donde se quedaron a deber alrededor de 70 mil dólares. 

–¿Existe un reglamento que prohíba a los jugadores asistir a ciertos lugares o realizar algún tipo de actividades que pongan en riesgo su integridad física y que sea condicionante de recisión de contrato? –se le pregunta a González Bravo.

–Creemos que no, porque si así fuera ya lo hubieran exhibido ante la Federación, o simplemente con base en él le podían haber rescindido el contrato.

–¿No es indefendible la posición de Cabañas en el sentido de que él se expuso por voluntad propia a estar de madrugada en un lugar que podría considerarse riesgoso?

–Es un punto de vista que no compartimos. Quien podrá determinar si es viable o no es una autoridad, la Junta de Conciliación y Arbitraje, por ejemplo. En sociedad con Simón Charaf, Televisa es dueña del Bar Bar un lugar que es para artistas y deportistas del consorcio. Cinco minutos antes de que le dispararan a Cabañas ahí estaba Carlos Slim Domit y ahora resulta que de ser un lugar de estrellas lo quieren poner como el peor de los tugurios. Emilio Azcárraga acudía a ese lugar.

A más tardar este jueves 25 el IMSS tendrá que responder a la denuncia que los abogados presentaron.

Negligencia

 

En el caso de Carlos Sánchez, quien el 12 de agosto sufrió un infarto cerebral cuando se encontraba entrenando en las instalaciones del América, los abogados argumentan que ha sido víctima de las mismas injusticias que Salvador Cabañas.

Desde hace casi un año, el club América no ha pagado el sueldo del exdefensa sino que firmó un convenio con una empresa filial del emporio televisivo (Televisa Talento S.A. de C.V.), lo cual resulta desventajoso para el jugador incapacitado.

“El América no le paga pero sigue estando obligado legalmente. Al existir una continuidad con este convenio, donde el club América informa que le va a seguir pagando una empresa diversa, no se desvincula, sino que ahora son solidariamente responsables, así que su contrato está vigente porque ese convenio que se firmó es una extensión de contrato que avala la relación laboral. Sin embargo, con estos convenios lo van alejando; es decir, buscan una prescripción de las acciones legales, que pase el tiempo para después decirle: ‘hasta aquí llegamos, adiós’”, indica González Bravo.

“No debe pasarse por alto que si hubieran cumplido con su obligación de afiliarlo al IMSS, no tendrían por qué haber hecho un convenio ni seguirle pagando porque se trató de un accidente de trabajo. Es innegable que le ocurrió en el campo de entrenamiento. Si hubiera tenido IMSS, en el América pudieron haberse lavado las manos al terminar su contrato porque el Seguro Social hubiera seguido haciendo frente a esta situación”, enfatiza Ruiz Irigoyen.

El lunes 8 Carlos Sánchez acudió a la Femexfut acompañado por su padre. Aunque le impidieron el acceso a las oficinas, sus abogados entregaron una carta en la Dirección General Deportiva que encabeza Enrique Bonilla. En esa misiva el americanista pide que se le entregue una copia de los contratos registrados en la Federación y autoriza al director de la Comisión del jugador, Daniel Bonilla, para tramitar y recibir dicha información. Hasta ahora no le han entregado ningún documento.

“En un principio el América le ofreció trabajo, pero sin siquiera someterlo a una revisión médica que determine su capacidad para realizar esfuerzos físicos. Además, le darían un salario muy bajo. Carlos no está en buenas condiciones; todo el lado izquierdo de su cuerpo no funciona bien y hace apenas unos meses sufrió una trombosis. Entonces ¿cómo saben que puede trabajar? Hoy ya ni siquiera lo dejan entrar a las instalaciones”, indica Ruiz Irigoyen.

Por si fuera poco, los abogados revelan que la familia Sánchez Romero considera que hubo negligencia médica en los consejos que le dieron a Carlos en el club después del golpe que recibió el 15 de mayo de 2008 cuando en un partido de la Copa Libertadores el jugador del Santos de Brasil, Rodrigo Tabata, provocó que cayera al césped y se golpeara la cabeza.

A pesar de que sentía dolor en el costado derecho, falta de fuerza y no respiraba ni veía bien, siguió jugando por lo menos 10 minutos más. Hasta que llegó a los vestidores comenzó a recuperarse. Sin embargo, desde entonces tuvo dolor en el hombro derecho. Uno de los médicos del club, Joaquín Ledesma, se limitó a recetarle Voltarén. También acudió a terapias de ultrasonido que se prolongaron durante tres meses. 

La mañana que sufrió el infarto cerebral, Carlos llegó a las instalaciones del América a las 8:30. Mientras estaba en terapia se quejó de dolor de cabeza. Se tomó un jugo de mango y salió a entrenar. Cuando comenzaba a trotar alrededor de la cancha se desvaneció casi en los pies del defensa argentino Sebastián Domínguez.

“No se necesita ser médico para saber que por la magnitud del golpe lo mínimo que puedes ordenar antes de prescribir Voltarén o lo que sea son estudios para ver cómo está el jugador. Eso es lo que indica la lógica. Después de haberlo revisado y ya con un diagnóstico se le da un tratamiento; pero nunca fue sometido a un examen minucioso”, relata González Bravo.

–¿Durante todos esos meses Carlos se quejó de dolor y molestias?

–Sí, él le refería al médico el dolor y este le decía: ‘tú síguele con el Voltarén, al rato se te quita’. 

–¿Tienen la plena seguridad de que el IMSS va a actuar como esperan? ¿Qué pasa si no?

–Pues ahí está la Secretaría de la Función Pública, la PGR. Tenemos confianza en los órganos jurisdiccionales y en las instituciones del país. En caso de que no respondan acudiremos a los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dice Ruiz Irigoyen.

–¿Ya dimensionaron que enfrentan a un ente muy poderoso como es Televisa?

–No tenemos temor. Sabemos de su poder para desprestigiar y destruir. Pueden armar otra obra de teatro como las que acostumbran, pero eso nos tiene sin cuidado. Televisa siempre quiere estar al margen de la ley. Ahora hay un decreto para que paguen la seguridad en los lugares donde hay eventos (partidos, conciertos) y ya se ampararon. ¿Por qué siempre se niegan a pagar?  ¿Por qué siempre quieren ganar y ganar? ¿Y los derechos de la gente? ¿Por qué gozan de privilegios?, remata González Bravo.

 

 

 

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