México, D. F., 16 de junio (apro).- Suiza, que salió en calidad de víctima, produjo la primera gran sorpresa del mundial sudafricano al superar 1-0 a España, una de las grandes favoritas del certamen.

En su debut en la presente Copa del Mundo, España, actual campeón de Europa, dominó la contienda, agobió al rival pero no generó ninguna ocasión clara de gol.

La Furia roja, que no había perdido en sus 18 enfrentamientos previos con Suiza, fue sorprendida por la arremetida de Derdiyok, quien llegó hasta el manchón del penal tras un largísimo despegue del guardameta. En su desesperada salida, Iker Casillas todavía alcanzó a desviar el esférico con el cuerpo, que se enredó en los botines de Piqué y en el propio Derdiyok, y apareció como rayo Gelson Fernandes para anidar el gol al minuto 52.

Aunque España no claudicó a su empeño, dominó sin fortuna todo el trámite, al extremo que su posesión del esférico se reflejó en un 78.8 por ciento, lanzó 23 remates a la puerta helvética, de lo cuales sólo ocho fueron a puerta, uno de ellos al travesaño.

En cambio, Suiza, en aras de preservar la magra ventaja, cometió 21 faltas. El resto fue un trabajo en la que todos los jugadores participaron por igual, sin muchos recursos, pero con una disciplina a prueba de todo.

Los últimos minutos de la contienda fue todo un manejo de emociones, dramatismo y tensión en su máxima expresión, donde a España le sobró entusiasmo, pero le faltó talento, sanger fría y definición.

Al final, el entrenador español Vicente del Bosque resumió así el desenlace: “(la derrota) no fue ninguna sorpresa. Lo hemos intentado también de forma heroica, pero hoy no era nuestro día. Nos faltó un poco de precisión, y dominamos completamente”.

Para Del Bosque, el Mundial “no acaba. Tenemos dos partidos por delante y tenemos que buscar nuevos estímulos”.