Califica Brasil; vence 3-1 a Costa de Marfil
JOHANNESBURGO, 20 de junio (apro).- Brasil se convirtió en el segundo equipo, detrás de Holanda, en clasificar a la ronda de octavos de final con un triunfo ante Costa de Marfil 3-1 con dos goles de Luis Fabiano (uno de ellos con doble mano de por medio), y otro de
Elano.
El equipo más ganador en la historia de los Mundiales que en Sudáfrica va en busca de convertirse en hexacampeón, ya no enseña el tradicional jogo bonito, ahora es un juego descolorido pero efectivo.
Costa de Marfil se suma al resto de los equipos africanos, que como Ghana, Nigeria, Sudáfrica, Argelia o Camerún han sacado provecho de jugar el Mundial en el continente negro ni de jugar como todos esperaban. Son insípidos y les cuesta mucho ganar.
Este domingo en el Soccer City retumbó durante 90 minutos, y el añadido del árbitro, un tambor que viajó desde Río de Janeiro. Latía al ritmo de corazón. Un tun, tun, tun, tun (…) interminable y una afición verdeamarelha que abarrotó el estadio más grande de los 10 que son sede del Mundial.
Un par de románticos se apoderó de los primeros asientos de la grada 501 donde colgaron una manta en homenaje a Ronaldo, el otrora rutilante delantero del Real Madrid, hoy sobreviviente del futbol en el Corinthias de Brasil.
En su enorme cartel de plástico, Ronaldo con su número 9 aparecía al lado de la leyenda “El más grande jugador del mundo y de todos los tiempos” y una lista de cualidades, según ellos, insuperables del futbolista que hoy está más cachetón y con la barriga abultada: 2 veces campeón del mundo (1998 y 2002), 3 veces jugador del año elegido por la FIFA, 3 goles le marcó al Manchester United en Old Trafford y 3 regresos inesperados. “Es único”, se leía.
Así pasó el par de aficionados los primeros minutos de juego, suspirando por el exnúmero 9 que hoy usa Luis Fabiano. Uno de ellos, incluso usaba una pieza de látex en la cabeza que simulaba la calva de Ronaldo y unos dientes enormes de
plástico, casi acostados y separados, sobre su dentadura. Ni duda, parecía que el verdadero Ronaldo se había colado al estadio.
Al minuto 25, Luis Fabiano marcó el 1-0 de derecha en un disparo cruzado que fulminó al arquero Boubacar Barry. Ni quien se acordara de Ronaldo, el nuevo nueve de la Selección que ahora comanda Dunga, se erigió rey de los brasileños.
“Lu-is Fa-bia-no”, “Lu-is Fa-bia-no”, coreaban los aficionados enloquecidos por el espectacular gol.
El mediocampista Elano se encargó de empujar un centro que le puso Kaká para el 2-0 ante un equipo de Costa de Marfil, que dirige un viejo conocido de la afición mexicana, Sven Göran Eriksson, partido que ofrecía en la estrella del Chelsea,
Didier Drogbá, la única resistencia.
Luis Fabiano, que antes del Mundial era duda para jugar porque con el Sevilla de España terminó la temporada lesionado, volvió a aparecer al 50 en una genialidad en la que realizó un par de sombreros y luego, con la ayuda de la mano en dos
ocasiones, remató con la zurda igual de preciso para el 3-0.
“Fabuloso, Fabuloso”, cantaban en la tribuna. Desde lo más alto, un aficionado que pasó el partido inflando globos amarillos comenzó a soltarlos en una cascada interminable de burbujas que caían lentamente en la grada principal.
Cuando el partido comenzó a tornarse agresivo, en buena medida por lo tolerante que fue el árbitro francés Stephane Lannoy, Didier Drogbá se adelantó en un descuido de la defensa brasileña y solo remató de cabeza frente a Julio César, que está llamado a ser uno de los mejores porteros en Sudáfrica 2010.
Luis Fabiano fue elegido el jugador del partido. Al final, la manta del par de adoradores de Ronaldo fue hecha a un lado y los dos fanáticos gritaron “Lu-is Fa-bia-no”, “Lu-is Fa-bia-no” hasta casi perder la voz.
El mediocampista Kaká salió expulsado y se perderá el próximo partido ante Portugal que hasta ahora marcha con un punto.