MÉXICO, D.F., 27 de septiembre (apro).- Después de un largo silencio, Mario Carrillo, auxiliar técnico de Javier Aguirre en el Mundial de Sudáfrica, afirmó que la selección mexicana tuvo un retroceso en la pasada Copa del Mundo.

           Aseguró que la selección nacional “estaba para dar mejores resultados, pero al final el balance no fue el esperado”.

            Tras afirmar que “Javier Aguirre no es ni mi amigo”, Carrillo reveló que tampoco estuvo de acuerdo con la decisión del seleccionador nacional de dejar fuera al delantero del Morelia, Miguel Sabah, así como a otros jugadores, por el momento futbolístico que vivían.

            Sin embargo, admitió que, al final, Aguirre tuvo la última palabra:

           “Que los eligió Javier, por supuesto que sí. Le dije: `así ganamos… Oye Javier, a mí no me gustó el ‘Gringo’ (Castro). Te hizo goles Sabah; no lo puedes dejar. Sabes que a mí me gusta x o y”.

            Carrillo dijo al canal de televisión Cadena 3 que, a partir de los mundiales Corea/Japón 2002 y Alemania 2006, pensó que México tenía que ser otra selección en el Mundial de Sudáfrica.

             “Y a partir de ahí he visto a México ir para atrás en todo, y esta selección peor. Este equipo estaba para mucho más”.

           Añadió: “Por supuesto que me involucré con Javier, pero no me puedo engañar: México estaba para mucho más. Teníamos buenos jugadores, faltaron algunos”.

            Como auxiliar, dijo, tenía que decirle a Aguirre cómo ganar. “Para eso me llevó; acepté ser su brazo derecho y yo tenía la responsabilidad de decirle: 'Javier, hagámosle así'”.

            Insistió: “Aguirre no es ni mi amigo; no somos amigos. Si fuera por ser amigos me llevo a mi papá, y ya, y no es así. A la Copa del Mundo llevas a la gente más capaz, seas amigo o no, Javier confió en mí y toda la vida se lo voy a agradecer. Ojalá y fuéramos amigos”.

           Carrillo admitió ser partícipe de todos los errores y aciertos de la selección mexicana. “No hice todo cuando México ganó (a Francia); contra Uruguay, yo no hice todo cuando México perdió. Por supuesto que estudié a los franceses, a los italianos, a todos, durante 15 días. Ésa es la fortaleza que tenía en lo particular”.